La siguiente parada de la alta velocidad española será Alicante, con miras a expandirse algún día hacia Murcia y Almería. El próximo 23 de junio, dentro de menos de un mes, la flor y la nata de la política española y valenciana, empezando por el presidente Mariano Rajoy y la ministra de Fomento, Ana Pastor, inaugurará el AVE alicantino. El día elegido para su estreno estará, además, cargado de simbología: será la víspera de la noche de San Juan, el tradicional festejo con hogueras en la playa de la localidad.
Un lanzamiento que puede verse estropeado por el actual estado de las infraestructuras, en situación calamitosa: para empezar, apenas hay trenes homologados para circular a velocidades cercanas a 300 kilómetros/hora por el tramo que se inaugurará, el Albacete-Murcia (la alta velocidad ya llegaba a la ciudad manchega, desde la que se viaja a Valencia). En ese trecho, el sistema de señalización de las vías lo ha acoplado la firma francesa Alstom, por lo que solo sus naves pueden, de momento, rodar a cotas dignas del AVE nacional.
Lo malo es que los célebres y viejos S100 de Alstom (fueron los primeros en España en la relación Madrid-Sevilla, estrenada en el 92) están en declive: Renfe Operadora tan solo posee nueve unidades, muchos de ellos al parecer utilizados en el trayecto Madrid-Málaga. Para que puedan circular otros convoyes más modernos (de la propia Alstom, de Talgo, de Bombardier, de CAF), Renfe Operadora necesita más tiempo para hacer pruebas.
Más lento e incómodo, pero no barato
Entretanto, el gran perjudicado será el viajero: con paradas en Cuenca y Albacete, el tiempo para los S100 entre la capital y Alicante, estimado al principio en poco más de dos horas, ya rebasa la barrera de las dos horas y 30 minutos. Un AVE más incómodo que los de nueva generación y demasiado caro, teniendo en cuenta que el actual Alvia recorre ese espacio en tres horas y 10 minutos aproximadamente.
El único medio local en reportar estos graves percances es el diario Información. Según la cabecera, el retraso en las obras "no sólo demuestra los errores de planificación del actual equipo de Fomento (adjudicó la señalización del tramo en enero de 2012), sino que deja al descubierto la etapa de despilfarro que se vivió en los años anteriores. El AVE entre Madrid y la Comunidad Valenciana ha costado unos 9.000 millones de euros".
Ayer trascendió la última ocurrencia ministerial: a petición de Fomento, la UTE encargada de las obras que conforman Dragados, FCC y Tecsa ha establecido turnos de trabajo especiales de 24 horas. Pastor ha asumido que es muy difícil concluir la infraestructura en San Juan e intenta poner toda la carne en el asador para no darse de bruces con la realidad dentro de 23 días.
Sindicatos, empresarios y alcaldesa, unidos
“Tarde, mal o nunca”, lamenta Victoriano Ortega, responsable del sector ferroviario de CCOO en la provincia. Ortega critica que ni en Internet ni en la taquilla de venta hay noticias de los billetes o de las frecuencias que saldrán y llegarán a la estación provisional. “La empresa dice que el día 23 estarán listos, pero por ahora quien quiera planificar un viaje en AVE desde o hasta Alicante a partir de esa fecha lo lleva claro”, indica. En la web de Renfe, ayer era imposible adquirir un billete desde el día 23 de junio en adelante.
No solo protestan los sindicatos levantinos. Los hosteleros, representados por la Asociación Provincial de Hoteles, piden que los pasajes se pongan a la venta venta desde ya. “Los clientes no pueden planificar sus reservas y, una de dos, o se esperan al último momento o se deciden por ir a otro sitio con la consiguiente pérdida de reservas", clamó el martes Cristina Rodes, presidenta de esta patronal alicantina. También se ha manifestado con claridad en contra de la actitud de Fomento la alcaldesa, Sonia Castedo, del mismo partido (PP) que el Ejecutivo nacional.
Finalmente, no está terminada la nueva estación de AVE, erigida sobre la antigua terminal, en la céntrica calle de Bono Guarner. Concebida junto a dos tramos soterrados, idea que la crisis se ha encargado de liquilar, la estación provisional puede que termine recibiendo los primeros trenes debido al franco retraso de los trabajos en la nueva. Las obras, es verdad, se han acelerado estos días, también con turnos especiales: los obreros acuden al tajo por las noches y los domingos. Definitivamente, la bienvenida del AVE a Alicante se parece más a un despropósito.
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