El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quiere dejar la Portavocía nacional del PP para poder concentrarse en su labor como regidor, pese a que la primera intención era llevarlo a cabo en una "futura remodelacion de la dirección nacional", en plena guerra en el seno del PP, el popular buscará ahora que su cambio en el organigrama del partido sea pactado, según han informado a Efe fuentes de su entorno.
Martínez-Almeida tenía intención de dejar este puesto y, según Europa Press ""no hay nada oficial todavía", que le obliga a tener un doble papel -institucional y de partido- desde hace tiempo.
Ante la guerra abierta entre el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sus intenciones se habrían adelantado y ahora buscará dejar el cargo de común acuerdo.
El alcalde de Madrid se ha visto salpicado por la guerra entre ambos dirigentes después de que se denunciase un espionaje contra Díaz Ayuso a través de una empresa municipal madrileña; el pasado jueves compareció ante los periodistas para negar que se hubiese realizado encargo alguno a detectives desde el Consistorio.
Almeida guarda silencio ante la crisis del PP
Ese día prefirió no responder preguntas en calidad de portavoz nacional del PP y desde entonces ha guardado silencio en lo referente a la crisis abierta en el partido.
La única vez que el alcalde madrileño se ha pronunciado al respecto fue el jueves a primera hora de la mañana, tras las informaciones sobre una presunta contratación de una empresa de espionaje para controlar los contratos de Ayuso.
En ese momento, Almeida negó en rotundo que a través de la empresa municipal de vivienda se contratase a espías para investigar a Ayuso, aunque sí admitió que se indagó sobre los contratos por informaciones que llegaron al partido, algo corroborado posteriormente por Casado.
No obstante, ya este pasado jueves, manifestó que únicamente hablaría como alcalde de la capital.
Hacía tiempo que Almeida no se sentía del todo cómodo en este doble papel de portavoz nacional y alcalde. En su partido las cosas comenzaron a complicarse a partir de verano. El abogado del Estado se vio inmerso en la polémica por la Presidencia del PP de Madrid y en el cruce de acusaciones entre la Dirección Nacional de la formación y el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Fue en agosto de 2020 cuando Casado, quien lo designó candidato a la plaza del Ayuntamiento, le nombró portavoz nacional de la formación. En ese momento, Almeida había construido la figura de un alcalde "moderado" por su gestión durante los meses más duros de la pandemia, donde se erigió como una de las figuras políticas más reconocidas tanto en el PP como a nivel nacional.
Un "regalo envenenado" de Casado
Por eso, muchos entendieron este nombramiento como un "regalo envenenado" de Casado para restar el crecimiento en popularidad de Martínez-Almeida al tener que defender las medidas del partido a nivel nacional y alejarlo así de su figura de "alcalde de España".
Fue en septiembre cuando la figura de Almeida como portavoz nacional del PP comenzó a eclipsar todos sus actos de ámbito municipal. En ese mes, Ayuso, tras su contundente victoria en las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad, manifestó su intención de presentar su candidatura a presidir el PP madrileño.
Todos los ojos se dirigieron entonces al alcalde cuando Casado manifestó que tanto Ayuso como Almeida era dos "buenos candidatos" para presidir el PP de Madrid. Comenzaba así una guerra cainita entre Génova y Sol que ha desembocado en la mayo guerra interna del partido y que ha salpicado al alcalde.
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