Avance del PP entre uno y dos escaños, retroceso de la lista socialista que encabeza Pachi Vázquez en parecida magnitud y fragmentación del espacio nacionalista. Este es el resumen del último sondeo interno que maneja el equipo de Alberto Núñez Feijóo para las elecciones gallegas del próximo domingo. Hay euforia contenida en las filas del PP aunque también hay dirigentes regionales que temen que, al final, la mayoría absoluta se vea en peligro por el gran volumen de voto oculto que puede esconderse detrás de las encuestas.
Los sondeos del PP reflejan un aumento de hasta dos escaños, la caída de los socialistas en parecida proporción y la fragmentación del espacio nacionalista
“Una cosa es la demoscopia y otra bien distinta la realidad que palpamos en la calle”, resume un veterano dirigente del PP gallego. Las encuestas arrojan la posibilidad de que la candidatura que encabeza Núñez Feijóo llegue a sumar hasta 40 escaños, dos más de los necesarios para gobernar con mayoría absoluta. Sin embargo, el malestar que se detecta entre amplias capas de la población gallega por los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy, puede suponer un alto coste para el PP regional que, al final, de la vuelta a los sondeos. Este es el principal temor de un sector del partido.
La constatación de este desasosiego es lo que ha hecho que en el guión de campaña Mariano Rajoy esté teniendo una presencia mínima en los actos electorales e, incluso, que en buena parte de la cartelería haya desaparecido el logo del PP. En contraste con ello, todo el protagonismo está siendo para el presidente Núñez Feijóo, quien ha comprometido su presencia en cerca de 500 actos en los que mantendrá un contacto directo con la gente. “Alberto es consciente de lo que se juegan él y Rajoy en esta campaña y lo está dando todo”, se asegura en su partido.
"Alberto sabe lo que Rajoy se juega en esta campaña y lo está dando todo", aseguran en el PP gallego
El PP se configura siempre en todos los escenarios, incluso en los peores, como la formación más votada, pero de no llegar a los 38 asientos en el Parlamento regional tendrá casi imposible gobernar por la suma de papeletas entre el PSOE y los tres partidos nacionalistas que concurren a las elecciones del próximo domingo. De ahí la importancia de medir el voto oculto y de contener la euforia que emana de las encuestas, aseguran las mismas fuentes.
En las encuestas que maneja el PP, la lista de Mario Conde no llega a obtener representación parlamentaria, a pesar de que comenzó fuerte la campaña. “Sus posibilidades se han ido desinflando poco a poco”, comentan en el partido de la gaviota.
El presidente del Gobierno apenas está pisando Galicia para que no se dispare el voto de los descontentos
En el análisis que hace el equipo de Feijóo se relaciona la holgura de la mayoría absoluta a la bajada de los socialistas, que pueden perder entre dos y tres escaños y también a la fragmentación del Bloque Nacionalista Gallego, enfrentado a la candidatura propia que encabeza José Manuel Beiras.
Todo el PP gallego es consciente de lo que se juega Mariano Rajoy en estas elecciones. Una nueva mayoría absoluta para Feijóo será interpretada como un aval a la política económica del Gobierno central, en trance de pedir el rescate a la Unión Europea. En cambio, el hipotético desalojo del PP de la Xunta sería leído en clave de fracaso y le pondría la legislatura a Rajoy todavía más cuesta arriba, teniendo en cuenta que se espera un pobre lucimiento de Antonio Basagoiti y de Alicia Sánchez Camacho en el País Vasco y en Cataluña.
