España

Albert Boadella: "Hubiera votado a CS pero el nivel de amoralidad de Sánchez me obliga a votar a Feijóo"

El dramaturgo y presidente de Tabarnia afirma, "como artista", estar más que encantado de que haya un torero en la política, refiriéndose al vicepresidente de Valencia, Vicente Barrera. Considera que el mayor error de la Transición fue ceder la Educación a las CCAA y lamenta que Ciudadanos no se haya presentado a las elecciones

Albert Boadella se fugó de una cárcel en el franquismo. Lo suyo se pareció más al Paul Newman de El Golpe, que al Michael Scofield de Prison Break. Simuló estar enfermo para que lo trasladasen de la prisión Modelo al Clínic de Barcelona. Pidió permiso a sus dos vigilantes para ir al baño, se disfrazó de médico con unas ropas que había en el armario, salió por la ventana y caminó por la cornisa hasta entrar en la habitación contigua. Los vigilantes no le reconocieron y en la puerta del centro estaba su mujer esperando con el coche en marcha. Boadella asegura que lo hizo por el apasionado amor que sentía por su mujer, Dolors, y se "hubiera liado a tiros de ser necesario".

Aquello ocurrió en el 77, pero demuestran los arrestos de un dramaturgo que ha luchado siempre por quitarse los grilletes. España ha cambiado desde entonces. En el 2006 formó parte del grupo de intelectuales que fundó Ciutadans de Catalunya, el origen del actual Ciudadanos. Boadella lamenta que el que fuera su partido haya decidido no presentarse a estas elecciones generales. Cree que aunque les hubieran votado "50.000 personas" debían haberlo intentado, y que es mejor "constatar un fracaso" que una "lenta desaparición a lo largo del tiempo".

Considera que el espacio político de centro es necesario, porque si no "a muchos nos toca elegir entre tontos y sinvergüenzas". Sin CS se queda huérfano de voto, pero reconoce que ahora "hay un sinvergüenza demasiado grande que ha superado todos los límites de la amoralidad, Pedro Sánchez" y, por ello, votará "a Feijóo".

La vida le ha brindado momentos difíciles, para más que nada gustosos. Tanto es así que procura no beber demasiado del vaso de la nostalgia, porque podría ser absorbido por ella como un agujero negro y "se pasaría el día escribiendo memorias". En conversación telefónica con Vozpópuli, Boadella habla de aquella cárcel de los 70, de Ciudadanos, de Sánchez y hasta del secreto de la felicidad -si es que lo hubiere-.

Pregunta: Usted es cómico, pero la tragedia parece ser la tónica habitual de aquel partido que alumbró hace dos décadas, Ciudadanos. ¿Queda algo de entonces en el Ciudadanos de hoy?

Respuesta: Queda el intento de posicionarse en un espacio de centro que no obligue a muchísimos ciudadanos españoles a tener que escoger entre los tontos y los sinvergüenzas. La sinvergonzonería ha llegado muy lejos y hay que optar por los menos listillos. A muchos ciudadanos les gustaría encontrar una posición intermedia, donde el conocimiento y la inteligencia prevalezcan sobre la estructura de partido, que es lo que hace que PP y PSOE pierdan la credibilidad y la cordura. El problema de Ciudadanos fueron los morros finos, élites que a la mínima se enfadan y se revuelven contra el partido. Esa fidelidad que tiene un PSOE o un PP no existe en este tipo de partidos de centro. Este es el problema de Ciudadanos, aunque también hay hechos que han obligado a la supresión del partido.

P: ¿Comparte la decisión de que CS no vaya a elecciones?

R: No, no la comparto. Aunque hubiéramos sacado 50.000 votos había que haberlo intentarlo y que CS dejara constancia de su presencia o la posibilidad de volver con fuerza. Es evidente que se hubiera dejado constancia del fracaso, pero la desaparición a cámara lenta no creo que sea positiva para el proyecto. Si se hubieran presentado, por lo menos yo hubiera podido votarles.

P: ¿Se ha puesto en contacto con usted la directiva actual para ficharle? Se supone que están en pleno rearme intelectual…

R: No, ningún contacto. Yo apoyé a Ciudadanos hasta el final, hasta Inés Arrimadas, pero a la nueva dirección no la conozco, no sé por dónde quieren ir. No creo que les pueda interesar demasiado lo que yo les diga.

