La alcaldesa de la localidad cordobesa de Torrecampo, Francisca Alamillo (PSOE), se ha vacunado contra el coronavirus sin pertenecer a un grupo de riesgo, según ha confirmado ella misma en redes sociales tras la denuncia hecha pública por el PP en dicho municipio. Se suma así a otros dos alcaldes socialistas, que también han recibido ya la vacuna, a pesar de no formar parte tampoco de ningún grupo de riesgo prioritario
En su perfil de Facebook, la regidora socialista ha explicado que el 19 de diciembre la residencia de mayores Torrecampo, de la que ella es presidenta, remitió un documento a la directora de Enfermería del Área Sanitaria correspondiente indicándole las personas (residentes y trabajadores) que deseaban vacunarse.
Señala la regidora que se comunicó la relación que le vincula a la residencia y su deseo expreso de no ser vacunada hasta que le correspondiera por el grupo de población al que pertenece.
"Cuando comienzan a realizarse los test de antígenos y teniendo en cuenta que visito la residencia semanalmente como componente del organigrama de la misma al ser presidenta de la misma y no como cargo político, la enfermera gestora de casos da su autorización a que me realicen dicho test", asegura Alamillo.
Explicación de la alcaldesa
Según explica, el 12 de enero llegan a la residencia las vacunas y las enfermeras inician la vacunación sobre el documento que poseen en ese momento, si bien a la cita no acude una trabajadora y otra que en principio se la iba a poner porque no está prestando servicios por finalización de contrato.
"Al final sobran dos vacunas y las enfermeras pidieron a la dirección del centro que llamara a dos personas rápidamente, y el director dijo que en 30 segundos se presentarían dos personas", argumenta la regidora.
Ante esta situación y teniendo en cuenta que habían indicado que "las personas de baja no se vacunan", la dirección del centro "llama a la auxiliar que inicialmente estaba en el listado pero ahora no está prestando servicio en el centro" y "me llama a mí, como presidenta, puesto que acudo al centro todas las semanas".
Por lo tanto, la dosis que le ponen "no le ha sido hurtada a ningún trabajador del centro y, por supuesto, a ningún residente", según concluye la alcaldesa.
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