A las 5 de la madrugada del pasado 12 de junio, los vecinos de la calle Estrella Ragel, del sevillano barrio de Pino Montano, abandonaban sus casas con lo puesto, tras el incendio que se había producido en el garaje. Las llamas devoraron sin piedad dieciocho vehículos, dejando quince de ellos reducidos a chatarra calcinada y a más de sesenta familias fuera de sus casas. Diez dotaciones de Bomberos, sumando un total de 40 efectivos, se desplazaron al lugar para combatir el incendio. Equipados con un remolque ventilador de gran caudal para despejar el humo, trabajaron incansablemente para contener las llamas y evitar una catástrofe mayor. Una semana después, los vecinos han tenido que contratar seguridad privada para evitar el robo y la ocupación de sus viviendas, porque numerosas familias aún siguen sin saber cuándo podrán regresar.
La investigación que están realizando efectivos de la Policía Científica, apuntan a que el fuego fortuito declarado en un coche híbrido es la causa más probable del incendio. No obstante, los agentes redactarán un extenso informe en el que ofrecerá más detalles sobre cómo se produjo un incendio que se declaró en la madrugada del pasado 12 de junio y que se saldó con dos heridos. Esta hipótesis policial, coincidiría con lo que indicaron los vecinos, ya que los vehículos más afectados eran los que se encontraban más próximos a este vehículo híbrido y ellos mismos apuntaban el incendio del vehículo, en sus redes sociales, como la causa de la tragedia.
Vecinos en casas de familiares y amigos
De las sesenta familias que aún no saben cuando regresarán a sus casas, los que han tenido más suerte se han podido instalar con familiares y amigos hasta que les garanticen que pueden volver a sus casas con total normalidad. Otro grupo, que estaba en situación más vulnerable, como ancianos de escasos recursos, o familias desempleadas, han sido atendidos por los Servicios Sociales. Muchos de los habitantes de ese bloque han perdido sus vehículos que utilizaban para trabajar.
Robos e inseguridad
Además del susto, la tragedia de tener que abandonar sus casas sin saber cuando y como volverán, los vecinos de Pino Montano, se enfrentan ahora a los intentos de robo y ocupación en sus viviendas. Tras el incendio, el Ayuntamiento mantuvo un dispositivo policial en el exterior de las fincas desalojadas, pero tras los primeros días, los efectivos policiales se marcharon y dieron paso a la inseguridad. Por ello, los vecinos se han visto obligados a contratar a seguridad privada a la espera de que sea la compañía de seguros la que asuma los costes, aunque lo primero es evitar males mayores.
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