Andalucía

La mitad de los casos de adicción a las nuevas tecnologías en Andalucía se deben al móvil

“El móvil es para ellos una adicción, una droga, al igual que las redes sociales”, esto asegura el Juez de Menores Emilio Calatayud que lleva más de 36 años al frente de un juzgado de menores

El problema de los menores y el uso de móviles, ya tiene en jaque al Gobierno andaluz que acordó prohibir el uso de estos dispositivos en los colegios a menores de 14 años y limitar las actividades con móviles en las aulas.

Por primera vez en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la proporción de niños de 10 a 15 años que disponen de teléfono móvil ha superado los siete de cada 10, con subidas en los últimos 10 años en la mayor parte de las comunidades, especialmente desde la llegada de la pandemia de Covid.

Andalucía no sólo no escapa a esta tendencia sino que la comunidad es una de las que lidera el ránking, ya que el porcentaje sube hasta el 74,1% tras crecer 5,2 puntos porcentuales en un año, 10,1 respecto a 2019 y 15,2 puntos en los últimos 10 años. Además del móvil, los niños y adolescentes de entre 10 y 15 años cada vez tienen más dependencia del ordenador y sobre todo del acceso a internet. En la suma de toda España, el 94,7% de los chicos en esas edades han entrado en internet en los últimos tres meses y el 93,1% han utilizado el ordenador en el mismo periodo.

Los datos que manejan en el Gobierno de la Junta de Andalucía demuestran que no es sólo cosa de niños y adolescentes. Con los datos del Área de Drogodependencia e Inclusión de la Consejería de Salud y Consumo, en todo el 2023, un total de 72 menores de edad recibieron tratamiento en Andalucía por adicción a las nuevas tecnologías en centros públicos, pero la cifra asciende hasta las 187 personas si se tiene en cuenta esta misma asistencia en edad adulta. De ellos, el 43% está en tratamiento por el uso abusivo del teléfono móvil, incluyendo 38 menores; el 39% estaba en ese mismo periodo en terapia por estar enganchado a los videojuegos, 29 de ellos menores; y el 18% fueron atendidos por una adicción severa al uso generalizado de internet, caso que sólo se da en cinco menores.

Durante 2023 también recibieron tratamiento por este problema en Andalucía un grupo destacado de personas que, aunque no llegaron a tener diagnosticada una adicción, sí presentaban una conducta de riesgo, por lo que los servicios de la sanidad pública encargados del abordaje de esta problemática consideraron necesario iniciar un trabajo terapéutico con ellos. A finales de 2023 se contabilizaron 188 personas, entre las que se incluyen 118 menores de edad, la mayoría, en ambos casos por adicción al móvil. 

Las cifras imponen, sin embargo, tal y como destaca la subdirectora del Área de Drogodependencia e Inclusión de la Consejería de Salud y Consumo, Marta Cáceres, "no son representativas en su totalidad de la realidad, no todo el mundo que tiene un problema de adicciones a nuevas tecnologías accede a un centro público". Con lo cual, la atención a esta problemática se presume mucho más amplia teniendo en cuenta otras opciones de gestión privada. "Este tipo de adicciones se da en todos los ámbitos sociales por lo que hay personas que cuando se les presenta este problema prefiere llevarlo por la vía privada porque, quizás, no quieren visualizarlo mucho", indica Cáceres.

Los delitos y las nuevas tecnologías

“Los delitos han aumentado con las nuevas tecnologías”, según asegura el Juez de Menores, Emilio Calatayud. “El móvil es para ellos una adicción, una droga, al igual que las redes sociales”. Es un instrumento muy peligroso para cometer hechos delictivos y para hacer víctimas de delitos.
Calatayud tira de comparativa. Para que todos lo entiendan, nos dice. “No se me ocurriría darle a mi hijo de dos años un Visonte. Pero los padres sí les dan a los niños el móvil durante las comidas para que no los molesten”.
Tal vez no sea tan buena idea regalar a nuestros hijos por su cumpleaños o en su Comunión, un teléfono móvil de última generación. “Porque ahí está el origen de muchos casos de maltratos a los padres o del acoso escolar”. Y se muestra muy contundente: “Un niño de catorce años no necesita un móvil para nada. Hay que volver a la pizarra y al bolígrafo. Y no pasa nada”. Cuando la justicia interviene es porque ha fracasado todo. ¿Y qué fracasa? "La autoridad del maestro, y la de los padres".
Emilio Calatayud lleva desde 1988 ejerciendo como juez de menores. Ha juzgado a más de 25.000 menores, unos 45 asesinatos y unas 500 violaciones. Pese a que no se asusta fácilmente asegura que esta generación está absolutamente dominada por los móviles y las redes sociales y que no somos conscientes del peligro que esto entraña para la sociedad del futuro.

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