P: Algunos miembros del partido consideran que CS debe replegarse en Cataluña, ¿comparte este punto de vista?

R: Si CS se hubiera concentrado en Cataluña es posible que el panorama de Cataluña fuera distinto. Quizás hubiera conseguido aglutinar a todo lo que no es nacionalismo. El problema de Cataluña es el más grave que sufre España. Lo ha contaminado todo. La judicatura, la sociedad, todo… Todos los males vienen de Cataluña, igual que muchas cosas positivas vinieron de ella a finales del franquismo. Si se hubiera mantenido CS en Cataluña el éxito del partido hubiera sido mayor. Aun así, España necesita un partido de corte liberal al que mucha gente con aspiraciones de que la política sea otra cosa tenga la posibilidad de votarlo. Quizá el gran error de CS fue creer que tendría mayoría absoluta. Un partido con 25 diputados nacionales hubiera hecho un trabajo extraordinario.

Todos los males vienen de Cataluña, igual que muchas cosas positivas vinieron de ella a finales del franquismo
Pregunta: ¿A quién votará al no haber opción de centro?

Respuesta: Yo hubiera votado a Ciudadanos. Pero no se presenta, y hay un sinvergüenza demasiado grande que ha superado todos los límites de lo amoral. La amoralidad del presidente ha llegado a un nivel que me veo obligado a votar a Feijóo.

P: Como taurino, me gustaría que me diera su opinión sobre el nombramiento del torero de Vox, Vicente Barrera, como vicepresidente de la Comunidad Valenciana y consejero de Cultura. Muchos pusieron el grito en el cielo por el hecho de que un torero maneje la cultura de una CCAA…

R: Se quejan porque hay un señor que mata toros gobernando y hay gente en los Ayuntamientos del País Vasco que ha matado personas. Es una contradicción divertida. Barrera fue un magnífico profesional, un gran torero. Me parece una garantía para la política que acceda a ella alguien que sea bueno en su trabajo. Como artista no puedo estar más que encantado de que haya un artista en la política, un artista al que vi torear y me pareció magnífico. Barrera me parece un 10 sobre 10.

Albert Boadella en el Teatro Canal de Madrid / Europa Press.Europa Press.
Se quejan porque hay un señor que mata toros gobernando y hay gente en los Ayuntamientos del País Vasco que ha matado personas
Pregunta: Usted señaló que los Goya le provocan el máximo desprecio a su profesión. Precisamente, hace poco, el premiado actor Karra Elejalde dijo que se sentía orgulloso de que en su país (País Vasco) no hubiera ni un solo representante público de la ultraderecha. Que haya representantes de Bildu o que haya asesinos que sacaran concejalía parece darle igual…

Respuesta: Esto forma parte del estado de degradación democrática al que hemos llegado. El sentido profundo de la democracia se ha destruido porque se han sobrepasado líneas rojas. Se ha dicho de todo a los jueces, gente con implicaciones en el terrorismo han dictado la política que había que hacer… Se toleran cosas que hace 30 años no se hubieran tolerado. El peligro es el de siempre. Antes era un general con cojones que quería arreglar España y ahora son sistemas autoritarios camuflados bajo velos pseudodemocráticos.

P: También hemos conocido recientemente que Antonio de la Torre cerrará las listas de Sumar en Málaga. ¿Es la progresía condición sine qua non para salir en películas españolas?

R: Sí, sin duda. El mundo progre, la izquierda, es el 90% de nuestro gremio. No hay duda. Esto está científicamente comprobado. Tiene una lógica y es que en una época la izquierda fue la que más facilitó la sopa boba. Esto ha provocado una inmensa falta de libertad de ideas. Es un gremio que solo tiene una mirada sobre la sociedad. Un gremio que se caracterizó por una cierta libertad de expresión en su momento y ahora ha quedado destruida. Incluso la gente que no está del todo de ese lado se aplica la autocensura.

P: Respecto a Cataluña, dice Pedro Sánchez que el procés es cosa del pasado gracias a su Gobierno. ¿Cómo lo ve?

