La sequía tiene en jaque al ejecutivo andaluz, ya se han reunido con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, por si hubiese que traer el agua en barcos este verano. Y con los pantanos por debajo del 25% de su capacidad, Juanma Moreno viajó junto a su mujer a Roma para pedirle al Papa Francisco que orase para que la ansiada lluvia llegara a Andalucía. Y así ha sido, el Domingo de Ramos de toda Andalucía se ha quedado a medias y es que la lluvia, de barro, ha hecho acto de presencia en casi todas las capitales andaluzas.
Sevilla, Huelva, Cádiz y Málaga han sido las más perjudicadas por esta lluvia. En Sevilla sólo completó su Estación de Penitencia, la Borriquita, aunque se mojó. Las hermandades de la Sagrada Cena y Jesús Despojado se refugiaron en la Santa Iglesia Catedral y allí permanecen hasta que puedan volver a sus templos, que presumiblemente no será hoy porque al menos en Sevilla no ha dejado de llover.
Las redes sociales ayer hacía tendencia al presidente de la Junta de Andalucía y no precisamente para bien. Moreno visitaba junto a su familia la Iglesia Colegial del Divino Salvador antes de que el paso de la Entrada en Jerusalén, la Borriquita, hiciese su salida. Con los ojos puesto en el cielo y en la app móviles que informaban sobre la meteorología, entre el público allí presente se escucharon algunos comentarios con mucha sorna. “Juanma que obediente es el Papa podrías haber ido antes de la Feria de Málaga”, haciendo alusión a los orígenes malagueños del propio presidente.
Pero no sólo fue cara a cara, las redes sociales no dejaron de nombrar al presidente andaluz hasta convertirlo en tendencia. El Domingo de Ramos acababa en Sevilla antes de las 19:00 de la tarde, con numerosas hermandades sin ni siquiera opción de salir, igual que en Huelva, Cádiz, y la Málaga natal del presidente.
Una lluvia tan necesaria como inoportuna
Los comentarios entre todos los cofrades y visitantes era el mismo. “Hace mucha falta el agua, pero no puede llover otro día, otra semana”. Como bien dice el dicho popular “nunca llueve a gusto de todos”, aunque los cofrades, conscientes de la severa sequía que sufre la comunidad, daban gracias ‘con la boca pequeña’ por el oro líquido que caía del cielo, aunque tuviesen que esperar un año entero para poder ver a sus imágenes por las calles.
Los peores pronósticos
Según los meteorólogos de Andalmet, los partes que se barajan podrían acabar con la Semana Santa en tan sólo dos días. Y es que estos expertos aseguran que lo que se viene de jueves a domingo es mucha agua, pudiéndose alcanzar o incluso superar los 80 litros por metro cuadrado. Las borrascas podrían barrer Andalucía desde el Jueves Santo, dejando gran cantidad de agua que sería un gran alivio para los pantanos. Quién sabe si los rezos del Sumo Pontífice han sido escuchados, o han sido los agricultores y ganaderos en su lucha los que han atraído el agua. Lo que si es seguro es que llueve y se esperan más lluvias. Y la Semana Santa será lo que Dios quiera.