Andalucía

La candidatura de Olona inquieta al PP-A ante un escenario de polarización

La más que posible candidatura de Macarena Olona a la presidencia de la Junta de Andalucía ha sembrado de inquietud al PP de Juanma Moreno. Lo último que quieren los

La más que posible candidatura de Macarena Olona a la presidencia de la Junta de Andalucía ha sembrado de inquietud al PP de Juanma Moreno. Lo último que quieren los estrategas de campaña del presidente de la Junta es una campaña polarizada entre Vox y PP, si se tiene en cuenta el perfil moderado del barón autonómico. Más allá de que el actual gobernante busca fijar como eje de campaña que el votante compare su modelo de gestión, frente al socialismo que le precedió, es indudable que el desembarco de la diputada por Granada en el Congreso, como rival y posible vicepresidenta en San Telmo, hará variar el rumbo marcado desde la sevillana calle de San Fernando, cuartel general de los conservadores andaluces, porque temen una mayor movilización de la izquierda ante un discurso como el de Olona.

Fuentes cercanas a la estrategia electoral del Partido Popular de Andalucía, consultadas por Vozpópuli, admiten en privado que la actual diputada en la Cámara Baja era su opción menos deseada. De hecho, ya reconocían durante 2021 que "un candidato potente como Macarena Olona" podría reportar a la formación de Santiago Abascal un crecimiento considerable para poder pasar de los 12 escaños actuales –conseguidos en 2018– a una horquilla de entre 18 y 20, como ya informó este medio digital.

Cabe recordar que los sondeos internos de Vox, configurados con Olona como cabeza de cartel, apuntan incluso a "doblar" la cifra actual de 12, como adelantó El Mundo en noviembre de 2021, tras tener acceso a los 'trackings' habituales que hace este partido.

Los populares andaluces dan por hecho que el partido a su derecha buscará el cuerpo a cuerpo entre Olona y Moreno durante la campaña. Además desde el PP-A admiten en su seno interno que el diseño de las campañas de Vox siempre sorprende, por su innovación, y "son buenos en ello". A lo anterior se le suma que los de Abascal cuentan con un segmento de voto joven muy consolidado, de entre 18 y 30 años, que se desenvuelve como pez en el agua en las redes sociales, única vía que emplean para informarse y en la que el partido de la derecha radical juega con una ventaja evidente, de sobra conocida, con respecto al resto de organizaciones políticas.

Al PP-A le preocupa especialmente el tirón que pueda tener Vox en el ámbito rural andaluz. Es allí donde ambos partidos disputarán una de las grandes batallas de las próximas elecciones autonómicas, sin olvidar al PSOE-A, dueño y señor de la Andalucía del interior hasta que el llamado 'régimen' socialista cayó en los comicios del 2 de diciembre de 2018. Susana Díaz ganó como primera fuerza, pero tuvo que entregar el poder tras más de tres décadas de gobiernos ininterrumpidos del partido del puño y la rosa. Fue el pasado mes de noviembre de 2021 cuando Moreno alentó a los suyos, durante el 10 congreso regional del PP-A, celebrado en Granada, a derribar el "mito" del voto rural "propiedad del PSOE"

"Castilla y León no es Andalucía"

Aunque "Castilla y León no es Andalucía", advierten las fuentes en cuanto a la sociología de los votantes y la diferente relación entre socios de gobierno de PP y Cs entre ambas comunidades, sí avanzan que del resultado que arrojen las urnas el 13 de febrero se podrán sacar muchas conclusiones de lo que se debe aplicar, o no, en la próxima cita electoral en la que Moreno Bonilla se juega gobernar en solitario (si saca más escaños él solo que la izquierda) o bien conformar un gobierno con Vox.

Para bien o para mal de Moreno, coinciden las personas del PP-A consultadas, no se puede configurar una coalición de gobierno sin el beneplácito de Génova. Así pues, Pablo Casado y su 'número 2', Teodoro García Egea, tendrán la última palabra a la hora de pactar una nueva coalición en Andalucía si, como parece más que probable, el resultado que coseche Ciudadanos no es suficiente para reeditar el actual ejecutivo de centroderecha, que es lo que más desearía Moreno como segundo escenario si no logra el reto de gobernar en solitario, al estilo Ayuso en Madrid.

