Alberto Fabra da por hecho que finalmente será el candidato del PP a la Comunidad Valenciana. Génova ha dudado hasta el último momento en ratificarle como cabeza de lista. Su gestión no ha sido excelente y su tirón popular es muy débil. Las encuestas no le son favorables y tiene problemas internos en el partido. Pero a Rajoy no le seducen los cambios y nadie duda de que finalmente ha decidido apostar por la continuidad. Tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento, donde Rita Barberá, pese a sus dudas iniciales, se presentará por séptima vez consecutiva.
No era la mejor opción la de Fabra para concurrir en unas autonómicas que se adivinan muy complicadas y en las que el PP puede perder una de sus plazas más simbólicas. En el partido se ha trabajado en busca de otras alternativas menos arriesgadas. González Pons era la primera, pero el vicesecretario general del partido se ocupa ahora de los asuntos comunitarios en su condición de eurodiputado y resultaría muy difícil el cambio. En Génova se contemplaba con interés la opción de Isabel Bonig, coordinadora general de la formación en esa comunidad, pero en el último momento esta alternativa parece haberse caído de cartel.
En el partido se ha trabajado en busca de otras alternativas, como González Pons o Isabel Bonig, pero en el último momento cambiaron de idea
Desvelar las dudas
Mariano Rajoy visita este jueves Valencia para asistir a un acto del partido y, al tiempo, para desvelar las dudas a Fabra. Al menos eso es lo que se piensa en el entorno del presidente de la Generalitat. De ahí que haya decidido suspender el pleno convocado para miércoles y jueves, con la excusa de que viaja a Berlón y luego ha de atender al presidente del Gobierno. La semana pasada ya hizo lo propio. Nada de sesiones de control al president en vísperas de una decisión tan comprometida. Fabra ha luchado en forma intensa por conseguir la nominación, a pesar de que casi todo estaba en su contra. En especial la herencia que le dejó Camps, una región con las cuentas en números rojos y con el partido inundado de dirigentes con problemas con la justicia.
Poco a poco Fabra ha enmendado parcialmente este desaguisado. Montoro reconocía la semana pasada que la Comunidad Valenciana está infrafinanciada, pero "no hay tiempo para enmendarlo". Un capote de alivio al president, que ha venido insistiendo en este punto durante los últimos años. También despejó de imputados a su grupo parlamentario, con la salida de Ricardo Costa y Yolanda García, los dos últimos diputados con problemas judiciales. Y finalmente consiguió la renuncia de la alcaldesa de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, ahora de presencia habitual en los platós.
La batalla por la Comunidad Valenciana va a ser muy dura, es evidente que el desgaste del PP no es menor y conseguir una mayoría suficiente para poder gobernar va resultar sumamente difícil
Una batalla difícil
La batalla por la Comunidad Valenciana va a ser muy dura. Al margen del efecto Podemos, aún por medir en este territorio, es evidente que el desgaste del PP no es menor y conseguir una mayoría suficiente para poder gobernar va resultar sumamente difícil. Ayer mismo se conoció que Ciudadanos ha designado a Carolina Punset, hija del famoso divulgador televisivo, como candidata a la presidencia. Punset es concejal de Jávea y goza de un reconocimiento notable en su partido, que está en ascenso en esa comunidad, de acuerdo con los sondeos.
Rajoy anunciará el próximo día 10 de febrero las listas electorales del PP, según informó un portavoz del equipo de campaña. El lunes 9 se reunirá el comité electoral, que preside Alicia Sánchez-Camacho, para ultimar la esperada liturgia. Valencia y Madrid son los dos territorios donde el suspense es mayor. Aunque no se esperan enormes sorpresas, según fuentes del partido. Esperanza Aguirre, por ejemplo parece que, pese a los nervios naturales, será finalmente la elegida para disputar el municipio madrileño. Hace unos meses se hablaba de que Rajoy quería sangre nueva. Habrá que ver pero no son esas las sensaciones que palpitan ahora mismo en la formación conservadora.