“Es evidente que la base de nuestra campaña electoral va a estar en movilizar en torno a medio millón de votantes tradicionales del PSOE que no fueron a votarlo en 2018”. El candidato socialista a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, ha desvelado este martes esta línea fundamental de su hoja de ruta, en el marco del “recuerdo en quien apoyó estas siglas” en anteriores elecciones. No ha sido algo que formara parte del guión que llevaba escrito para su comparecencia, porque ha surgido en el turno de preguntas.
El también senador autonómico ha verbalizado así el serio revés que sufrió su antecesora al frente del PSOE andaluz, Susana Díaz, sin citarla en ningún momento, como si nunca hubiera existido, a pesar de que ganó aquellas elecciones de infausto recuerdo y que acabaron con la hegemonía de 37 años consecutivos del llamado 'régimen andaluz'.
Los 500.000 electores que Espadas pretende ahora recuperar son los que optaron por quedarse en su casa en las últimas autonómicas, en lugar de refrendar en las urnas a la que era entonces presidenta de la Junta. Por el contrario, los abstencionistas socialistas, objeto de deseo de quien aspira a ocupar el palacio de San Telmo, sí acudieron a votar a Pedro Sánchez meses después en los comicios generales que se celebraron. Una prueba más del hartazgo y hastío que generó la gestión de Díaz, marcada por graves deficiencias en la sanidad pública y con el lastre de la corrupción de sus antecesores, Chaves y Griñán, ambos condenados en el ‘caso ERE’.
Aunque el grueso del “medio millón” de votos socialistas que ahora Espadas pretende recuperar proviene de la abstención de 2018, también se ha referido a aquellos, los menos, que en los comicios de hace más de tres años “optaron por una opción de centro, como Ciudadanos, viendo los resultados”, en alusión a los votantes de centro izquierda de la formación liberal, encuadrados en la socialdemocracia. Fueron 21 los escaños logrados por Juan Marín, cinco menos que el PP de Moreno Bonilla, que firmó su peor resultado en la historia desde los tiempos de Alianza Popular, luego Partido Popular desde 1990.
Ante los malos resultados que le otorgan las encuestas, sin excepción, al quedar estancado en los 33 escaños logrados por Susana Díaz en 2018, o incluso alguno menos, Espadas trata de ningunear los sondeos: “yo no me dedico a la demoscopia”, suele repetir. Además, dentro de su argumentario para luchar contra la adversidad demoscópica quien fuera consejero de la Junta recuerda "los sondeos que decían que Arenas lograba o rozaba la mayoría absoluta" y luego obtuvo 50 (cinco por debajo), ganó y no pudo gobernar. Todo ello debido a un pacto del PSOE con IU.
Sin embargo, el exalcalde de Sevilla sí destaca algo que le resulta atractivo de las encuestas. Se trata de “la gran cantidad de indecisos que hay”, por lo que tratará de centrar su campaña en “los que no saben a quién van a votar”. En la sala de máquinas del PSOE andaluz llegan a hablar de hasta un “cuarenta por ciento” de votantes que no tienen clara su preferencia en las urnas. Por el contrario, fuentes del PP-A consultadas por Vozpópuli destacan que “nos estamos encontrando con porcentajes de indecisos mucho menores que en 2018”.
Cabe recordar que durante la precampaña y campaña electoral de 2018 el equipo de asesores de Juanma Moreno se centró en hacer "cerca de un millón de llamadas telefónicas" desde las centralitas contratadas por el PP andaluz, para tratar de desmovilizar a votantes tradicionalmente socialistas. El modus operandi se basó en encuestar a los votantes del PSOE sobre una serie de asuntos, relacionados con la gestión de Susana Díaz que generaban un gran desencanto, como las listas de espera en la sanidad pública, por poner un ejemplo, la corrupción, los altos impuestos o el desempleo.
La conversación telefónica terminaba siempre de la forma siguiente: “Si tan descontento está usted con la gestión de Susana Díaz ¿ha pensado en no ir a votarla y abstenerse?”, recuerdan diversas fuentes populares consultadas.
La estrategia de fomentar la abstención en el partido rival no es nueva y aunque pueda ser considerada poco ortodoxa, o incluso reprochable, está muy aceptada en el mundo político anglosajón dentro de las reglas del juego no escritas. De hecho está la orden del día en las campañas de Estados Unidos, o Reino Unido, al margen de otros países como México, donde había desarrollado su labor el gurú de cabecera de Moreno Bonilla en las autonómicas de noviembre de 2018, Aleix Sanmartín. Se trata de un consultor político cordobés que ya asesoró al PSOE en el Ayuntamiento de Córdoba, antes de hacerlo con candidatos del citado país centroamericano, como el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, a cuyas órdenes trabajó en 2012.
