Este sábado se cumplen 29 años desde la violación y asesinato de las tres niñas del Alcàsser, pero el caso sigue sin estar resuelto. La justicia española mantiene la búsqueda de Antonio Anglés, al que se quiere sentar en el banquillo de los acusados por rapto, violación y asesinato. Hoy tendría 55 años, siempre que este siga vivo.
Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 1992 en Picassent, donde Miriam, Toñi y Desirée, conocidas como ‘las niñas de Alcasser’, se dirigían a la discoteca Coolor. Nunca llegaron, ya que según asegura la sentencia, Antonio Anglés y Miguel Ricart las introdujeron en un coche para llevárselas al barranco de La Romana a perpetrar la violación y los asesinatos, a algo más de 30 kilómetros de Alcàsser.
Miguel Ricart fue detenido y tras un largo periodo en prisión preventiva, finalmente fue condenado a 170 años de prisión. Cumplió 21 años, debido a la suspensión de la Doctrina Parot, por lo que en noviembre 2013 fue liberado. Desde entonces, no se sabe donde ha ido, aunque en enero le identificaron en Madrid. De Antonio Anglés, aunque hay sospechas, no se conoce su paradero.
El rastro se pierde en la costa de Dublín, donde se halló un chaleco salvavidas que desapareció del 'City of Plymouth', el barco en el que se escondió para huir de la justicia
El rastro se pierde en la costa de Dublín, donde se halló un chaleco salvavidas que desapareció del 'City of Plymouth', el barco en el que se escondió para huir de la justicia. Aquel día, un 24 de marzo, el mar no solo estaba frío, sino que además había un poderoso oleaje, por lo que no se sabe tan siquiera si Anglés llegó con vida a la costa o murió ahogado.
Este capítulo se ha estudiado en profundidad por parte de las autoridades españolas. El pasado febrero, el juzgado de instrucción 6 de Alzira, donde se ha mantenido abierta la investigación durante todos estos años, emitió una comisión rogatoria con el objetivo de que el capitán de la embarcación declarase sobre el caso. Ya lo hizo en 1993 ante la policía irlandesa, pero no arrojó mucha luz sobre el caso.
El capítulo de su huida en barco es el que más incógnitas levanta entre las personas que mantienen la búsqueda de Anglés, ya que es la parte donde existen menos detalles. Se contempla, incluso, que un miembro de la tripulación del 'City of Plymouth' le ayudase a huir antes de que la policía irlandesa entrase al barco para detenerle. El capitán Stevens, al mando del navío durante aquella travesía, siempre aseguró que alguien le ayudó a escapar, ya que la puerta del camarote estaba cerrada con llave.
Pese a las incógnitas, la búsqueda sigue y por ello, el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira ha trasladado indicaciones y recomendaciones a Policía Nacional para tratar de encontrar al prófugo tras 29 años de huida. La propia jueza ha dado permiso a la Policía Nacional para mostrar de forma pública el perfil de Anglés, con un retrato robot que estima cómo sería su aspecto en la actualidad. Se hará una campaña divulgativa a nivel europeo y se pedirá colaboración ciudadana para buscarle en coordinación con Europol.
Al fin y al cabo, Antonio Anglés sigue siendo uno de los fugitivos más buscados por las autoridades europeas pese a que han pasado ya tres décadas. Ya no solo por la enorme gravedad de los hechos, sino por todo el tiempo que se alargó la investigación y su repercusión, durante todo este periodo, en los medios de comunicación. El caso Alcàsser se convirtió en el primer caso mediático de nuestro país, por lo que es recordado, en mayor o menor medida, por toda la sociedad española.
La huida de Anglés: de Alcàsser a Portugal
A Antonio Anglés se le pierde la pista el 27 de enero de 1993, el día que descubren el cuerpo de las niñas y huye de su casa en Catarroja a través de una ventana. Comenzó un recorrido a través del cual consiguió atravesar la península hasta Lisboa en dos meses. Según la investigación, se conoce con total seguridad qué pasos dio, gracias a que dejó un rastro biológico. Primero se escondió en un corral en Alborache para después, ir a Valencia a teñirse el pelo. El 30 de enero, se refugia en la estación de Vilamarxant, de la que huye para después esconderse en un chalet abandonado en Benaguasil. Ya el 10 de febrero, su rastro se encuentra en Cuenca, donde secuestra a un agricultor a punta de cuchillo, al que obliga a conducir hasta Minglanilla (Cuenca). Allí, roba una furgoneta.
Después, aparece un testimonio en Madrid al que la Guardia Civil le da bastante fiabilidad. En la Plaza de Tirso de Molina, un hombre fue secuestrado a punta de pistola. Este aseguró que el autor fue Antonio Anglés. Posteriormente, un ganadero extremeño reconoce al sospechoso en un coche. Desde ahí, entró en Portugal, donde ya en marzo le compró a un pescador adicto a la heroína de Cascais su pasaporte y su carné marítimo, además de obtener acogida y comida. Lo logró gracias a los dos millones de pesetas que le dio su madre.
Desde el 27 de enero, inició una huida desde Catarroja hasta Lisboa. Se embarcó en el 'City of Plymouth' el 18 de marzo tras convivir con un toxicómano en Cascais
La Policía recibió un chivatazo, pero cuando llegaron a la casa del toxicómano, Anglés ya se había marchado. Se introdujo en el 'City of Plymouth' como polizón. El 18 de marzo, el barco zarpa rumbo a Liverpool, pero le descubren, por lo que le encierran en un camarote. Logra huir, el 23 de marzo, en un bote salvavidas, pero es rescatado y devuelto al buque. Al día siguiente, en el puerto de Dublín, atraca el 'City of Plymouth', pero Anglés ya no estaba ahí y faltaba un chaleco salvavidas que se encontró posteriormente en la costa de la capital irlandesa. Ahí es donde el principal sospechoso del triple asesinato desaparece sin dejar rastro, sin ni siquiera la certeza de saber si sigue con vida.
La búsqueda de Anglés se mantendrá viva hasta el 14 de diciembre de 2029, fecha en la que prescribirá el delito, ya que se toma como referencia esa misma fecha de 2009, momento en el que la policía intervino el teléfono de Kelly, la hermana de Antonio Anglés. Se considera la última diligencia tomada como prueba. Se sospecha que incluso podría estar en Sudamérica, más en concreto en Brasil, país de donde procede su madre.