La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y su responsable de Seguridad, Enrique Núñez, trabajan estos días de vacaciones en la búsqueda de un nuevo jefe de Policía si, como parece, el actual, Emilio Monteagudo, es finalmente procesado por el asunto del Madrid-Arena.
Hace algunas semanas, el fiscal jefe de Madrid presentó sus peticiones para que se imputara definitivamente a los que consideraba responsables de la tragedia del Madrid Arena donde murieron cinco jóvenes. El fiscal no incluyó en su lista a ningún político ni a Emilio Monteagudo, jefe de la Policía Municipal de Madrid. Consideró que ni el responsable policial ni ninguno de los políticos intervino en los hechos que terminaron en tragedia.
Pero en la Casa de la Villa había nerviosismo a pesar de esta propuesta favorable. Las filtraciones del juez llegaron hasta los despachos de los concejales y la alcaldesa. Según estos mensajes, el magistrado estaba muy molesto por la petición del fiscal, pero seguía para adelante y sentaría en el banquillo, además de a los solicitados por el Ministerio Fiscal, al jefe de la Policía y a un alto cargo de Madridec.
Los responsables municipales creían que en la llamada 'pieza separada', una modificación de la orden de prioridad que se dio sobre el festival, Monteagudo o algunos colaboradores sí serían procesados, pero no lo consideraban para el sumario sobre la tragedia. El argumento oficial era que el responsable municipal mandó a una dotación de doce agentes para vigilar "el exterior de un acto privado que contaba con seguridad propia" y no tenía responsabilidad sobre lo que ocurrió dentro. El juez parece que no cree en estos argumentos.
No parece que se vaya a incluir en esta lista de imputados a ningún político. Esta situación no gusta a la Policía que cree que la responsable de que se enviara a tan pocos agentes fue la exconcejal de Seguridad, Fátima Núñez. Unas semanas antes ya se habían producido incidentes graves en el MTV y en las fiestas del Barrio del Pilar por el envío de pocas fuerzas al restringir las horas extras. "Fue una nefasta gestión de la edil", dicen en APMU, una asociación de policías.
El relevo
El Ayuntamiento de Ana Botella sabía que el momento de relevar a Monteagudo llegaría antes o después. Incluso se llegaron a barajar nombres a las pocas semanas del suceso del Madrid Arena. En vez de proceder a un cambio controlado y dar una buena salida a su jefe policial, Botella ha preferido arriesgar. Ahora, se va por la puerta de atrás.
La solución no es fácil. El cuerpo está sumido en una profunda división interna. Dicen que Monteagudo se ha refugiado en sus fieles y cuenta muy poco con el resto de la estructura policial que gobierna más de seis mil agentes. Está enfrentado a gran número de sus mandos que esperan la caída de su compañero.
La alcaldesa tiene que elegir entre una persona del cuerpo y alguien de fuera de la casa. Esta segunda posibilidad no gustará en la llamada "escala técnica", los mandos, que considera que dentro hay gente con la suficiente preparación. La experiencia de elegir a alguien de fuera salió mal con el General Monzón en tiempos de Álvarez del Manzano. Cualquier persona tardaría meses en hacerse con el cuerpo y falta menos de un año para las municipales.
Los actuales gestores de la Concejalía, al mando de Enrique Núñez, han logrado la paz social con la firma de los acuerdos, pero tienen en marcha una importante renovación en los mandos y se han marcado como objetivo acabar con los nombramientos provisionales.
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