España

Adela Arteta, la bilbaína de S´ha Acabat que se hace 'selfies' frente a los insultos 'indepes'

La responsable de relaciones institucionales de la organización constitucionalista habla con 'Vozpópuli' sobre su experiencia como estudiante universitaria en Cataluña desde la sentencia del 'procés'

Suma y sigue. La feria de entidades de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) terminó con un boicot contra los estudiantes constitucionalistas de S'ha Acabat! por parte de medio centenar de jóvenes independentistas. Adela Arteta (Bilbao, 1999) se encontraba allí este miércoles tratando de informar sobre los cometidos de la organización donde colabora como responsable de relaciones institucionales cuando un grupo cada vez más amplio de radicales comenzaron a increparla.

Hubo todo tipo de insultos y lanzamiento de objetos, por lo que los Mossos d'Esquadra se vieron obligados a intervenir montando un cordón policial para evitar que los separatistas, muchos de ellos encapuchados, se acercasen aún más a los miembros de la asociación. Tenían una carpa como el resto de entidades, pero a estos últimos no les parecía bien. "Soy de Bilbao, donde hemos vivido el aliento inquietante del terrorismo. A final, he acabado aprendiendo que, frente a ello, solo queda denunciar, protestar y ser firmes", dice Arteta, que está en tercer curso de Arquitectura.

La joven reconoce a Vozpópuli que no se imaginaba así su vida universitaria, pero también asegura que no se imagina a sí misma quedándose callada y silenciando sus ideas. Su interés por la política creció con la sentencia del procés. "Yo acaba de mudarme a Barcelona para estudiar y toda Cataluña se llenó de protestas, había altercados... Aparte de quemar contenedores y cualquier otro elemento del mobiliario urbano, los jóvenes totalitarios convocaban huelgas para impedir que diésemos clase", recuerda.

Su ingreso en S'ha Acabat!

Fue entonces cuando empezó a ver vídeos de los integrantes de S'ha Acabat!. "Los veía como unos chavales que, como yo, hacían todo lo posible para ejercer su derecho de ir a clase y no formar parte de esa huelga. Después vi a los encapuchados haciendo barricadas en las puertas y agrediéndoles. Todo aquello me impactó", lamenta Arteta.

Sin embargo, la estudiante de Arquitectura decidió dar un paso al frente y sumarse a la plataforma. "Pensé que si alguien estaba haciendo algo al respecto a pesar de las graves consecuencias que podía llegar a tener, y además jóvenes, entonces yo también podía", afirma.

El pasado mes de febrero vinieron unos 100 encapuchados y nos echaron de la UPF a la fuerza. Solo éramos cuatro, nunca en la vida había pasado tanto miedo

Según la alumna, los jóvenes también deben involucrarse en cuestiones sociales y políticas. "Hay que enfrentarse, de manera pacífica, a los radicales, esos jóvenes ideologizados que intentan imponer sus proyectos mediante el miedo", plantea.

Y eso es lo que trató de hacer el pasado miércoles. "Agradecemos a los Mossos que interviniesen porque fue insólito. Estoy muy agradecida. No sabemos cual es la razón para que lo hicieran porque nunca suelen hacerlo y hay veces que vivimos cosas que no deseo a ningún chaval. El pasado mes de febrero vinieron unos 100 encapuchados y nos echaron de la UPF a la fuerza cuando nosotros solo éramos cuatro. Nunca en la vida había pasado tanto miedo", cuenta.

Su infancia y adolescencia en País Vasco

Un miedo que también experimenta su familia desde País Vasco. "Mi familia, como cualquier otra, siempre me dice que tenga cuidado. Pero me apoyan mucho en esto y nunca me han dicho que deje de hacer algo porque pueda llegar a ser peligroso, saben que el objetivo por el que estamos luchando es necesario", apunta.

Arteta recuerda que, estando en su colegio de Bilbao, una profesora puso la canción en euskera de Sarri, Sarri, del grupo Kortatu. La letra fue escrita en 1985 a raíz de la fuga de la prisión de Martutene (San Sebastián), el 7 de julio de ese año, de dos presos condenados por su pertenencia a ETA, escondidos en sendos altavoces tras un concierto del cantante Imanol Larzabal. Se trataba de Iñaki Pikabea, Piti, y de Joseba Sarrionandia, Sarri.

"Los independentistas vascos alababan la hazaña. Yo no me atreví a decir nada, pero es algo de lo que me arrepiento a día de hoy. Eso sí, aprendí a no quedarme callada", celebra Arteta. Y reconoce que la política es algo que le ha generado problemas entre amigos y alguna que otra situación desagradable. "Hace tiempo que llegué a la conclusión de que, por mucho que les quiera, a veces es mejor alejarse sin intentar dialogar más", concluye la responsable de relaciones institucionales de S´ha Acabat!, organización que preside en la actualidad Julia Calvet, una joven con siete apellidos catalanes y entorno familiar separatista.

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