La diferencia entre el presidente andaluz y su homóloga madrileña, además de la moderación del primero frente al acercamiento a Vox por el que aboga Ayuso, es que Moreno "centrista, andalucista y moderado", como él mismo se define, busca también el voto de centroizquierda de antiguos votantes socialistas andaluces, desencantados con Pedro Sánchez y disconformes con su alejamiento de la socialdemocracia, elogiada por el presidente de la Junta en la figura de Felipe González. De hecho, ha reconocido en entrevistas como en una reciente a Radio Nacional, que fue a algunos de sus mítines antes de afiliarse a las Nuevas Generaciones del PP. 

En el PP andaluz también sobrevuela la estrategia, proyectada por Génova y trasladada a los medios de comunicación de forma oficiosa, sobre que los posibles gobiernos autonómicos conformados en Castilla y León y Andalucía con Vox perjudicarían a Casado en su carrera hacia La Moncloa y serían utilizados como arma arrojadiza por el PSOE en las municipales y generales. En Ferraz, así como en el PSOE andaluz, se frotan las manos con la llegada de Olona porque el candidato socialista, Juan Espadas, cree que la polarización PP-Vox le favorece, como ha dejado caer en algunas entrevistas.

En el terreno de la autocrítica que hacen desde la 'sala de máquinas' del PP andaluz está el hecho de que, a día de hoy, el presidente de la Junta y sus consejeros populares "están tan sumergidos en la gestión diaria que olvidan la próxima campaña electoral".

Si se tiene en cuenta que Pablo Casado ya organizó en 2018 su propia caravana electoral, distinta a la del candidato Moreno, todo apunta de nuevo a repetir tal fórmula. Desde el PP andaluz no son ajenos a los índices de valoración que proyectan distintas encuestadoras en Andalucía sobre el grado de aceptación del propio Casado, Egea, Aznar o Isabel Díaz Ayuso, además de Feijóo. Más allá de la presencia asegurada en campaña del presidente nacional del partido, se trabaja ya en cómo establecer las visitas de los restantes líderes por las ocho provincias, en el marco de una campaña de Moreno muy personalista, "al estilo Feijóo", con las siglas del partido poco visibles, aunque aún no hay nada cerrado.

Por poner un ejemplo sobre lo anteriormente expuesto, una encuestadora consultada por Vozpópuli maneja datos sobre el grado de aceptación en Andalucía de Teodoro García Egea, entre otros dirigentes nacionales del PP. Si se siguieran al pie de la letra los datos del sondeo, por parte de Génova y del PP andaluz, el todopoderoso secretario general se encargaría de pedir el voto en las provincias orientales de Almería, Granada, Jaén y Málaga, principalmente. Son lugares donde Vox tiene especial predicamento, sobre todo en las dos primeras. Es allí donde Egea goza de gran aceptación entre los votantes, a diferencia de las provincias más occidentales, donde despierta un "amplio rechazo", asegura un experto demoscópico consultado que ha trabajado sobre el terreno.

Desde el instituto de sondeos consultado precisan que a Vox le irá bien cuanta más abstención haya en Andalucía. Será en ese escenario de baja participación donde la derecha extrema pueda lograr mejores resultados, tal y como ocurrió en 2018. Añaden las fuentes que cuanta mayor movilización del voto de centroderecha, en el marco de una participación alta en las urnas, peor les irá a los de Abascal.

Destacan, además, que la marca personal de Juanma Moreno "es la que tira de las siglas del PP" y llegan a hablar de lo que podría ya denominarse como 'juanmismo' entre los entrevistados, a la hora de valorar su gestión con notas muy altas en el global. Ese es el gran aval del presidente de la Junta, coinciden distintos polítólogos que, sin embargo, admiten que a día de hoy el "gran talón de Aquiles" del barón autonómico es la atención primaria en la sanidad andaluza, debido a la pandemia, principal queja entre los encuestados, circunstancia que aprovecha el PSOE andaluz a diario para hablar de un sistema "colapsado" y que será su eje principal de campaña.

La confirmación oficial de Olona como candidata, una vez que Moreno convoque elecciones, como indica el manual de Vox, llevará al PP-A con total probabilidad a disponer del expresidente del Gobierno José María Aznar, que no pisó Andalucía en 2018 para evitar que la izquierda más radical se movilizara. Se da por descontado que Isabel Díaz Ayuso también hará campaña, como está haciendo en Castilla y León para movilizar votos que pueden ir a Vox. Entre los fijos para pedir el voto está Mariano Rajoy, dada su buena sintonía con el presidente de la Junta, así como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

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