El discreto resultado obtenido por el presidente de Ciudadanos y candidato a La Moncloa el 20-D, Albert Rivera, en los últimos debates electorales televisados instaló sobre todo una pregunta en la opinión pública: ¿Evidenció el líder naranja cierto nerviosismo? Vozpópuli se ha puesto en contacto con dos expertas psicoanalistas del Grupo Cero, Helena Trujillo y Virginia Valdominos, cuyo diagnóstico pone sobre la mesa algunas claves interesantes. Una de ellas aparece destacada sobre el resto: Rivera, el político precoz, que ganó con 21 años la Liga de debate universitario y que con 26 años se puso al frente de un partido, acusa un estado de ansiedad por llegar a La Moncloa, su principal meta.
A la pregunta de si el líder de C's dio muestra de demasiado nerviosismo en los dos últimos enfrentamientos entre candidatos en televisión, especialmente en la primera parte del que emitió Atresmedia, la respuesta de la experta Helena Trujillo es la siguiente: "Hemos visto a un Albert Rivera 'bailando' en estos debates, mostrando su ansia de poder. Más que manifestar su hiperactividad, característica que un psicoanalista nunca definiría como defecto si la actividad se orienta hacia acciones reales, expresa su fantasioso deseo de poder. El que sabe esperar no necesita hacer concesiones, pero Rivera no sabe esperar y lo está manifestando con su lenguaje corporal, con el que invita a acabar el debate", apunta Trujillo.
Asimismo, esta psicoanalista y especialista en asesoramiento político observa que Rivera abusa de "frases prefabricadas" que intentan "conectar con una parte del electorado que ve en la imagen de otros países un ideal a alcanzar". Trujillo advierte de que los países que el líder de C's pone como ejemplo, Dinamarca, Alemania, Francia o EEUU, "presentan problemáticas sociales y éticas a las que no aspiramos los españoles". "La mayoría de los ciudadanos de este país están a la espera de tener políticos con ideales, con una idea clara de gestión de los recursos de todos para todos", precisa la experta del Grupo Cero.
Un presidente requiere "capacidad de gestionar la angustia" en las situaciones de cambio, afirma la psiconalista
Según prosigue Trujillo, "hemos visto surgir, fruto de una crisis económica lampante y la falta de sensibilidad de los políticos" hacia esos problemas sociales, partidos emergentes liderados por jóvenes que manifiestan "su deseo de cambiar las cosas, romper el bipartidismo". En este contexto, explica, es el que ha irrumpido Rivera y ahora no puede fallar. "Vivimos una época de nuevos liderazgos o nuevos candidatos a liderar un cambio político" y ello supone para muchos ciudadanos, considera Trujillo, "una esperanza de creer en la política y acercarse a la participación democrática activa". Alrededor de un 35% de las personas con derecho a voto no acuden a las urnas, recuerda.
Asimismo, esta experta se detiene a analizar la relación de Rivera con su círculo más próximo a nivel profesional. "Entre las cualidades de un líder está la de tener un buen equipo a sus espaldas, trabajadores, gente valiosa y simpatizantes que confían en la posibilidad de ver representadas sus ilusiones en una voz", explica la psicoanalista. Sin embargo, a su juicio, "Albert Rivera parece hablar por sí mismo, en tanto su trayectoria es la de alguien resentido por el trato recibido en el PP y que ahora quiere demostrar por su cuenta que él puede solo". "No Albert, solo no se puede, el ejercicio de la política y el desempeño de la labor de un presidente requieren gran responsabilidad, tolerancia, paciencia, respeto y, sobre todas las cosas, capacidad de gestionar la angustia que todas las situaciones de cambio producen", sentencia la psicoanalista consultada por Vozpópuli. En relación con esta visión, su compañera del Grupo Cero, Virginia Valdominos, señala que detrás del nerviosismo del líder de C's también puede haber un "miedo a gobernar sin equipo".
Rivera no presenta "un carisma que le diferencie del resto de políticos que hemos conocido hasta el momento en España"
Hablando de nuevos liderazgos, Helena Trujillo comenta que Rivera no presenta "un carisma que le diferencie del resto de políticos que hemos conocido hasta el momento en España". Según esta psicoanalista, "no hay futuro si los representantes políticos no incorporan en su pensamiento los conocimientos que la Teoría del Inconsciente de Freud aportó a comienzos del siglo XX sobre la vida humana en sociedad, el narcisismo, la agresividad, o la tendencia del ser humano a repetir errores". La especialista del Grupo Cero recalca que "lo más difícil es transformarse, lo más difícil es lo nuevo".
El difícil efecto de un tono constante
Respecto al perfil bajo que Rivera ha empleado en debates electorales y en mítines, sin elevar el tono ni realizar discursos apasionados, rehuyendo el enfrentamiento, Trujillo señala que "cuando se habla de una verdad humana no importa si se hace en alta voz o como pequeña gota que cae". Por su parte, Valdominos, la otra especialista, cree posible que un político que no suba la voz pueda convencer a masas, pero apunta que "desde Gandhi no conocíamos a nadie". Precisamente, en el mitin del pasado domingo en Vistalegre, Rivera parafraseó a Mahatma Gandhi para denunciar los últimos ataques recibidos desde todas las fuerzas políticas: "Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas".
No obstante, lo importante, explica Trujillo, es "tener un mensaje que dar, el señor Rivera el único mensaje que transmite es que quiere ser presidente, pero todavía no sabemos si ese poder que tanto anhela sabrá gestionarlo a favor de todos los españoles", concluye.
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