El PSOE de Madrid tiene un problema crónico. El partido maneja encuestas internas que no dejan bien parados a quienes se presuponen candidatos en 2023 para presidir la Comunidad, Juan Lobato, y la ciudad de Madrid, Mercedes González. Aunque según fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli, los datos de Lobato "no dan tan mal". El gran problema es la delegada del Gobierno en Madrid, sobre quien pesa la 'bendición' de la ya exvicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra. Algo que puede ser toda una rémora.
Lo cierto es que en la federación socialista de Madrid, tradicionalmente convulsa y dividida por guerras cainitas, han saltado las alarmas. Por eso no se descarta cambiar el rumbo e iniciar la búsqueda de candidatos alternativos que puedan dejar bien paradas las siglas del PSOE. Porque si hay algo claro en la sede socialista de la calle de Buen Suceso es que el partido se presentará con su nombre. No se contempla en modo alguno una coalición con la nueva izquierda que simboliza la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y que en Madrid giraría en torno a Más Madrid.
En el PSOE escoció muchísimo el resultado electoral del 4 de mayo de 2021. La aplastante victoria de la popular Isabel Díaz Ayuso y el adelantamiento por la izquierda de Mónica García, que relegó a los socialistas a una tercera posición inédita en décadas, provocó una revolución en el partido. Aquel triunfo del PP fue el punto de inflexión para la demoscopia electoral.
La herida madrileña que no supura
El presidente del Gobierno salió herido de aquel envite y tomó cartas en el asunto. El revolcón madrileño le llevó a remodelar medio gabinete aquel verano y a prescindir de su entonces mano derecha Iván Redondo, a quienes muchos en el PSOE señalan como artífice de la estrategia de la moción de censura en Murcia que desencadenó el adelanto electoral en Madrid.
En el partido existe la ilusión de que la izquierda puede lograr arrebatarle al PP el Ayuntamiento de Madrid. Los socialistas huelen debilidad en el alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Pero ahí será clave lo que ocurra a la izquierda del PSOE de cara a las elecciones municipales, a las que Sumar, el proyecto político que impulsa Díaz, no llegará a tiempo. Pese a que los planes de la 'dama roja' son estrictamente nacionales, a nadie se le escapa que se producirán varios movimientos de calado que reconfigurarán la oferta electoral de la izquierda.
En el PSOE de Madrid preocupa especialmente el hecho de que casi nadie conoce a González y a Lobato. El tándem Ayuso-Almeida les vapulea en popularidad mediática. Los socialistas quieren salir del pozo en el que cayeron en las municipales de 2019, donde se situaron como cuarta fuerza en el Consistorio de la mano del exseleccionador español de baloncesto, quien concurrió como favor al presidente del Gobierno ante la falta de un candidato más político.
Malestar con Lobato
Además, un amplio sector del PSOE-M está inquieto. Lamentan que el secretario general, Juan Lobato, elegido hace casi diez meses en primarias, "no carbura", según explican a este diario varias fuentes socialistas. El partido va a rastras y está eclipsado por Más Madrid, la primera fuerza de la oposición a la presidenta autonómica. Lobato, el candidato favorito de Ferraz, dificulta a los alcaldes de su partido que gobiernan en coalición con Ciudadanos, como en Alcalá de Henares, repetir mandato tras las elecciones municipales del año que viene.
Los naranjas no solo apoyan a los socialistas en la ciudad complutense, la segunda más importante de la Comunidad, también asisten al regidor de Leganés, Santiago Llorente y al de San Sebastián de los Reyes, Narciso Romero. Y, en Alcobendas, el pacto entre Ciudadanos y PSOE les llevó a compartir la alcaldía que ahora ostenta el naranja Aitor Retolaza tras el periodo de Rafael Sánchez Acera, del PSOE.
El razonamiento que hacen destacados miembros de la federación madrileña del PSOE es que con Ciudadanos muerto en la Comunidad, el partido perderá importantes alcaldías. El auge del PP y de su líder regional, además, vaticina una época difícil para los socialistas madrileños, que además, lamentan el efecto 'Moncloa' que pesa sobre ellos. En plata: que buena parte de su capital político se desempeñe en el Gobierno de España. Habrá que ver si esta va de vuelta. En el PSOE suenan bien los nombres de algunos ministros como candidatos.
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