Acusada por el Ayuntamiento de operar con negligencia el día de la tragedia del Madrid Arena al no impedir que se celebrase un botellón masivo fuera del recinto horas antes de la avalancha mortal; incriminada también por Diviertt, la empresa organizadora del Thriller Music Park propiedad del turbio Miguel Ángel Flores; y finalmente, asediada por ciertas informaciones, como la que publicó la semana pasada El Economista revelando que el Consistorio la embargó en julio pasado al acumular desde 2007 tres expedientes por impagos a Hacienda y a la Seguridad Social, a la firma Seguriber, una sociedad que empezó dedicándose a la prestación de servicios de seguridad hasta convertirse en una potente compañía del sector, no paran de crecerle los enanos.
La presidenta de Seguriber, Mónica de Oriol, también preside el Círculo de Empresarios donde, al parecer, no ha sentado demasiado bien una polémica de tal envergadura, cinco jóvenes muertas, una de ellas menor de edad, cuyo rastro ha alcanzado a esta institución, un lobby que día sí día también reclama recortes drásticos en el sector público. Sin embargo, la relación de Seguriber con las diferentes administraciones no parece ser tan mala. De hecho, es un cliente habitual del Ayuntamiento de Madrid y las empresas municipales que de él emanan: la compañía de De Oriol ha sido contratada con frecuencia en los últimos años por el propio Consistorio, MercaMadrid, Madrid Salud y Madrid Espacios y Congresos (MEyC). Con la última de estas sociedades municipales su actividad no se limita al Madrid Arena, sino a todo el recinto ferial de la Casa de Campo -67 hectáreas y diez instalaciones- así como la Caja Mágica y un edificio de MEyC en la céntrica calle de la Montera.
“Seguriber mantiene una relación privilegiada con el Ayuntamiento desde hace varios años”. Esto es lo poco que avanza un alto cargo municipal con responsabilidad en materia de contrataciones. Seguriber no solo presta servicios de seguridad, sino, como se lee en su web, también de “outsourcing de capital humano y tecnología auxiliar”. Su rastro aparece en la hemeroteca del Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (Boam), aunque la misma fuente asegura que no aparecen todas las contrataciones. Al menos una decena de ellas están fechadas en 2008 y van desde los 100.000 euros hasta cerca de 10 millones. En la hemeroteca se ve que los servicios de Seguriber eran requeridos por muchas Juntas de Distrito de la capital.
Que este medio haya tenido constancia, este año se conocen los contratos con el recinto ferial de la Casa de Campo y el edificio de Montera (publicado en la web del Ayuntamiento a raíz de la tragedia) y otro con Mercamadrid. Entre ambos superan el millón de euros. Con todo, Seguriber también es una referencia en el sector servicios, con más de 3.000 empleados y más de 30.000 clientes, y una facturación de 100 millones en 2009, siempre según la web corporativa. Y también es conocida la tendencia del Ayuntamiento de Madrid por concentrar las contratas municipales en pocos grupos económicos.
Todo apunta a que De Oriol atravesará momentos difíciles en el Círculo al quedar su empresa no demasiado bien ante la opinión pública en los días posteriores a la tragedia y disparada por Miguel Ángel Flores y, sobre todo, por el Consistorio, su antiguo aliado para hacer negocios.
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