El tiempo corría en contra del coronel Diego Pérez de los Cobos en la Guardia Civil. Las repetidas ocasiones en las que el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska ha desoído las recomendaciones para su ascenso a general han empujado al antiguo jefe de la Comandancia de Madrid al borde de la 'jubilación', al aproximarse a la edad de 61 años con la que pasa de forma obligatoria a la situación de retiro. Pero el adelanto electoral modifica los plazos, abriendo un nuevo escenario ante una hipotética llegada de De los Cobos al generalato del Instituto Armado.
El ministro del Interior lo fulminó al frente de la plaza de Madrid después de que Pérez de los Cobos se negase a informar del transcurso de la investigación por la manifestación del 8-M en los primeros compases de la pandemia, que afectaba a cargos del PSOE. Desde entonces quedó en evidencia que Marlaska no tenía ninguna intención de promocionar al coronel, a pesar de que los generales del Instituto Armado proponían siempre su nombre como número uno en una terna de posibles candidatos, en base a criterios de méritos y antigüedad.
La tradición mandaba que el ministro del Interior diese por buenas las recomendaciones de la cúpula de la Guardia Civil, toda vez que la lista se basaba en criterios objetivos y demostrables. Pero desde el cese de Pérez de los Cobos, Marlaska optó por escoger otros nombres en puestos que no iban en cabeza de las recomendaciones para evitar la promoción del coronel con el que mantenía un arduo procedimiento judicial a partir de su destitución.
El tiempo dio la razón a Pérez de los Cobos en los tribunales, con una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a restituir al coronel al frente de la Comandancia de Madrid, una decisión que todavía no se ha ejecutado. Marlaska, pese a todo, acrecentó las dudas sobre la idoneidad del coronel en la plaza, alimentando las sospechas -incluso en un escrito- sobre un supuesto y pretérito uso indebido de los fondos reservados.
Es en este punto donde entra en juego el reglamento interno de la Guardia Civil, que obliga a los oficiales del cuerpo -a excepción de los generales- a pasar a la situación de retiro una vez cumplidos los 61 años. Es el caso de Pérez de los Cobos, coronel, que este año cumplirá los 60. Los plazos sobre su futuro, antes de la convocatoria de las elecciones, era ajustado. Porque el proceso de promoción a general es dilatado, habida cuenta que se debe elaborar la citada lista de méritos y después cumplir con los procedimientos ordinarios.
Si las elecciones generales se hubiesen celebrado a finales de 2023, como estaba previsto inicialmente, las posibilidades de Pérez de los Cobos para seguir en la Guardia Civil corrían contrarreloj. Porque a los plazos internos para promocionar que manejan desde el Instituto Armado también habría que sumar los políticos, ante posibles dilaciones en negociaciones para conformar el nuevo Gobierno. Y en el calendario del coronel está marcado en rojo el mes de diciembre de 2024, cuando cumplirá los 61 años con los que pasará a la reserva en caso de no ser promocionado a general.
Fuentes políticas consultadas por Vozpópuli evidencian la imposibilidad de ascenso de Pérez de los Cobos con Fernando Grande-Marlaska al frente de Interior. No se trata de una cuestión de color político, ya que el coronel ocupó puestos destacados en la lucha antiterrorista con Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros, como jefe del Ministerio; el frenazo a su promoción procede de una cuestión directamente derivada del propio Marlaska.
El adelanto electoral cambia las tornas. Con los comicios convocados para el 23 de julio, cabe la posibilidad de que se conforme un nuevo Gobierno a la vuelta del verano, con un nuevo ministro del Interior -independientemente del partido que gane las elecciones- que tome la decisión sobre Pérez de los Cobos. Tampoco se puede descartar que Marlaska no llegue a tomar este año la decisión sobre qué coroneles de la Guardia Civil llegan al generalato, dejándolo en manos de su sucesor.
Una posibilidad más para que Pérez de los Cobos no solo vuelva a mandar en la Comandancia de Madrid, sino para que se incorpore a los estamentos más altos del Instituto Armado y así extender su carrera profesional de uniforme más allá de diciembre de 2024.
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