La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha anunciado la suspensión de las "medidas extraordinarias" que ordenó el pasado viernes para "hacer cumplir los servicios mínimos" en la huelga de limpieza viaria y jardinería de Madrid y que quedarán "sin efecto" esta medianoche, después de que los paros hayan sido desconvocados esta tarde.
Por tanto, los empleados de la empresa Tragsa, contratada por el Consistorio para cumplir los servicios mínimos desde la madrugada de ayer sábado, dejarán ya de barrer las calles madrileñas.
Así lo ha expresado Botella en una rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento esta tarde, en la que ha agradecido a los madrileños su "paciencia" y ha destacado su "comportamiento ejemplar". Además, ha trasmitido el "reconocimiento" del Ayuntamiento para con aquellos que hayan podido haber visto "lesionados sus derechos y sus intereses".
"Quiero agradecer una vez más a los madrileños su paciencia y su colaboración a lo largo de este conflicto entre empresas concesionarias y sindicatos. Los madrileños de nuevo han demostrado con su comportamiento ejemplar que saben estar a la altura de unas circunstancias difíciles", ha declarado Botella.
Asimismo, ha hecho hincapié en que Madrid ha sufrido las consecuencias de un conflicto laboral y que se ha dado un "intento deliberado" por hacer que las calles de la capital estuvieran en la "peor situación posible". "Madrid ha sufrido desde el paso 5 de noviembre las consecuencias de un conflicto laboral que ha derivado en una situación de presión y de agresión injustificable", ha aseverado.
"Ni un solo euro de los costes de esta estrategia de intimidación repercutirá en los bolsillos de los madrileños. La demanda ante la Fiscalía para la defensa de sus derechos, el ultimátum para devolver la normalidad a las calles y la protección de la policía a los que salieron a trabajar desactivaron los peores efectos del conflicto", ha afirmado Botella, para después asegurar que la denuncia presentada ante la Fiscalía este viernes por el incumplimiento de los servicios mínimos sigue su curso y que los costes de los servicios de la empresa Tragsa repercutirán en las empresas concesionarias.
Según la alcaldesa de la capital, "pretendieron convertir una huelga de limpieza en una huelga de recogida de basuras" y quisieron "llevar a Madrid al límite y no lo han conseguido". Por ello, ha agradecido su trabajo a la Policía Municipal y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Gracias a la reforma laboral
Seguidamente, ha valorado que el "fin del conflicto", a su juicio, "no va a suponer ningún despido gracias a la flexibilidad que ha traído la reforma laboral aprobada por el Gobierno". "Un final que confirma que no había ninguna relación causa-efecto entre los nuevos sistemas de contratación y la pérdida de empleo. No desistiremos de nuestro objetivo de proporcionar a los madrileños servicios de más calidad con un menor coste", ha remachado.
Además, ha defendido la concentración de los contratos de servicios de limpieza y mantenimiento de la ciudad en uno solo porque, desde su punto de vista, se produce una "sinergia" que reduce los costes.
Así, ha respondido a la oposición rechazando que haya existido pasividad por parte del Ayuntamiento y ha asegurado que "desde el primer momento" el Consistorio ha actuado adoptando "todas las medidas". "Todo lo que hemos anunciado lo hemos ido cumpliendo. No hay mejor demostración que el que el conflicto laboral ha terminado sin ningún despido", ha subrayado.
Por último, al ser preguntada sobre la imagen internacional que Madrid puede haber dado, la alcaldesa ha contestado: "Niego la mayor".
Ana Botella ha aprovechado para recordar que la ciudad de Nueva York "tuvo hace dos años una huelga de recogida de basuras que duró aproximadamente 30 días" y que no se trata de "incapacidad para gestionar, sino por un conflicto laboral entre las empresas concesionarias y los sindicatos".
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