Andalucía

La cosa pública queda en familia en Palos de la Frontera con la dinastía Romero

Tras herederar la Alcaldía de su padre, una de las primeras decisiones de la nueva y joven regidora ha sido nombrar a su padre como primer teniente alcalde

En Palos de la Frontera, la política tiene apellido, y no parece que ese apellido esté dispuesto a cambiar pronto. Tras 30 años de mandato, Carmelo Romero dejó la alcaldía, o al menos eso parecía querer dar a entender. Pero en un movimiento que podría haber sido sacado de la serie ‘Sucession', el veterano regidor ha pasado el bastón de mando a su hija, Milagros Romero. Alcaldía por dinastía en Romero Land. 

Este pequeño municipio de 12.739 habitantes, conocido hasta ahora más por su puerto histórico que por las maniobras políticas, ha sido escenario de lo que solo puede describirse como una “sucesión” en toda regla. La joven Milagros, con una experiencia política casi nula y un puesto número 8 en la lista de concejales, ha sido designada como alcaldesa, desplazando a compañeros con más trayectoria.  

El movimiento provocó estupefacción y más de una ceja levantada en las filas de la oposición, que como ya adelantó este medio y se ha confirmado, no implicaba un adiós definitivo de Carmelo Romero al municipalismo. Consultada las filas socialistas en la oposición, tampoco hay en ellas sorpresa, nunca creyeron que el eterno alcalde dejaría definitivamente el poder en el consistorio.  

“Hay padres que regalan un coche a la hija cuando se hace mayor, aquí somos tan espléndidos que regalamos alcaldías”, lamentan con socarronería desde las filas opositoras. “Carmelo Romero no va a consentir que este pueblo lo dirija otra mano que no sea la suya, por mucho que su partido le haya pedido que se centre en el Senado”, comenta a Voz Pópuli la socialista palerma Balén Castillo. 

Dedazo dinástico a pesar del PP 

Cuando Moreno Bonilla se hizo con el liderazgo andaluz promulgó una medida por la cual pretendía repartir poder orgánico en sus filas. El PP no quiere que una persona acumule más de una responsabilidad. Varios alcaldes onubenses que, como Carmelo Romero ejercían de parlamentarios en Madrid, miraron a otro lado. “Mi opinión es clara, en este partido el resultado es Carmelo 1, Moreno Bonilla 0”, opina Castillo. Desde el Ayuntamiento, ni Romero padre ni hija han atendido las preguntas de este medio. 

Carmelo Romero había renunciado como senador a tener un sueldo como regidor. No obstante, desde el entorno municipal recalcan que nunca dejó de recibir los considerables ingresos regulados que acarrea la labor de un alcalde por asistir a Plenos, dietas, así como por formar parte de Consejos de Administración. 

Su papel en el Senado no ha pasado tampoco desapercibido. De cara a la celebración en el Senado de un encuentro con representantes antiabortiras el diciembre, Romero ha enfatizado que a él le preocupan los derechos del nasciturus -el concebido aún no nacido-, “o es que nada más que tienen derechos la persona que va a abortar”, cuestiona dónde quedan “¿los derechos del padre de nascituru?”. Capítulo este que ha sido señalado por el bloque progresista. También fue sonado su grito en el contexto pandémico al portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, cuando éste mencionaba la relevancia de mejorar la atención a la salud mental, “¡vete al médico!”, le gritó desde su escaño Romero. 

Un pueblo expectante 

Ya que en Palos de la Frontera la política es un asunto de familia, no es de extrañar que los vecinos se planteen si habrá drama shakesperiano y Milagros contravendrá alguna vez las decisiones de su primer teniente alcalde, cuya autoridad resoplará siempre a sus espaldas a los Darth Vader “soy tu padre”. Desde la oposición, entienden que no. Asumen que el gobierno de Palos no es del PP, es del Carmelo Romero, alguien que tiene mayoría absoluta.  

El consistorio tiene 12 concejales del PP por solo 4 del PSOE. Oficialmente, la designación de la número 8 en la lista de concejales, Milagros Romero, supuso el sorpaso a 5 tenientes alcaldes. La designación de la concejala de Educación y Juventud que apenas se había fogueado un año política -pero que sí es licenciada en Derecho y Ciencias Políticas- como nueva alcaldesa fue consensuada e impulsada por el PP de Palos.  

“No estamos ante algo ilegal”, decía entre dientes Castillo, “pero sí ante un dedazo inmoral que huele a nepotismo”. Con el nombramiento de Milagros, Palos verá cómo se incrementa la nómina municipal, ya que ella pasa de un 75% de dedicación a un sueldo completo. La casa Romero gana una nómina adicional. No obstante, alcaldías y poder de padres a hijos los hay y muchos en España.  

En Galicia, hay varios casos como el de Baralla (Lugo), donde Miguel González Piñeiro, también del PP, sucedió a su padre tras fallecer a los pocos días de ganar las elecciones. En Crecente (Pontevedra) sucedió algo similar y en Benahavís (Málaga) en 2007.  

Tampoco es una costumbre exclusiva del Partido Popular. En el PSOE también hay sucesiones de renombre, en este caso es reciente y se da en la Subdelegación del Gobierno de Sevilla, donde Francisco Toscano sucede a su padre Carlos Toscano; o también en la localidad de Jun (Granada) José Antonio Rodríguez sucedió a su padre en la regiduría.  

  

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