El aceite de oliva está en peligro. Esa es la conclusión a la que llega la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) tras estudiar uno de los principales condicionantes del estado climático peninsular de 2023: la sequía. Las cuentas nacionales anuales están registrado un déficit de precipitaciones cercano al 11% y los embalses nacionales, por ejemplo, tampoco se encuentran en su mejor momento. Estos presentan otro síntoma de agonía al estar por debajo del 36% de su capacidad, según las cifras registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
A falta de un mes para que termine el año, se podría decir que las altas temperaturas y la escasez de agua se han consolidado como los dos fenómenos anuales más frecuentes en España. Ambas condiciones climáticas representan un problema para la península y, sobre todo, para el sector de la agricultura. Muchos productos de marca nacional se ven perjudicados por la falta de líquidos o fluidos con los que hacer de su fruto un valioso y aprovechable ingrediente. Este es el caso, por ejemplo, del conocido aceite de oliva andaluz.
Andalucía atesora el mayor olivar del planeta, produciendo en torno a un 80% de todo el aceite de oliva español (por encima del millón de toneladas al año); lo que la convierte, a su vez, en la columna vertebral de su confección. Ya lo era en la Hispania romana, donde la provincia Bética alcanzó una gran prosperidad debido a las exportaciones de aceite de oliva, y lo sigue siendo a día de hoy. Pero cada vez con mayor temor. Los últimos registros, por parte de la Aemet, en cuanto a las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana ponen en evidencia una larga fase de sequía en el territorio andaluz, la más duradera registrada desde, al menos, 1961.
La ausencia de lluvias en Andalucía (y en todo el territorio español, en general) es un grave condicionante para la producción de uno de los ingredientes clave en muchos platos de la cocina tradicional española. El aceite de oliva es fundamental para la dieta Mediterránea y, de hecho, es considerado como el único alimento que debe formar parte obligatoriamente de una dieta para ser considerada como tal. Además, esta especialidad es una fuente rica de polifenoles, antioxidantes y de grasas buenas para la salud, evita las enfermedades cardiovasculares y su ingesta moderada ayuda a perder peso, entre otras funciones derivadas de su consumo.
Responsable del programa espacial civil y de las investigaciones aeronáutica y aeroespacial, la NASA se ha mostrado preocupada por el panorama y el porvenir español.
La imagen de la NASA que pone en alerta la producción del aceite de oliva
El impacto de la sequía en Andalucía, una de las principales regiones productoras de aceite de oliva del mundo, ha captado la atención de la NASA, quien ha dado alerta en su página web a través de una noticia y una imagen interactiva que compara, desde vista satélite, el fenómeno en estos dos últimos años y en las zonas peninsulares más afectadas. El resultado: un impactante cambio de tonos verdosos en 2022 a colores marrones secos y pálidos en 2023.
Desde el 1 de octubre de 2022, la NASA apunta que España recibió un 28% menos de lluvia de lo esperado a mediados de mayo de 2023. Este episodio secó también embalses y provocó restricciones de agua en todo el país. Justamente este fenómeno es lo que representa la administración americana a través de la imagen, donde la vegetación verde en mayo de 2022 (izquierda) se volvió marrón en mayo de 2023 (derecha). La escasez de precipitaciones resecó aún más los suelos que ya estaban inusualmente secos el año pasado.
El calor excesivo exacerbó también la prolongada sequía. El 26 de abril, el aire caliente del norte de África barrió el sur de España y elevó la temperatura en zonas como el aeropuerto de Córdoba, donde los termómetros marcaron los 38,8°C, la temperatura más alta registrada en abril en la España continental. Este es, principalmente, otro de los detalles más significativos a tener en cuenta y a atender de cara al futuro. El propio Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) que presenta la NASA muestra anomalías particulares en la vegetación propia de la zona.
No es normal que el sur de España, una región agrícola clave, sea especialmente apuntada por el NDVI con el color marrón. Todo ello, concluye la NASA, hace que productos como el aceite de oliva estén en grave peligro, evidenciando además la necesidad de lluvias abundantes en provincias como Jaén o la propia Córdoba.
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