España

El amigo de Sánchez que facilitó la Cátedra explota la ingeniería fiscal: “Es un as de los negocios”

Es conocido en el sector seguros por su intermediación e inversiones en I+D en estructuras que ofrecen gran rentabilidad y que Hacienda tiene en el punto de mira

David Sanza, amigo de la adolescencia de Pedro Sánchez que facilitó el patrocinio de la Cátedra de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que dirige Begoña Gómez, es un corredor se seguros muy conocido en el sector asegurador. Los es por su gran talento para los negocios y, en concreto, por su intermediación e inversiones propias en I+D mediante unas estructuras que ofrecen rentabilidades muy elevadas y que Hacienda tiene en el punto de mira: las Agrupaciones de Interés Económico (AIE).

Sanza, que heredó la correduría de su padre, fue presidente de la Federación de Corredores de Seguros (Fecor) entre 2009 y 2013, pero su actividad rebasa al sector. En su LinkedIn informa de que también ha puesto en marcha Dive in Consulting e English for Fun.

La Presidencia de Fecor le dio acceso a directores de aseguradoras, cuentan fuentes conocedoras. El negocio de Sanza y otras corredurías es llevar negocio y hacer de intermediario con compañías de seguros. El corredor cobra una prima sobre el riesgo que se quiere asegurar. Por ejemplo, si ésta es de un millón de euros, se embolsa un 3% y el seguro luego le da las comisiones que corresponda.

En este caso, además existe un importante escrutinio por parte de Hacienda y se esperan sentencias del Tribunal Supremo trascendentes.

A título personal de Sanza o de su despacho, el Registro Mercantil muestra vinculación con AIE como Investigaciones Sheppard, Investigaciones Fletcher, En Escarlata, Najdorf, Baillaud y Devonshire.

En el punto de mira de Hacienda

El foco del Fisco está puesto en la utilización de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE) como estructura inversora, un vehículo que ofrece rentabilidades muy elevadas y que fue estigmatizado por su uso en el tax lease para la construcción de barcos que tumbó la Comisión Europea como ayuda de Estado y por haber sido objeto de actas millonarias por parte de la Agencia Tributaria (AEAT)producciones de cine.

Entre las empresas que han invertido en I+D a través de AIE, se encuentran varias aseguradoras, como El Corte Inglés Seguros, AXA, Línea Directa, Mediterráneo Vida y Allianz, y productoras audiovisuales como Atresmedia, con Arcano y Kaudal como estructuradores, con participación también de Banca March y de socios herederos del negocio que lanzaron para el cine Banesto y Santander, según trasladan fuentes conocedoras y refrenda el Registro Mercantil.

El abuso de las AIE en inversiones en I+D preocupa a la Agencia Tributaria (AEAT) y así lo ha advertido en los Planes de Control Tributario de 2022, 2023 y 2024. El aviso preocupó en 2022 y empresas y asesores saludaron con optimismo que en 2023 la Agencia admita que el uso de AIE "no es ilícito", si bien advierte de que "por su carácter expansivo es imprescindible analizar y comprobar el cumplimiento de los requisitos para la aplicación de deducciones y beneficios fiscales en aquellos supuestos en que se hayan utilizado entidades interpuestas carentes de actividad y medios, pero que sirven como vehículos para trasladar y comercializar dichos beneficios fiscales a terceros inversores interesados en disfrutar de dichas ventajas".

Asimismo, la AEAT alerta de que "este análisis y comprobación no se limitará al propio ente interpuesto para generar el beneficio fiscal, sino también a los partícipes o socios que participan en esas entidades. Especialmente se atenderá a la venta en serie de estas estructuras de aprovechamiento de beneficios fiscales, cuando se aparten de la ley, sean claramente abusivas o se basen en presupuestos de hecho simulados o artificialmente inflados, de forma que se desvirtúe el objeto mismo del beneficio fiscal".