R: Eso demuestra que no tienen ni puñetera idea de la historia de los últimos cien años de Cataluña. No han entendido nada o no les interesa. Lo que sucede es claro, hay dos generaciones educadas en el odio a lo español. El gran error de la transición es el traspaso de la Educación a las CCAA. A País Vasco y Cataluña habría sido más fácil y rápido traspasarles los tanques. La cesión de la Educación ha provocado una manipulación de la historia, la incitación a la paranoia constante con el vecino y una instigación a la xenofobia.

A País Vasco y Cataluña habría sido más fácil y rápido traspasarles los tanques que la Educación
Pregunta: El presidente también dijo en una reciente entrevista que él no miente, que él cambia de opinión.

Respuesta: (Risas) Esto demuestra que tiene cierto sentido del humor. No pensaba que Sánchez tenía tanto sentido del humor. En el fondo, seamos misericordiosos. ¿Cómo se puede defender de lo que ha hecho?

P: Para alguien que escapó de la cárcel como usted, ¿qué es más difícil, huir de prisión o que no te llame facha Irene Montero?

R: Que te llamen facha es tan fácil... Huir de prisión tiene sus complicaciones, hay que hacer toda una estructura, en mi caso una estructura incluso teatral, un montaje de los más complicados de mi vida. Hoy no solo te llama facha por cualquier cosa Irene Montero, sino cualquiera que pasa por la calle. Por esta entrevista me caerán unos cuántos 'facha'. Facha se ha convertido en una palabra honorífica. Si no te llaman facha, tienes que empezar a preguntarte qué has hecho para no estar a la altura de las circunstancias.

Albert Boadella en el Teatro Canal de Madrid / Europa Press.Europa Press.
Facha se ha convertido en una palabra honorífica
Pregunta: ¿Cómo recuerda su vida en prisión?

Respuesta: Lo recuerdo con mucha angustia por mis circunstancias. La circunstancia desfavorable era que hace poco había conocido a Dolors, mi mujer. Tenía un enamoramiento, una furia, una pasión loca por aquella mujer. Al poco tiempo me meten en la cárcel y me privan de pasar las noches con ella. Eso para mí era lo peor de lo peor. Hubiera matado para poder salir. No hubiera tenido miramientos. Si hubiera tenido que hacerlo a tiro limpio lo hubiera hecho por mi pasión por aquella mujer.

P: Una última cuestión más filosófica. ¿Diría que hoy la gente es menos feliz que en la transición o en la dictadura?

R: El hombre se crece con las dificultades. La facilidad no crea gente especialmente feliz. El placer tiene que ver con el dolor. Si el equilibrio dolor-placer no funciona bien pues obviamente el placer no será demasiado grande. La época final de la dictadura tuvo cierta felicidad. Había un enemigo común, teníamos algo de dinerito en el bolsillo y ciertas normas y dificultades que enfrentar. Otra época enormemente feliz es la que transcurre entre los 80 y el 95. Una época de inmensa libertad. En la actualidad hay menos sentido de la libertad. La gente se autocensura más. Esa sensación de acceder a todo y tenerlo todo no creo que ayude a eso que llamamos felicidad. Hay que buscarse ciertas dificultades. Yo me he buscado adversarios, he luchado contra personas que me han colocado dificultades. Y eso me ha proporcionado momentos de enorme felicidad.

P: En 2001 publicó sus memorias, 'Memorias de un bufón'. Estamos en 2023 y aquí sigue. ¿Show must go on?

R: Lo publiqué cuando todavía tenía memoria (Risas). Es que no sé hacer otra cosa. Si tienes salud para hacer lo que te gusta y no lo haces, solo esperas a que la vida se acabe. En un mes cumplo 80 años, me encuentro bien físicamente, hago algo de ejercicio y tengo una salud aceptable. Entonces, ¿qué me queda? Hacer lo que me gusta y contribuir a los demás. El cristianismo conocía, la fórmula perfecta de la felicidad, que es provocar la felicidad de los demás. Por tanto, estoy encantado de la fortuna que tengo, de poder enseñar a autores de teatro jóvenes y talentosos que, encima, me escuchan.

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