Han pasado dos años y nadie ha vuelto a ver a Antonio David Barroso, el niño discapacitado de 15 años que desapareció el pasado 12 de septiembre de 2021. Antonio David salió de Morón de la Frontera (Sevilla) junto a su madre, Macarena Díaz, que aseguró que su hijo falleció en esa localidad días antes y que tiró su cuerpo a un contenedor de basura en un barrio al sur de Madrid. Carabias, un municipio segoviano, era testigo del “teatro” de Macarena: esta llegó a una gasolinera el 12 de septiembre de 2021 y contó que su hijo había fallecido y se había deshecho del cuerpo. Díaz padece un trastorno bipolar y fue ingresada en un centro psiquiátrico después de que aquel 12 de septiembre. Pese a su situación clínica, participó en la reconstrucciones que realizó la Guardia Civil y señaló incluso dónde había depositado el cuerpo de su hijo ya sin vida, aunque a posteriori aseguró que había hecho un paripé y se lo había inventado todo.
Tras recibir el alta médica, la mujer quedó en libertad a la espera de juicio. Los policías que investigan la desaparición de Antonio David sospechan que ella manipula la investigación y señalan que ha continuado con su vida como si no hubiera pasado nada. La Guardia Civil observó, durante la búsqueda y la reconstrucción de los hechos, en el comportamiento de la madre "una ausencia de pena y de remordimiento que llama la atención a la vista de lo ocurrido”. Esa frialdad la plasmó un par de meses mas tarde, por escrito en un documento ante la Agencia Tributaria. Macarena Díaz, solicitaba solo dos meses después de la desaparición de su hijo parar la deducción por hijo discapacitado" de la que se beneficiaba gracias a la Junta de Andalucía en la declaración de la Renta. En el mismo documento, la madre de Antonio David solicitaba que se le abonase el paro.
"Soy la madre del niño discapacitado desaparecido, el niño falleció el 10 de septiembre de 2021, pero no tengo aún el certificado de defunción. Solicito que me paguen el paro”.Macarena Díaz, madre del menor desaparecido
Macarena, enferma de trastorno bipolar, había dejado de tomar la medicación que necesitaba. Tuvo dos brotes brotes psicóticos en 2017 y 2019. Pese a que conocía a la perfección los riesgos de dejar de tomar el litio, lo hizo desde el verano de 2020 porque ganaba mucho peso, hasta 18 kilos dijo si se tomaba la medicación. Díaz no sólo jugaba a ser médico con su tratamiento, también con el de Antonio David. El niño necesitaba tomar cuatro tipos de pastillas diarias para evitar, entre otros problemas de su enfermedad, sufrir crisis epilépticas. La investigación de la policía ha revelado que Macarena dejó de darle dos de esos medicamentos entre 13 y 15 días antes de morir. De hecho, varios testigos, desde un sacerdote a la empleada de un supermercado, vieron sufrir al niño violentas convulsiones los días antes de su desaparición.
¿Dónde está el cuerpo de Antonio David?
Esa es la misma pregunta que se hacen los investigadores de la Guardia Civil y familiares y amigos de Antonio David. Se cumplen dos años de su desaparición y pese a los continuos vaivenes en las declaraciones de su madre, la policía sospecha que pudo arrojar la silla y el cuerpo del pequeño al Río Tajo. Son muchas las incógnitas que rodean al caso, pero la que cobra más fuerza entre los investigadores es que la madre sacara al niño vivo de su casa en Morón, que falleciera por el camino o en la gasolinera de Miajadas (Cáceres) donde las cámaras de seguridad grabaron a Macarena entrar y salir del coche con gestos de tristeza, o en el camino desde allí a Talavera de la Reina, donde la mujer llegó poco después con su hijo en la silla de ruedas. Donde compró una manta pese a los 35 grados que hacía. Según las investigaciones probablemente la mujer pretendía cubrir el cuerpo sin vida de Antonio David para evitar que los empleados del hotel se percatasen.
Sobre esta línea, y destacando lo bien que recuerda Macarena las entradas y salidas de la localidad donde jamás había estado con anterioridad, por ello no descartan que "la idea más sencilla y más factible: empujar una silla eléctrica de gran peso con una persona atada a la misma, sabiendo que el cuerpo no va a flotar, a las inmediaciones de un río caudaloso y en una zona donde nadie que no se encontrase en el lugar pudiera percatarse de su presencia”. Los investigadores añaden que la mujer pudo inspirarse para hacerlo en casos de crímenes reales o sucesos ficticios de series de televisión. Además destacan que esa forma de deshacerse del cuerpo de su hijo sería menos agresiva que tirarlo a un contenedor de basura. "El hecho de arrojar a tu ser querido a un contenedor de basura es algo que no suelen realizar personas que han proporcionado un buen trato a esa persona", indican en el informe, donde añaden que los familiares de Macarena no la ven capaz de dejar a su hijo, por quien se había desvivido siempre, en la basura.
Pese a la lucha incasable de los investigadores, dos años después nadie sabe el paradero de Antonio David, sólo su madre, que se encuentra libertad a la espera de juicio, pero que no ha dado ningún dato nuevo que pueda llevar a los investigadores a localizar el cuerpo del pequeño. El padre del niño, Antonio Barroso, con quien la mujer está enfrentada, sigue luchando porque se conozca el paradero de su hijo. La mujer insiste en que su hijo murió en su casa, varios días antes de que ella lo hiciera desaparecer, porque, ha contado a sus allegados, "se volvió loca" con su muerte.
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