Las 3000 Viviendas vuelven a amanecer con un operativo policial en marcha. La zona no se ha recuperado de los incidentes entre clanes de la droga del pasado fin de semana y del impacto de un despliegue policial sin precedentes con unos 300 agentes. Hoy las más de 600 viviendas de la zona del barrio Martínez Montañés son el foco de la operación.
La Policía Nacional ya avisó el miércoles que la Operación Vulcano estaba en marcha, que los operativos pueden aminorar, pero su intención es establecer una presencia mucho más determinante en la barriada –junto al también Sevilla barrio de Los Pajaritos- más pobre de España.
En el paisaje de casas desconchadas, pisos abandonados e incluso tapiados y basura amontonada a cada esquina tiene al despliegue de uniformados como principal novedad esta semana. La primera fase del operativo, solo dos días antes, había dejado un saldo de diez detenidos y un alijo de armas y drogas aun sin contabilizar.
Pero esa había sido solo una advertencia para ahuyentar escenas como la del sábado 12, cuando el sonido de armas de guerra resonó en las calles Marinero en Tierra y Lazarillo de Tormes –la conocida como zona de Los Verdes-, iluminadas por balas trazadoras.
El barrio es protagonista de los rankings de pobreza y delincuencia habitualmente. Nació en los años 60 para realojar a poblaciones desplazadas de toda la ciudad que vivían en autoconstrucciones tras el éxodo rural. Según el Comisionado de Polígono Sur, un ente que coordina las políticas de todas las administraciones para esta zona marginada, aquí viven unas 40.000 personas.
No todo el Polígono Sur es una zona conflictiva. De las seis barriadas que lo componen, La Oliva y La Paz son entornos totalmente normalizados; Antonio Machado y Letanías zonas obreras, con dificultades por sus altos índices de paro y bajo nivel socioeconómico; las zonas de Murillo y Martínez Montañés -las conocidas como 3000 Viviendas- concentran los problemas más extremos y conflictivos.
Administraciones unidas para llenar el vacío de poder
La tarde del jueves terminó con una reunión del subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, y el alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz cambiaron la dinámica de reproches y ofrecieron un mensaje de unidad con el que tratan de restablecer el endeble orden que puede llegar a reinar en la zona.
Tras una reunión a puerta cerrada, las decisiones pasaná por reforzar la autoridad de la Policía Nacional. Los operativos pasan a tener autonomía y control de la zona, según detalló Toscano, que recalca que el Gobierno no abandonará “a los vecinos de bien” del Polígono Sur, el barrio en el que se engloban las áreas más conflictivas del Distrito sevillano.
Desde el Ayuntamiento, el alcalde San suavizó su discurso de reproches por la falta de efectivos de Policía Nacional. Ahora asume que el problema no es “solo una cuestión de seguridad”. El Ayuntamiento recuerda que seguirá ofreciendo servicios municipales y solicita una mayor coordinación con la Policía Nacional, ya que incluso la Policía Local de Sevilla precisa de escolta de la Nacional para acceder a determinadas zonas del barrio.
A de la esperada coordinación entre administración local y estatal, emerge la idea de derribar algunos de los bloques más deteriorados en la zona de Las Vegas, algo que deberá coordinarse con la Junta de Andalucía, que es propietaria de la vivienda pública, “hay zonas que se han convertido en un gueto”, asume el alcalde, que quiere desarrollar un urbanismo más integrador con zonas verdes.
Pero eso vendrá con el tiempo. Las calles ahora estaban bajo el control de los uniformados, que patrullaban y realizaban controles aleatorios. Esta no era una simple operación, era una caza metódica y exhaustiva que da continuidad a un trabajo de seguimiento al narcotráfico y a los clanes de la droga que lleva meses realizándose.
La droga y el empoderamiento del narco son el reto, desde enero, casi se ha doblado la cantidad de marihuana retirada del mercado y, respecto a la cocaína, la cantidad incautada ha sido más del triple en relación con los datos del curso pasado a estas alturas, “el trabajo no es de ahora, se viene desarrollando a lo largo de todo el año”, valora Toscano. La portavoz de la Policía Nacional asegura que “el operativo va a seguir en marcha porque la zona ahora mismo así lo requiere”.
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