"Ojo que vienen los nuestros". Parece que es la frase más utilizada estos días en la Delegación del Gobierno de Madrid que dirige Cristina Cifuentes. Ana Botella e Ignacio González, por medio de su portavoz, Salvador Victoria, arremetieron este miércoles contra la responsable de la seguridad en Madrid con la disculpa del 22-M y le exigieron que restringiera el derecho de manifestación.
En medios del PP se decía este miércoles que las palabras de Ana Botella y de Salvador Victoria, habían sido "poco oportunas" en un momento en el que supuestamente Cifuentes necesita todo el apoyo del partido. "Parece que quieren aprovecharse de una supuesta debilidad, pues está siendo atacada por los sindicatos y la oposición y cuando más tenían que estar con ella la atacan", añadieron fuentes cercanas. "No la conocen, -indicaron- porque la delegada está más fuerte que nunca y se siente respaldada por el Gobierno".
Las mismas fuentes indicaron que lo que hay que lograr es que el centro de Madrid sea seguro y no molestarse por el hecho de que los ciudadanos expresen su protesta. La Puerta del Sol ha estado en los últimos meses sitiada por las manifestaciones de la 'marea blanca', despedidos de Educación o empleados de Telemadrid, lo que molestaba a la anterior presidenta de la Comunidad de Madrid y ahora al actual responsable del Gobierno regional. "Se intenta crear un conflicto donde no existe", añadieron.
En el fondo consideran que las palabras de Ana Botella y Salvador Victoria son la continuación de un cierto acoso de los responsables de ambas instituciones desde que se conoce que Cristina Cifuentes está creciendo como posible candidata a las próximas elecciones municipales o regionales del año próximo.
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