El acuerdo sobre reparto de cuotas de pesca para 2025 y los días de pesca de la Unión Europea es celebrado de manera diametralmente opuesta en los despachos ministeriales y en muelles y lonjas pesqueras. Si el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas asegura haber salvado al sector, desde el terreno emerge una creciente ola de indignación entre las comunidades autonómicas, particularmente en Andalucía.
El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha calificado el pacto de "absoluta barbaridad injusta", criticando que no tiene en cuenta los esfuerzos previos realizados por el sector pesquero.
Desde la Junta instan al Gobierno a "dar un paso al frente y garantice que todas las comunidades autónomas podamos utilizar los medios suficientes para paliar el fuerte golpe que va a suponer para el sector de la pesca”.
El acuerdo ha mantenido una cuota de 130 días de pesca para la flota de arrastre, pero con adendas que hacen –denuncian desde las confradías- inviable la actividad pesquera porque, sencillamente, no será rentable. “Andalucía no puede prescindir de sus pescadores", ha afirmado Fernández-Pacheco desde La Mojonera (Almería), la provincia más afectada de todo el litoral andaluz por las nuevas condicionantes impuestas por los comisarios europeos.
La Junta urge al Gobierno central a habilitar mecanismos que permitan a las autonomías destinar fondos para mitigar los efectos de este acuerdo que pone en la piqueta a la pesca de arrastre en el Mediterráneo, que deberá cambiar sus sistemas de redes, compuertas y palas, perdiendo la posibilidad de capturar a especies de más alto valor económico.
Restricciones pero con medidas de compensación
El pacto europeo incluía una reducción de los días de actividad para los pescadores, de hecho, inicialmente desde Bruselas se barajaba una reducción del 79% de días de pesca, quitando más de 100 jornadas de faena a las 100 embarcaciones existentes en Andalucía. No obstante, finalmente la flota de arrastre podrá mantener el 80% de los 130 días que tiene establecidos actualmente mediante la implementación de las cuestionadas medidas medioambientales.
Las medidas están diseñadas para proteger especialmente a los alevines de merluza y a la gamba roja. Cofradías y lonjas descalifican unas soluciones que tildan de ecopostureo, ya que no remedian los verdaderos problemas ambientales.
La Federación de Pescadores de Andalucía denuncia que los cálculos que maneja Bruselas sobre la merluza “son mentira” y están “obsoletos”. Por otro lado, recuerdan que los caladeros de pesca y las poblaciones de pescado son las mismas para la flota de arrastre andaluza (100 barcos) que para las 600 naves que tiene Argelia, Marruecos o Túnez, “países donde no tienen restricciones medioambientales”, señalan.
Ahondando en los reproches a Bruselas y a la defensa de los intereses regionales por parte del Ministerio de Pesca, desde la Junta, Fernández-Pacheco ha destacado que la pesca de arrastre no es solo una actividad económica, sino también un elemento clave de la cultura y la identidad de la región, calificándola de “hilo conductor” de los municipios del literal mediterráneo y parte de "nuestra dieta" y "la imagen que exportamos al extranjero".
Contando empleo directos e indirectos, solo en Almería, Granada Y málaga hay unas 3.500 personas ligadas al arrastre. Pero los efectos en el menoscabo a esta actividad se sentirán, alertan desde la Junta, en la hostelería y en el turismo, otra pieza clave fundamental del equilibrio económico regional. La Junta considera que los esfuerzos realizados por el sector para adaptarse a las normativas de sostenibilidad no han sido reconocidos por la Comisión Europea.
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