Málaga ha vivido en el suceso del pasado 24 de abril las dos caras de la inmigración. La que viene a trabajar y a labrarse un futuro y la delincuente y más cruel de todas que sólo vive para hacer daño a los demás. El pasado 24 de abril, en un supermercado un atraco con la técnica del mataleón puso cara y nombres a esta lacra. La cajera, de Paraguay, llegó a España hace menos de un año y trabaja desde hace unos meses en este supermercado, el joven, de origen africano, no se sabe ni cuando llegó ni como, aunque no se le reconoce ningún oficio y fue detenido días después de este asalto tras intentar estrangular a otra mujer en plena vía pública.
Los hechos, se produjeron poco antes de las nueve de la noche, Elisabeth, debía cerrar a las 21:00, realizó el arqueo de caja, y dejó los billetes para el cambio del día siguiente. Dejó la puerta abierta para que entrase algo de aire y cuando estaba haciendo anotaciones en su cuaderno, un individuo con una mascarilla transparente entró y la agarró del cuello, practicándole la técnica del mataleón, como se puede ver en las imágenes que pudo captar la cámara de seguridad.
Cuando le quedaba poco aire y tras intentar zafarse sin éxito, el individuo le preguntaba “¿Dónde caja?”, la joven intentando mantenerse despierta le señalaba con la mano que debía pulsar en la pantalla para abrirla. El ladrón logró con las indicaciones desbloquear la caja registradora y cogió unos cuantos billetes que sumaban alrededor de 130 euros, siempre según el relato de la víctima, que pensó que ahí había quedado todo. Pero su pesadilla aún iba a ser más larga, levantó a la mujer del suelo y la condujo hasta el baño. "¿Dónde otro dinero?", recuerda que le preguntaba el atracador mientras seguía faltándole el aire.
Una vez en el baño, le advirtió en inglés que tenía que hablar. La cajera trataba de comunicarle que allí no había dinero cuando el ladrón la apuntó en el abdomen con un cuchillo que había en aquella estancia. La joven reconoce que allí pensó que la mataría ya que allí dentro nadie la escucharía pedir auxilio. Continuaba estrangulándola y Elizabeth no conseguía apenas articular palabra, aunque logró darle algunas indicaciones de dónde se encontraban las ganancias de aquel día. A los minutos, el ladrón desistió y soltó a su víctima. Se estaba marchando cuando observó una caja de cartón tras el mostrador en la que creyó que podría haber algo de dinero; no encontró nada y terminó abandonando finalmente el comercio.
Elisabeth llamó a su marido que ya iba de camino al establecimiento como cada tarde para recogerla. No tiene heridas externas pero las los recuerdos y el miedo es algo que tendrá que superar con el paso del tiempo. De momento, mantiene bloqueada la puerta y es ella misma la que abre la puerta a los clientes, porque aún es todo muy reciente y le cuesta adaptarse.
La joven no denunció los hechos hasta este lunes, pero las imágenes del atraco que había captado las cámaras de seguridad comenzaron a circular por redes sociales y llegaron a manos de los investigadores.
Detenido por usar la misma técnica con otra mujer
El pasado domingo 28 de abril, cuatro días después del robo, los agentes tuvieron conocimiento de que un hombre habría huido tras practicar supuestamente un mataleón a una mujer de 38 años en plena vía pública.
Era de noche cuando, según han confirmado fuentes policiales, el individuo asaltó a la víctima en plena calle. La mujer logró zafarse y los policías lo detuvieron 'in fraganti'. De acuerdo a las características físicas, y la ropa que llevaba el sospechoso de 39 años, además del mismo modus operandi empleado, las pesquisas policiales apuntan a que se trataría del mismo individuo que atracó a Elizabeth en el supermercado.
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