“Yo suprimiría las nuevas generaciones de los partidos”. Hace menos de una semana, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, soltó una bomba que ayer la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre suavizó -“los chicos jóvenes entran como concejales en su pueblo ganando 2.000 euros sin tener ninguna valía”-. Esas palabras costaron a la regidora la enemistad de no pocos miembros de Nuevas Generaciones del PP, cuyos afiliados no dudaron en disparar a Botella en las redes sociales. Sin embargo, los cachorros del PP, entre otros, también tienen motivos para estar agradecidos a la alcaldesa.
Y es que el Ayuntamiento de la capital acaba de anunciar un sensible recorte de asesores que no incluye aquellos puestos colmados por miembros de Nuevas Generaciones, cuando no amigos o familiares próximos al PP. La tijera del equipo municipal liquidará a 21 eventuales de las áreas de Gobierno, pero deja ilesos a los consejeros de distrito (dos por cada uno de los 21 distritos, en total 42) y a los asesores de los cuatro grupos municipales presentes en el Pleno (PP, PSOE, IU y UPyD, en total 84). En otras palabras, Botella elimina empleos teóricamente ocupados por profesionales y salva de la quema aquellos elegidos a dedo, caso del celebérrimo Ángel María Carromero.
Los eventuales de área pasan a ser 85 a partir de ahora. No se sabe cuántos puestos han restado de cada departamento, aunque varios sindicalistas y funcionarios consultados señalan que éstos cumplen funciones “infinitamente más indispensables” que las de los asesores de distrito, por ejemplo. Curiosamente, el área que más eventuales tiene es la de Comunicación, con 30, seguida por Hacienda, con 15; Economía y Empleo con 13, y Seguridad, Medio Ambiente y Movilidad, con 11. No obstante, Economía y Empleo se han fusionado con Seguridad tras la dimisión del vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, cuya área, Vicealcaldía, contaba con cinco asesores que ahora tienen un destino incierto. Alcaldía posee otros cinco consejeros.
Los casos de amiguismo no implican, desde luego, al 100% de asesores de los partidos y de distrito, pero sí saltan a la vista. Así, El País desgranaba el fin de semana una relación de nombres vinculados a mentores políticos. En el Grupo Popular, por ejemplo, trabaja Begoña Lucas, hija de Juan José Lucas; Alejandra Serrano, hija del diputado Tomás Serrano; John Medcalf, hijo de Elvira Rodríguez; Francisco Jiménez Becerril, hijo del concejal asesinado por ETA Alberto Jiménez Becerril, o Adela Ruiz, ex mujer de Antonio Beteta.
La cosa no mejora entre los asesores de distrito, donde aparecen una hermana de Esperanza Aguirre en Hortaleza nombrada por Almudena Maillo, exasesora a su vez de la lideresa, así como dirigentes o exdirigentes de Nuevas Generaciones. Éstos pululan por barrios como Vallecas, Chamartín, Chamberí, Moncloa o Retiro (donde anida una hija de la diputada Beatriz Rodríguez-Salmones). Y Moratalaz con Carromero, por supuesto.
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