El acusado por el crimen de Castrogonzalo ha admitido este jueves ante el Juzgado de Menores de Zamora los hechos de agresión sexual y asesinato contra la joven Leticia Rosino, cuyo cadáver apareció el pasado 3 de mayo en una ladera a las afueras de esa localidad con claros signos de violencia.
El juicio se ha prolongado durante una hora y cuarto y en él han intervenido agentes de la Guardia Civil, forenses y peritos. La Fiscalía de Menores ha pedido para el acusado la pena máxima para este tipo de delitos, que son ocho años de prisión (uno y medio en un centro de menores hasta la mayoría de edad) y otros cinco de libertad vigilada.
Asimismo, la familia de Leticia Rosino ha solicitado al juez una indemnización y una orden de alejamiento de cinco años a las localidades de Tábara y Castrogonzalo, donde residen los familiares de la víctima y su pareja, respectivamente, tal y como ha indicado el abogado de la acusación particular, Miguel Ángel Martín Anero.
Gritos de "asesino"
Una hora antes del inicio comenzó a concentrarse gente en las inmediaciones del Juzgado de Menores de Zamora esperando la llegada del acusado. Medio centenar de personas entre familiares de la joven asesinada e integrantes de la Plataforma 18-M a favor de la prisión permanente revisables permaneció en el lugar portando pancartas de apoyo a la víctima y tildando de "asesino" al autor confeso del crimen, hecho que obligó a cortar la calle Regimiento de Toledo de la capital zamorana.
A la llegada del acusado, el operativo policial tuvo que reducir a media docena de personas que saltaron el cordón para intentar agredir al menor. El autor confeso, con el rostro completamente cubierto, salió del vehículo escoltado por tres agentes y entró al Juzgado corriendo entre gritos de "justicia" y "asesino". La vista se celebró a puerta cerrada al tratarse de un menor de edad.
Leticia Rosino fue asesinada el pasado 3 de mayo en la localidad de Castrogonzalo (Zamora) cuando caminaba durante un paseo diario que realizaba por las inmediaciones del polígono industrial donde trabajaba, en una industria láctea. Tras la denuncia de la desaparición por parte de sus familiares, el cadáver fue encontrado en la madrugada del 4 de mayo en una ladera con claros signos de violencia producida por una piedra.
Inicialmente, las miradas se dirigieron hacia el padre del menor, que fue detenido por la Guardia Civil de Zamora después de ser acusado por su hijo. No obstante, el menor cambió después su versión y se declaró autor confeso del brutal crimen. Desde ese momento, el acusado ha permanecido en un centro de menores a la espera del juicio que se ha celebrado este jueves en la capital zamorana.
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