Un reciente informe de Adif analiza cómo recortar la seguridad en la alta velocidad para ahorrar gastos. Obtenido por este diario a través de fuentes absolutamente anónimas, el Análisis de Recortes Extraordinarios 2013 fecha la entrada en vigor de estas propuestas para el pasado mes de septiembre de 2013, por lo que es probable que ya hayan sido aplicadas. El informe también repasa las “repercusiones en el servicio”.
Se trata de varios folios de lo que probablemente es un estudio más amplio sobre ahorro en la siempre cara alta velocidad, en la que cada kilómetro tiene un coste aproximado de 20 millones. Pero toca un tema delicado, como lo es la seguridad, especialmente tres meses después del trágico descarrilamiento de un tren en los aledaños de Santiago de Compostela el pasado 24 de julio, con un desenlace de 79 muertos. El accidente de Angrois se produjo por exceso de velocidad de un tren híbrido Alvia, capaz de circular tanto en vía convencional como en alta velocidad.
Sumando las 15 medidas que aparecen en el documento al que ha tenido acceso Vozpópuli, sale un ahorro de 5 millones. No parece una cantidad desorbitada, aunque quizás está incompleta. Eso sí, su propósito ahorrador choca con el anuncio de Fomento de invertir casi 200 millones de euros en mejorar la seguridad de Renfe Operadora y Adif.
Tardar más ante las incidencias
Las actuaciones son de distinto pelaje. Por ejemplo, se propone eliminar el grupo de bateo de vía de dos bases, así como el personal las estaciones de Ciudad Real y Puente Genil, ambas terminales de AVE. Las repercusiones hablan por sí solas: “Importante reducción del rendimiento de los trabajos correctivos en vía”; “aumento de los tiempos de atención a incidencias (una forma rebuscada de decir que se tardará más en actuar) y reducción de la disponibilidad”.
Hay más medidas. En la línea del AVE Madrid-Segovia-Valladolid recaen varios recortes, concretamente en los túneles de San Pedro y de Guadarrama, este último una obra monumental de 28 kilómetros y hasta la fecha el túnel ferroviario más largo de España y cuarto de Europa. Así, se propone prescindir de la ventilación, del sistema de megafonía, del sistema de postes S.O.S., de los “sistemas redundantes de energía” y del sistema de comunicaciones Tetra en los túneles. Las repercusiones de todo esto son un tanto desangeladas: “Analizar y autorizar por la Dirección de Protección y Seguridad”, por lo que cabe deducir que son o eran propuestas sin el visto bueno definitivo.
Recortes en Guadarrama
En ese mismo trayecto se analizan más cosas, como la “eliminación del personal complementario estabilizador”, la “eliminación del personal complementario dresina” o la “reducción de personal de mantenimiento de desvíos y de aparatos de vía”. Para las dos primeras propuestas el informe pide casi telegráficamente “consultar normativa, un solo operador por máquina”; para la tercera los recortes derivan en la “modificación de gamas de mantenimiento”. También se estudia “eliminar la oficina técnica”, la “disminución de una dresina y su personal”, y la “disminución de mantenimiento de centros ATI” (centros de auto-transformación intermedios) en el túnel de Guadarrama.
Finalmente, aparecen más medidas que el informe no ubica geográficamente. Por un lado, habla de la “reducción de personal de cinco técnicos”, que según el documento se trata de trabajadores de Nokia Siemens. Por otro, la “eliminación del personal de un enclavamiento”, esta vez empleados de la empresa Thales. En los dos casos, las repercusiones son idénticas: “Modificación del plan de mantenimiento”, “imposibilidad de realizar instalaciones nuevas con los técnicos asignados al mantenimiento”, “aumento del tiempo de respuestas de incidencias” o “retrasos preventivos” son algunos de los eufemismos utilizados para evitar decir que la seguridad puede mermar al coger un tren.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación