"El PP andaluz es el partido del campo, de la agricultura, también de la pesca". El reelegido presidente de esta formación política, Juanma Moreno, ha animado este domingo a derribar el "mito" del voto rural "propiedad" del PSOE-A. El también presidente de la Junta, lanzado ya a una permanente precampaña electoral, cree que el cambio de gobierno que representó la llegada del Partido Popular junto a Ciudadanos, apoyados por Vox, el 2 de diciembre de 2018 en las urnas, ha sido suficiente hasta ahora para comenzar a considerar que el centroderecha puede penetrar con éxito en el electorado de la Andalucía del interior, un coto cerrado al PP y que fue siempre su asignatura pendiente, cuando estaba en la oposición, especialmente en los municipios de menos de 20.000 habitantes.
No es casual que los populares andaluces pongan ahora el foco en la Andalucía rural, porque Vox ha penetrado con fuerza en esos terrenos. Lo empezó a hacer el 2 de diciembre de 2018 en lugares con perfil agrícola donde arrasaba el PSOE y atrajo a parte de sus votantes, los que no se fueron a la abstención, porque hay que recordar que a Susana Díaz dejaron de votarla, para quedarse en su casa, más de 400.000 electores que cogían siempre la papeleta del puño y la rosa.
Moreno Bonilla ha protagonizado el discurso previo al de Pablo Casado en la clausura del 16 Congreso del PP-A. Tras manifestar que sentía "rubor" por haber conseguido casi el 99% de los apoyos del cónclave: "Va a parecer que esto no es democrático", ha ironizado el presidente regional, sostiene que quiere "seguir demostrando a los andaluces que no tenemos límites". Lo hace con el bagaje de casi tres años de gestión y después de haber acumulado en las encuestas un 66% de apoyo de los ciudadanos.
La marca Juanma Moreno está muy por encima de las siglas del PP, tal y como le ocurre al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, el otro gran referente de los barones moderados autonómicos de la formación con sede nacional en Génova 13. Pero, frente al experto en coleccionar mayorías absolutas en Galicia, su homólogo andaluz tiene el hándicap de gobernar actualmente con el peor resultado cosechado por el PP andaluz en toda su historia, contando con las debacles de Alianza Popular y sus expresidentes regionales, Antonio Hernández Mancha y Gabino Puche respectivamente, presentes el sábado junto a Javier Arenas, Teófila Martínez y Juan Ignacio Zoido. Fue en el marco de un homenaje tributado por el plenario a todos los antecesores del actual líder.
Más allá de los deseos de Moreno lo que reflejan las encuestas y que le mueve a tener un optimismo moderado, sin lanzar las campanas al vuelo, es el hecho de tener buenos índices de aceptación entre los votantes socialistas. Poco a poco, como lluvia fina, las políticas del llamado "Gobierno del cambio" han ido calando en el centroizquierda: "Cuántas personas que no me votaron el 2 de diciembre (de 2018) se me han acercado para decirme que siga así", se ha preguntado Moreno en voz alta ante los asistentes y en presencia de Pablo Casado.
Otro elemento que juega a favor del presidente de la Junta es que se ha envuelto en lo que llama "andalucismo constitucional" y "de centro", algo que no es nuevo porque tales términos los acuñó Javier Arenas. La diferencia es que ahora Moreno le ha arrebatado la bandera blanca y verde a los socialistas, que la han abandonado además en sus actos desde el cierre de la etapa de Susana Díaz.
Moreno pretende desarrollar un nuevo Partido Popular andaluz, más abierto y "permeable" a la sociedad, "transversal y de base ancha", en el que quepa "todo el mundo". De ahí que se haya dirigido a organizaciones sociales, sindicales y empresariales que han sido invitadas, en lo que considera "el congreso más abierto de toda la historia" de esta organización política en la comunidad autónoma.
En el marco de la identificación plena que el gobernante, socio de Ciudadanos, quiere hacer entre el PP-A y Andalucía ha dicho que hay "ocho millones y medio de andaluces empujando", para seguir transformando "esta tierra". Son palabras y gestos que, como han coincidido diversos sociólogos y politólogos, recuerdan mucho a los que empleaba el PSOE-A, especialmente durante los gobiernos de Chaves. Es lo que el propio Moreno llama "el cambio tranquilo". Ahora ha lanzado la idea de una "Andalucía sin límites", porque no se pone metas a la hora de ensanchar su electorado y también por el afán en el "proceso transformador" del que habla con reiteración.
Frente a aquellos que mantenían que sobre Andalucía iban a caer todo tipo de desgracias, cuando llegara la derecha al poder, "nada de lo que decían ha ocurrido", ha enfatizado Moreno para recordar que "no desmantelamos la sanidad pública", en contra de lo que anunciaba el PSOE-A, "hemos bajado impuestos", además de haber suprimido el de sucesiones y donaciones, uno de los grandes logros que pregonan PP y Cs. Tal y como ha destacado Moreno, se han incrementado, con creces, las inversiones en Sanidad, Educación y políticas sociales.
"Les hemos quitado la careta a los que llenaron nuestra tierra de engaños y falseas banderas. El cuento de que el PP es malo e insolidario se ha acabado, ha pasado ya a la historia", ha dicho también entre aplausos Moreno ante un auditorio entregado que le catapulta ya para intentar consolidarse en el Palacio de San Telmo en las próximas autonómicas.
Ahora, la próxima batalla que debe librar el Gobierno andaluz, con Moreno al frente, es intentar continuar con un Presupuesto de 2021 prorrogado si, como es previsible, PSOE y Vox tumban las cuentas de 2022, que serán sometidas al debate de enmiendas a la totalidad que se celebra en el Parlamento la próxima semana.
Sobre la negativa a respaldar las cuentas de 2022, por parte de los dos citados partidos opositores, Moreno ha dicho que "no se entiende que haya, a un lado y a otro, tantos intereses para boicotear" a ocho millones y medio de andaluces. "No los queremos aprobar para ponernos medallas, porque ya aprobamos tres", sino que para que "le vaya bien a Andalucía".
El sucesor de Javier Arenas y Juan ignacio Zoido al frente del PP andaluz ha puesto toda la maquinaria del partido "a disposición" de Casado para llegar a La Moncloa. Ha sido en este punto donde Moreno le ha lanzado un mensaje claro a Pedro Sánchez: "Que sepa que vamos a dar la cara y reclamar hasta el último céntimo de lo que nos corresponde", en el marco del sistema de financiación autonómica, que perjudica a Andalucía, al igual que a Valencia, gobernada por el PSOE.
"No quiero que Andalucía sea más que nadie, pero tampoco menos que nadie". Tampoco esta frase es de Juanma Moreno. Era habitual de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán y formaba parte del argumentario del agravio que decían sentir frente a los gobiernos de Aznar y Rajoy.
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