Málaga y su área metropolitana comienzan el curso con una noticia largamente esperada. La Junta de Andalucía reactiva la ampliación de la red de metro en una ciudad que, con su área metropolitana, supera el millón de habitantes. La cara es Málaga, mientras que la cruz, es Sevilla. La capital sigue sin presentar avances en grandes infraestructuras.
La licitación de la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda por casi un millón de euros estudiará el desarrollo técnico de nuevas líneas. Afecta a la ampliación de los tres corredores prioritarios del Plan de Transporte Metropolitano del Área de Málaga: El Palo-Rincón de la Victoria; Ciudad Jardín y PTA.
La consejera Rocío Díaz ha visitado las obras de ampliación del metro que conectan con un nuevo hospital, obras en las que está volcada en paralelo a construir “futuras ampliaciones, que requieren de un análisis serio y riguroso" asegura. Málaga es una ciudad que emerge como la espuma. Lo saben sus vecinos, que ven como la ciudad de Picasso copa rankings económicos, aunque sean del coste de vivir.
El área metropolitana suponen una de las principales conurbaciones de España con 38 municipios que, en la última década, han ganado más de cien mil nuevos habitantes, según el INE. Mejorar las conexiones con el centro histórico explica la nueva línea de metro que en su primer año de funcionamiento ha trasladado a casi 16 millones de pasajeros.
La nueva licitación de la Junta en Málaga va con unas pautas: un plazo de ejecución de 17 meses desde su contratación. Entonces, las empresas tendrán la información que delimita las direcciones, el número de estaciones y la profundidad de las mismas. Se abrirá la carrera entre las grandes constructoras que ya tienen pistas: la Junta priorizará las conexiones intermodales, especialmente con la conexión ferroviaria.
La Junta "no ha parado”, dice una exultante Díaz, apenas ha transcurrido año y medio de la extensión al centro del metro “y ya estamos metidos de lleno en la prolongación a Nuevo Hospital y sentando las bases para el futuro desarrollo de la red de Metro".
"¿Y Sevilla pa cuándo?”
Lo que reluce en Málaga, languidece, sin embargo, en Sevilla. La capital de Andalucía aspira a un techo poblacional de 700.000 habitantes, pero para ello necesita mejorar sus infraestructuras. Numerosas familias sevillanas se instalan en su área metropolitana, cuyo conjunto de población ronda el millón y medio de habitantes.
Sin embargo, Sevilla tiene solo una línea de metro a la que, además, le faltan trenes. Tras la pandemia, llegó al fin la reactivación de la Línea 3, pero si en Málaga el progreso es elocuente, no es así en Sevilla. “Vamos lento, muy lento. Esto no es cuestión de agravios, es una gran noticia lo que está pasando en Málaga, pero Sevilla tiene un retraso que viene de décadas”, valora Alejandro Moreno, uno de los representantes de la Plataforma ciudadana Sevilla Quiere Metro.
“Málaga y Sevilla son ciudades pobres en infraestructura de transporte, pero la diferencia es que Sevilla es la única gran área metropolitana de Europa que no tiene una red completa de metro”, dicen desde la Plataforma. Las obras de la Línea 3 de metro se eternizan. Consta de dos segmentos, el tramo sur cuyo proyecto está pendiente de entrega, fase del proceso que en octubre cumplirá un año de retraso.
Sí, hay buenas noticias para la zona Norte de la ciudad. Dividida en seis subtramos, los dos primeros están en marcha. Pero la ciudadanía está cansada de unas obras que se eternizan. El metro en Sevilla es un unicornio dorado y el hecho de que en Málaga sea algo palpable escuece.
En redes sociales, los anuncios de la Consejería de Fomento son respondidos con un aplastante caudal de reacciones que señalan el olvido de Sevilla,"la actualización del tramo sur de la línea 3 de #Sevilla para cuándo?”, o "está claro que la Junta es de Málaga. Hay que formar un partido solo de Sevilla" son ejemplo de las muchas opiniones que, a nivel de patria chica, elevan el agravio regional.
La falta de infraestructuras en la capital andaluza, en Cercanías, en conexión por autovía, el no-tunel ni puente del Guadalquivir o tener el único gran aeropuerto de España cuya conexión con la ciudad depende del coche, son reclamos sociales que salpican a las tres administraciones.
