España

Rubalcaba no hará las paces con el socialismo catalán hasta que defina su modelo territorial

La sangre no llegará al rio en la relación del PSOE con los socialistas catalanes, pues éstos ganarán mayor margen de maniobra en el Congreso de los Diputados para definirse en las cuestionas más sensibles para Cataluña. El nuevo protocolo por el que se regirán las relaciones entre ambos partidos está redactado, a la espera de que la ejecutiva federal presente en sociedad su propuesta federal.

El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, no quiere que los focos se centren de nuevo en exclusiva en el rifirrafe entre el PSOE y el PSC. De ahí que en las nuevas reglas que regirán la relación entre ambos partidos pesará, sobre todo, el modelo federal que este verano dará a conocer la Ejecutiva a través de un encuentro parecido al que sirvió en 2003 a José Luis Rodríguez Zapatero para defender en Santillana del Mar la que bautizó como la “España plural”, un proyecto que posteriormente se vino al traste con la polémica reforma del Estatuto catalán después de permanecer tres años dormida en el Constitucional.

El PSOE prepara un encuentro parecido al que alumbró la "España plural" hace diez años en Santillana del Mar

Los ‘cinco magníficos’ que ultiman el nuevo protocolo de relaciones entre el PSOE y el PSC son el ex ministro Ramón Jáuregui, los diputados Elena Valenciano y Óscar López, y, por parte de los socialistas catalanes, su secretario de acción política, Antonio Balmón, y el parlamentario Miguel Iceta. La clave del documento descansa en la mayor flexibilidad que tendrán los 14 diputados que el PSC tienen en el Congreso para votar por separado cuando se sometan a debate cuestiones “altamente sensibles” para Cataluña en las que no sea posible pactar una postura común entre los 110 parlamentarios con que cuentan los socialistas en la Cámara baja.

La primera vez que no fructificó el acuerdo en una votación fue en febrero pasado, cuando el PSOE y el PSC se enfrentaron por el llamado ‘derecho a decidir’ canalizado a través de una resolución de Convergencia i Unió. En dicha votación, la ex ministra Carmen Chacón quedó en tierra de nadie al no participar en ella. No pocas voces del grupo parlamentario socialista defienden que ese día cavó su tumba política, ya que le cerró puertas en el partido a nivel federal y también en la organización catalana, donde ha intentado últimamente marcar carácter sin éxito alguno después del férreo apoyo que tuvo por parte de ella cuando en el congreso federal celebrado en Sevilla en febrero de 2012, compitió con Rubalcaba por la secretaría general.

En el PSOE y en el PSC coinciden en que Chacón cavó su tumba política cuando se ausentó de la votación sobre el derecho a decidir

Las paces entre el socialismo español y el catalán se escenificarán, salvo nuevos episodios de choque, antes de las vacaciones de agosto, una vez que Rubalcaba haya pactado con los dirigentes territoriales su modelo federal y haya reciclado la herencia que en este terreno recibió de Zapatero. “La sangre no llegará al rio porque a ninguna de las dos partes nos conviene romper la unidad en el Grupo Parlamentario”, admiten fuentes del socialismo catalán, a sabiendas de que Cataluña es para el PSOE un territorio estratégico en cualquier consulta electoral de alcance nacional, en particular si se trata de unas legislativas, y de que la formación de un partido alternativo en esta comunidad desprendido de apegos soberanistas, llevaría muchos años.

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