En los últimos meses el Fisco ha endurecido su criterio, lo que las fuentes consultadas atribuyen al abuso de estas estructuras, con casos en los que se utilizan para proyectos que en realidad no son innovadores o que incluso se duplican o no existen, y al efecto arrastre de las sentencias de la Audiencia Nacional que han cambiado su doctrina (5529/2022, 5530/2022, 5537/2022, 5731/2022 publicadas en noviembre y diciembre de 2022) y establecen que los gastos por el desarrollo de aplicaciones y software no pueden incluirse en la base de deducción.

El conflicto se está tratando además en el Foro de Grandes Empresas, en el que participan Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Inditex, Telefónica, Repsol, Iberdrola, Generali o Iberia, entre otras.

En este foro, la AEAT ha insistido en que "su utilización era legítima", pero "venía observando situaciones en las que existía un abuso, con rentabilidades del 60 y 70% de la inversión, sin una asunción de riesgos excesiva. Asimismo, el Ministerio de Ciencia e Innovación también había manifestado su preocupación, ya que, en relación con los proyectos de I+D+i, los destinatarios de los beneficios fiscales no estaban siendo los investigadores".

Así, en las actas se cuenta que se solicitó la opinión de las empresas sobre el asunto, a lo que respondieron que, "reconociendo la existencia del problema, las AIE eran una figura que trataban con cierta distancia y que atajar un uso excesivo correspondía a la Agencia Tributaria, identificando, en primer lugar, a los estructuradores y, en segundo, corrigiendo los abusos. Asimismo, añadieron que este tipo de estructuras en ocasiones son muy útiles para fomentar determinadas actividades consideradas necesarias, pero que, no obstante, deberían establecerse unas reglas claras".

¿Cómo funciona este vehículo en el caso del I+D? La Ley del Impuesto sobre Sociedades permite en su artículo 35 una deducción del 25-42% por I+D y del 12% por inversión tecnológica. La AIE permite generar un crédito fiscal, de manera que el que invierta 100 se lleva 130. Hay tres figuras: el desarrollador, esto es, la empresa o start up con un proyecto innovador; el estructurador que diseña el producto, y cuya retribución puede presionar para elevar la rentabilidad, y el inversor. Este último se queda con el crédito que genera el desarrollador.

La conexión de Sanza con Reale

David Sanza es un buen amigo de Pedro Sánchez del Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid y ligado a su equipo de baloncesto, el Estudiantes. Una amistad de la que ambos dieron cuenta en un programa de televisión de La Sexta en 2015. 

Sanza se ha revelado como el contacto clave para que echara a andar la Cátedra que dirige Begoña Gómez.

El consejero delegado de Reale, Ignacio Mariscal, explicó al juez Peinado este lunes que Gómez contactó con él a través de un corredor de seguros para mantener un encuentro. Se trató de una llamada telefónica en julio de 2020 y la cita con Gómez tuvo lugar en septiembre de 2020.

Pues bien, según ha revelado ABC, este corredor de seguros es David Sanza, al que las partes han pedido que se llame a declarar.

En LinkedIn puede verse que Mariscal trabajó en el club de baloncesto Estudiantes como director financiero entre junio de 1997 y septiembre de 1999.

En el primer encuentro entre Mariscal y Gómez estuvo Sanza.

El pasado mes de febrero, Reale decidió dejar de patrocinar la Cátedra, a la que ha aportado 60.000 euros anuales, porque según Mariscal "no se daban las circunstancias necesarias". El convenio entre Reale, La Caixa y la UCM se firmó en 2020 por cuatro años, prorrogables otros cuatro por unanimidad.

En el verano de 2020, Sanza Corredores desarrolló un seguro para hoteles de Canarias que cuatro patronales pusieron a disposición de sus asociados, y que ahora mismo sigue ofreciendo. Algunos de estos hoteles empezaron entonces a alojar inmigrantes, una práctica que se ligó a la covid, pero que se ha seguido desarrollando y ahora se extiende a la Península.

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