El Partido Popular ha empezado a asumir que la Alcaldía de Granada es un objetivo "complicado", fruto de la "complejidad" de las ecuaciones políticas para apartar al regidor Luis Salvador (Ciudadanos) y ante la evidencia de que el PSOE ha levantado el veto a negociar con el alcalde naranja, según indican fuentes de Génova a Vozpópuli.
La visita de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, a Granada este fin de semana ha levantado recelos en el PP, así como el movimiento de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ofreciéndose en El Mundo a apoyar una moción de censura que presenten los 'populares' en el Congreso de los Diputados contra Pedro Sánchez. Un señuelo, en opinión de las citadas fuentes, con el que tapar un posible pacto entre socialistas y naranjas en el consistorio nazarí.
La partida de ajedrez por el trono de Granada entra en su semana decisiva sin que la formación de Pablo Casado haya conseguido aliados para destronar a Salvador. Según el Ideal de Granada, los socialistas han cambiado el discurso respecto al alcalde de Cs. Tras asegurar que no iría con él ni al "tranco de la puerta", ahora ya levantan el veto por la "gravedad de la situación" y ponen como premisa que el regidor dimita.
Vozpópuli ya indicó el 9 de junio que en Génova estaban convencidos de que habría pacto entre Salvador y el socialista y exalcalde de la ciudad Francisco Cuenca para gobernar Granada de aquí al final de la legislatura. Y que ambas partes lo anunciarían tras las primarias del PSOE andaluz.
"Hablaremos con todo el mundo, todos los grupos tienen que ser escuchados", dejó claro a principios de mes Salvador en una comparecencia tras la salida del PP del gobierno municipal y tras recalcar su pretensión de mantenerse de forma provisional como alcalde de Granada, con el apoyo de un único concejal y a la espera de un movimiento externo que, a día de hoy, no se ha materializado.
Granada, tras los pasos de Jaén
Aquel compromiso del alcalde de hablar con todos fue interpretado en Génova como la confirmación de que Cs dejará entrar al PSOE en el gobierno municipal, cuya gobernanza requerirá también el apoyo externo de Podemos, al igual que sucedió en marzo en el Ayuntamiento de Murcia en la única moción de censura que salió adelante y la semana pasada en Jaén tras la ruptura del grupo municipal de Cs en esta otra capital de provincia andaluza.
Sin una alternativa de gobierno en la que el PP pueda sumar, Salvador necesitará del sustento del PSOE y Podemos para garantizarse la estabilidad, ya que el alcalde ha perdido a dos de los cuatro ediles que tenía: Manuel Olivares y Lucía Garrido. Y queda la incógnita de si él continuaría de regidor o sería algún miembro del grupo socialista.
El umbral de la mayoría absoluta está en 14 concejales, la cifra que cosechó el regidor naranja en 2019 al juntar los siete ediles del PP, los cuatro de Cs y los tres de Vox en un pacto avalado a escala nacional entre las direcciones nacionales del PP y Cs, aunque cada parte difiere de la duración del mismo. Ahora se virará, a juicio de las fuentes 'populares', a un consistorio de centro-izquierda con 15 ediles: los diez del PSOE, los dos que le quedan a Cs (el propio Luis Salvador y José Antonio Huertas) y los tres de Podemos, que previsiblemente no entrarían en el equipo de gobierno como ha ocurrido en Murcia y Jaén.
De concretarse este pacto, podría acercar el adelanto electoral en Andalucía. En Génova ya avisaron que incluirían una eventual entente entre la formación naranja y el PSOE en la capital nazarí en la lista de "agravios" que justifiquen la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas tras el verano. Un escenario, no obstante, que la dirección andaluza del PP rehúye por el momento a toda costa.
La dirección nacional mantiene que ha dado "libertad" al PP de Granada para gestionar la partida de ajedrez político que empezó con el portazo en mayo de su hasta entonces líder local, Sebastián Pérez. Además, responsabilizan a Salvador de saltarse el pacto de Granada -acordado hace ahora dos años- para alternarse en el poder a mitad de legislatura.
"No es que el PP haya roto el pacto de gobierno, sino que es Ciudadanos el que incumple con el 2+2", esgrimen en Génova, que ve un casus belli [motivo de guerra] la negativa del alcalde de Ciudadanos a ceder el poder. Paradójicamente, el PP tampoco dispone de un candidato alternativo, pues el voto imprescindible de Pérez para reeditar la mayoría iría a Francisco Fuentes, único edil de su confianza, y nunca apoyaría a Luis González, el señalado oficialmente.
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