Más de 700.000 niños y niñas han comenzado su curso escolar esta semana en Andalucía. Este curso arranca lastrado por la falta de natalidad, se estima que hay 25.000 estudiantes menos en los 2.741 centros docentes de la comunidad más poblada de España. Entre esos nuevos estudiantes hay un pequeño porcentaje que cuenta con una ventaja añadida. Que se les respete su tiempo y ritmo de crecimiento.
Hablamos de los bebés prematuros que debían ingresar en el centro escolar en función a su fecha de nacimiento. Sin embargo, en Andalucía, podrán escolarizarse en infantil (a los 3 años) en función a cuándo deberían haber nacido, respetando su grado de crecimiento y madurez. Esta modificación de la norma en Andalucía supone un cambio sustancial para los más de 4 mil prematuros que nacen al año en Andalucía.
“Todo era una preocupación, todo se me hacía un mundo”, relata Rocío Docavo. Su primer hijo nació a las 25 semanas de embarazo en marzo de 2016. Tan solo pesaba 800 gramos de peso. En el Hospital Torrecárdenas de Almería compartía sus dudas y frustraciones con otras madres en la planta. Fue allí donde nació la Asociación de Padres de Niños Prematuros de Almería (APREAL) que ha conseguido que la Junta de Andalucía flexibilice los criterios de escolarización en Infantil.
El ser un bebé prematuro podía ser un aspecto diferencial, sobre todo cuando nace en los últimos meses del año. “Para niños que han nacido a término, puede haber dificultades añadidas cuando nacen a final de año, pero cuando es un prematuro nacido en noviembre o diciembre, más si cabe!“, explica Docavo.
En las aulas, haber nacido antes de tiempo tiene síntomas que se repiten. El riesgo de tener retraso en desarrollo neuronal, de padecer Trastornos del Espectro Autista o tener dificultades en aprendije en lectoescritura se incrementa un 10% cuando hablamos de prematuros. Eso “implica costes en adaptación a largo plazo, en asistencia a logopedas o clases de refeurzo”, detallan desde APREAL. La adaptación de la edad de escolarización a la fecha en la que el bebé cumple 40 semanas supone un alivio.
Así, en Andalucía un sietemesino nacido por ejemplo un 25 de noviembre podrá ser escolarizado como si hubiera nacido en febrero, en su teórica fecha. Desde APREAL, que desarrolla una estrecha colaboración con las madres de prematuros desde hace años, detallan que incluso esta adaptación temporal puede llegar a no ser suficiente.
Los prematuros suelen tener retrasos madurativos adicionales. A pesar de los muchos avances, no se puede comparar la gestación en el ambiente líquido del útero a la que tienen en una incubadora durante meses. Carmen García, ademeás de profesora jubilada, también nació prematura, y es además madre y abuela de bebés prematuros. “La preocupación porque ese retraso dé la cara en algún momento no te deja de acompañar durante años, es inevitable cuando eres madre. Esta adaptación es un acompañamiento que ojalá hubiéramos tenido antes”.
Que a los bebés se les imponga un “ritmo que no le corresponde” era una desfase innecesario cuya corrección no implica costes y puede evitar problemas futuros, no solo por problemas de desarrollo cognitivo y social, sino por la natural diferencia de madurez que hay dentro de un aula, por lo que se facilita la labor docente en las primera etapas.
Estas ventajas afectan a los 4 tipos de grados de prematuros: los extremos –nacidos con menos de 28 semanas- los grandes prematuras –de 28 a 23 semanas- los prematuros de 32 a 35 semanas – y los prematuros tardíos -35 y 36 semanas- de antelación. Por lo pronto, este inicio de curso conlleva facilidades para prematuros andaluces. A nivel nacional, en España, nacen cada año en torno a 25.000 prematuros, un 7% del total.
