Las maniobras de un caza de combate F-18 del Ejército del Aire y del Espacio en diversos puntos del espacio aéreo del País Vasco y de Navarra suscitaron la curiosidad de los vecinos, que percibieron el estruendo del avión en mitad de la noche, y de políticos, que registraron preguntas en el Congreso de los Diputados para conocer los motivos de estos movimientos. El episodio tuvo lugar a principios de este mes de febrero y ahora, unas semanas después, el Gobierno detalla las razones de este operativo: la irrupción de un vuelo comercial que no respondía a las habituales comunicaciones del control aéreo.
Es la noche del 5 de febrero. Un sonido confuso llama la atención de los ciudadanos que residen en las zonas de La Llanada (Álava), la Sakana (Navarra) y el Goierri (Guipúzcoa). Son aproximadamente las diez menos veinte cuando el ruido pone en alerta a los vecinos, según la información que publicó en esa fecha la Cadena SER. Algunos especularon con la posibilidad de que pudiera tratarse de un terremoto o de alguna explosión lejana.
Pero la respuesta estaba en los cielos. Un avión militar del Ejército del Aire voló a gran velocidad para interceptar una aeronave que había irrumpido en el cielo aéreo español incumpliendo la normativa de vuelo. El avión movilizado fue un caza de combate F-18 del Ala 12, con base en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
Dos días después del episodio, los diputados de EH Bildu Jon Iñarritu y María Isabel Pozueta registraron una iniciativa en el Congreso de los Diputados para conocer los motivos de la maniobra del caza de combate del Ejército del Aire. Y ahora, en el último Boletín Oficial de las Cortes -con fecha de este lunes, 21 de marzo- se recoge la respuesta del Gobierno ante las preguntas formuladas por estos parlamentarios.
El 'alfa scramble'
Según el Ejecutivo, esa noche despegó "un avión del Sistema de Defensa Aérea", el citado F-18 del Ala 12 del Ejército del Aire, que adoptó "la velocidad necesaria para identificar a una aeronave que no comunicaba ni respondía a las llamadas del control aéreo". Y añade el Gobierno: "La aeronave, que resultó ser un avión comercial, finalmente contactó con el control de tráfico aéreo, finalizando en este momento la misión y regresando el avión a la base".
Ese 'silencio' propició el alfa scramble del caza de combate español, nombre con el que se conoce a la maniobra de despegue rápido para interceptar aviones que sobrevuelan el espacio aéreo incumpliendo la normativa vigente. Entre otros, se exige que las aeronaves cumplan su trayecto con el transpondedor encendido -el localizador- y que atiendan a las correspondientes comunicaciones del control aéreo.
Las aeronaves del Ejército del Aire tienen asignada la misión de identificar, en sus operaciones permanentes, los aviones que incurran en el incumplimiento de alguna de estas exigencias sobre el espacio aéreo español. Por la posición geográfica de nuestro país, así como por la densidad del tráfico aéreo sobre nuestros cielos -España es punto de conexión natural entre África, América Latina y Europa-, se trata de una misión fundamental para la seguridad nacional.
Gracias a estas maniobras de alfa scramble, el Ejército del Aire ha logrado solventar algunos episodios que suponen una grave amenaza, como lo es la escolta de vuelos comerciales durante aterrizajes de emergencia. Ese fue el mediático caso de un vuelo de Air Canada que, al aproximarse a Madrid, detectó un reventón en una rueda con la consecuente afección a uno de los motores. Las fotografías y la información recabada por el caza de combate español permitieron una toma segura.
Misiones nacionales... e internacionales
Además, los cazas de combate españoles participan con frecuencia en misiones internacionales en cumplimiento de las labores asumidas por la OTAN de policía aérea en diversos países del este de Europa. Actualmente participan en Rumanía, y recientemente lo han hecho en Bulgaria o en los Bálticos.
El desarrollo de algunos de estos despliegues han estado marcados por momentos especialmente convulsos debido a la situación geopolítica y el estallido de la guerra de Ucrania, toda vez que buena parte de los aviones que sobrevuelan estos espacios desatendiendo las normas internacionales son aeronaves militares rusas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue testigo directo de una de estas amenazas reales, que propició un alfa scramble mientras celebraba una comparecencia ante los medios en la base aérea de Šiauliai (Lituania). En aquella ocasión, la alerta estuvo propiciada por la irrupción inesperada de dos cazas de combate rusos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación