El escándalo de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), dependiente de la Junta de Andalucía cuando el PSOE gobernaba la comunidad autónoma, fue descubierto en mayo de 2018, y desde entonces se han ido conociendo numerosos detalles, que ahora recoge la sentencia de la Audiencia de Sevilla que condena al ex director de la fundación Fernando Villén y a la ex directora económica financiera de la Faffe, Ana Valls. Villén ha sido condenado a seis años de cárcel como autor de un delito continuado de malversación en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial en concepto de inductor; por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la Faffe, perteneciente a la Junta de Andalucía. Por su parte, Ana Valls ha sido condenada a cinco años y tres meses de cárcel por los mismos delitos.
Además de los escándalos en porstíbulos, la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo también es la fundación de los 8.844 contratos irregulares, de los que al menos 200 eran primos, amigos, cuñados y conocidos del PSOE y sindicatos, algunos prácticamente sin tareas, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Esta fundación dejó casi 50 millones de euros en ayudas para formación sin justificar y que subvencionó cursos disfrazados de contratos laborales para que 1.500 empleados despedidos por la fábrica de Delphi en Puerto Real cobraran ilegalmente el paro, según un informe de la Inspección de Trabajo. A sueldo de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) estaban también “falsos funcionarios” que tramitaban los expedientes de ayudas fraudulentas de los ERE ,un procedimiento que ha sentado en el banquillo a dos expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y a otros 20 ex altos cargos de sus gobiernos.
La sentencia emitida por la Audiencia de Sevilla el 19 de septiembre condena a Fernando Villen, además de los seis años de cárcel, a una multa de 7.200 euros e inhabilitación especial para el ejercicio de cargo o empleo público durante seis años; y a indemnizar a la Junta de Andalucía con 24.129 euros. Cabe recordar que Villén devolció 8.437 euros, el 25 de marzo de 2010, de los 32.566 totales. Además ha sido condenado a indemnizar a la Administración con 6.300 euros de forma conjunta con Ana Valls. A la ex directora económica financiera de la Faffe, Ana Valls, además, se le condena a una multa de 5.840 euros e inhabilitación especial para el ejercicio de cargo o empleo público durante cinco años.
Declarados culpables por un jurado popular
Tanto Villen como Ana Valls fueron juzgados en la Audiencia provincial de Sevilla por un jurado popular. En la primera jornada de dicho juicio, Fernando Villén reconoció haber usado la tarjeta de la Faffe para abonar gastos en prostíbulos, 32.566 más concretamente. Además defendió que siempre fue consciente que debía devolver todo el dinero que había usado de forma indebida en los prostíbulos, y que siempre había realizado esa reposición de gasto aportando su propio dinero a dicha tarjeta. La Audiencia añade que, utilizando tres tarjetas distintas, el condenado "dispuso de 32.566 euros para gastos en prostíbulos con cargo a los fondos de la Faffe", tras lo que desgrana los establecimientos, fechas y cuantías de estos gastos, resaltando que el acusado "dispuso de dichos fondos públicos para su aprovechamiento y lucro personal, en actividades completamente ajenas a la función pública, sin que haya devuelto los gastos realizados a través de ninguna de sus cuentas bancarias ni tampoco en metálico a través de la Caja Central de la fundación”. Sin embargo, según el fiscal Fernando Soto, delegado en Sevilla de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, durante el juicio había quedado probado que el exdirector de la Faffe "no había devuelto esas cantidades”, y le afeó que Villén nunca desvelase con quién gastó esos más de 32.000 euros" de dinero público en clubes de alterne, para proteger a los que le acompañaban.
Por su parte, Ana Valls, indicó que antes de que estas prácticas trascendiesen a los medios de comunicación, no sabía "nada" de tales gastos, asegurando que sintió "un gran bochorno" al igual que el resto de la plantilla de la Faffe. No obstante, el jurado la declaró culpable pues que fue necesaria su colaboración, para "simular las devoluciones" del dinero público empleado. La Audiencia indica en la sentencia que era la directora económica-financiera de la Faffe, "en cuyo departamento que dirigía se llevaba la contabilidad y el control de las cajas", precisando en este sentido que el ex director de la fundación "no quería hacer las devoluciones mediante transferencia bancaria, pues su intención era no restituir los fondos públicos sustraídos". Por tanto, se declara probado que Villén y Ana Valls acordaron "simular las devoluciones de los referidos gastos de tarjeta del primero mediante el procedimiento del ingreso fingido de tales devoluciones en metálico en la referida Caja Central"
Apropiación de fondos públicos
El tribunal destaca en el caso del ex director, Fernando Villén "la gravedad de los hechos consistentes en la persistente repetición de actos de apropiación de fondos públicos a lo largo del tiempo, pues si sumamos todos los pagos que realizó mediante la tarjeta de la fundación en los días que se han declarado probados, suman 40 pagos, esto es, 40 veces que se apropió de fondos públicos, realizando varios pagos en una sola jornada, llegando hasta nueve pagos en un mismo día”.
En el caso de Valls, la Audiencia tiene en cuenta que "sólo existió por parte de la acusada una conducta malversadora y que no se ha acreditado que obtuviera de ninguna de las conductas delictivas acreditadas beneficio propio alguno”. No obstante, ”el único supuesto en el que resulta acreditado que ha participado en una actuación malversadora fue el día 25 de marzo de 2010 con motivo de la firma y cobro de dos cheques por importe de 6.300 euros con cargo a los fondos de la Faffe”.
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