La labor desarrollada en aquella campaña electoral de 2018, dirigida por el actual consejero de Presidencia y coordinador nacional del PP, Elías Bendodo, que se encargará también de la presente, le valió al equipo de asesores de Moreno Bonilla el premio Napolitan Victory Awards a la Campaña Electoral del Año que otorga The Washington Academy, en abril de 2019.
150.000 votantes de Susana Díaz en 2018 ahora se abstendrían
Además de los 500.000 votantes que Espadas pretende atraer de nuevo hacia el PSOE hay más obstáculos en su camino con respecto a este espectro ideológico. Los datos hablan por sí solos, al comprobar que del poco más de un millón de votantes ( 1.009.000) que tuvo el PSOE de Susana Díaz en 2018 hay un 8 por ciento que ahora votarían a Moreno, lo que equivale a 80.000 apoyos. El presidente de la Junta no oculta su satisfacción por este trasvase de votos, que el PP-A incrementa hasta los 90.000 apoyos, dentro de la llamada "nueva mayoría social" de la que habla el gobernante centrista cuando pide "el voto prestado a muchos andaluces". Lo hace, tal y como ha insistido este martes, durante una entrevista en la COPE con Carlos Herrera, para "gobernar en solitario". Esa es su máxima aspiración para ahuyentar el fantasma de un Vox como más que posible socio de gobierno.
Sorprendentemente, Espadas ha dicho este martes que él también aspira a gobernar en solitario. Lo anuncia ante la pesada losa que supone ya en esta precampaña ser asociado a lo que Moreno Bonilla describe como "un gobierno Frankenstein". Así ha descrito el presidente en funciones lo que sería un hipotético gobierno del PSOE "con Podemos, Teresa Rodríguez, que es nacionalista, y comunistas". Este será sin duda uno de los ejes de campaña del PP andaluz: confrontar la solidez de un líder con una gran valoración y conocimiento en las encuestas, capaz de lograr gobernar en solitario, en contraposición al PSOE "y un batiburrillo de partidos incapaces de entenderse", como así se ha expresado vía Twitter Elías Bendodo.
❌ 37 años de socialismo llevaron a #Andalucía al vagón de cola de casi todo.
— Elías Bendodo (@eliasbendodo) April 26, 2022
✅ Hoy lideramos rankings en los que nunca aparecíamos.
El #19J se plantean 2 modelos:
? El del PSOE y un batiburrillo de partidos incapaces de entenderse.
? El del cambio y éxito de @JuanmaMoreno. pic.twitter.com/PTWe3fG52v
Una de las grandes batallas de estas elecciones autonómicas del 19 de junio se librará en los 29 grandes municipios de Andalucía, aquellos de más de 50.000 habitantes. Será allí donde Espadas y Moreno se disputen muchos votos en liza del centro izquierda urbano.
Además, existe un 14,16% de votantes de la expresidenta de la Junta que acudieron al colegio electoral a depositar su voto y ahora Espadas no les seduce, por lo que se abstendrían, tal y como mantiene el director de Deimos Estadística, Ramón Alberca, tras analizar numerosas encuestas. Se trata de 150.000 electores abstencionistas llamados a ser un caladero de votos muy relevante para Moreno. Sin duda un reto también para Espadas, a la hora de sacarles de la abstención y atraerles a su candidatura.
Además de intentar captar "voto útil" de Unidas Podemos y el resto de la dividida izquierda radical, los socialistas buscan "fijar" durante la campaña su idea de que "Moreno pretende gobernar con Vox y tiene ya un preacuerdo hecho".
Espadas reclama a Moreno un debate "cara a cara"
La primer jornada del candidato socialista, tras el anuncio de elecciones de este martes, ha estado cargada de mensajes diversos en distintas intervenciones, incluidas las que ha protagonizado en los medios de comunicación. Juan Espadas ha aprovechado para reclamar a su máximo rival, Juanma Moreno, un debate "cara a cara" en un lugar que no ha concretado.
No parece que le guste mucho Canal Sur Televisión para celebrar allí este duelo dialéctico. El aspirante del PSOE a la presidencia de San Telmo se ha mostrado muy beligerante con el ente público andaluz y su "dirección política". A este respecto ha anunciado una "denuncia" ante el Consejo Audiovisual de Andalucía por la "falta de pluralidad" del citado medio audiovisual en sus informativos.
Espadas reivindica que, como "fuerza más votada" en el Parlamento, en alusión a las elecciones de 2018 que ganó Susana Díaz, la asignación de los tiempos televisivos tiene que ser acorde a dicha proporción de 33 escaños, frente a los 26 que obtuvo Moreno Bonilla.
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