"Esto estaba ya hecho con el apoyo de Juan Espadas". Las palabras de la secretaria general del PP andaluz, Loles López Gabarro, sirven para ilustrar la enorme responsabilidad que desde esta formación, así como desde Ciudadanos, conceden al nuevo líder del PSOE-A sobre lo sucedido en el Ayuntamiento de Granada, recuperado por los socialistas.
El gran protagonista de la mañana de este miércoles en los pasillos del Parlamento de Andalucía ha sido Espadas, y no porque estuviera aquí, sino por ser a quien Partido Popular y Ciudadanos sitúan detrás de la operación protagonizada en Granada por dos concejales de Cs, Luis Salvador y José Antonio Huertas. Ambos, con sus votos, han otorgado la Alcaldía al socialista Francisco Cuenca, imputado en un caso por presunta corrupción. A los hasta ahora dos concejales naranjas les hubiera bastado con la abstención, pero han ido más lejos con su voto favorable. Se da por hecho que formarán parte del nuevo equipo de gobierno de la ciudad de la Alhambra.
Por si a primera hora de este miércoles alguien tenía aún alguna duda sobre que el exalcalde Luis Salvador iba a apoyar al PSOE él mismo se retrataba en declaraciones a Canal Sur Radio: "no nos quedaremos simplemente en la oposición, acorralando al gobierno". Con esta frase ya dejaba claro su intención de entrar a formar parte de la coalición creada entre PSOE y Podemos, aunque este último partido no se ha mostrado, a priori, partidario de ocupar funciones en el nuevo Ejecutivo local.
Bienvenida hostil
Tras la toma de posesión de Cuenca como regidor, bendecida in situ por el propio Espadas, así como por el ministro José Luis Ábalos y el socialista andaluz Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, emblema del sanchismo en esta comunidad, se han sucedido las reacciones en la cámara autonómica, en los minutos previos a que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, comenzase su comparecencia para informar, por petición propia, sobre la situación general de la comunidad autónoma.
La secretaria general del PP andaluz, Loles López Gabarro, ha puesto de manifiesto la presencia de Juan Espadas, candidato del PSOE a la Junta, en el Pleno de Granada: "Es el mismo PSOE de siempre, Espadas no era la nueva cara, era la careta, y vuelve a demostrar que es un delegado de Sánchez en Andalucía", ha argumentado al responsabilizar al sustituto de Susana Díaz de legitimar la toma de la Alcaldía granadina.
"Quien manda en Andalucía es Ábalos", ha esgrimido también la mano derecha de Moreno Bonilla en el PP-A para referirse al secretario de Organización de Ferraz. A renglón seguido López Gabarro se ha apresurado a dejar claro que lo sucedido en Granada "no afecta al Gobierno andaluz". De forma paralela ha respaldado al vicepresidente de la Junta, Juan Marín, coordinador regional de Cs, al considerar de "sentido común" el anuncio de expulsión de Salvador y Huertas.
Resquemor en Cs
La 'número 2' del PP andaluz ha cerrado filas con la dirección nacional de Génova, al ser preguntada sobre si había algún tipo de actuación digna de reproche en toda esta situación: "la responsabilidad la tiene Luis Salvador", ha dejado claro sobre el exalcalde liberal que gobernó desde 2019 con el apoyo de los conservadores en Granada.
Por su parte, Juan Marín ha pedido explicaciones a Espadas por "incluir a dos tránsfugas" en el acuerdo alcanzado por el PSOE en Granada, donde, previsiblemente, va a formar gobierno con los todavía ediles de Cs. "Para este nuevo PSOE ya estaba Susana Díaz", ha lamentado. De hecho, el vicepresidente de la Junta ha recordado cómo, gracias a su formación, en 2015 la expresidenta Díaz "consiguió que Chaves y Griñán dimitieran y después nosotros votamos su investidura".
Marín ha dicho no entender cómo Espadas, "siendo alcalde", puede "sostener, mantener o ni tan siquiera felicitar a un alcalde suyo imputado por corrupción". El vicepresidente considera que la actuación amparada por el candidato del PSOE a la Junta de Andalucía "se incluye dentro del pacto antitransfuguismo".
Límite sobrepasado
A juicio del dirigente centrista andaluz "Salvador y Huertas han sobrepasado una línea roja que en Ciudadanos, evidentemente, por coherencia con nuestros principios, no podemos sobrepasar, a pesar de que se les dijo que debían presentar su propio candidato", ha recordado el vicepresidente andaluz.
Marín no ha desaprovechado la oportunidad para arremeter también contra su excompañero de partido Fran Hervías, exsecretario de Organización de Cs y ahora empotrado en Génova y afiliado, como 'fontanero' interno a las órdenes directas del secretario general nacional, Teodoro García Egea.
"Cuando los intereses se dejan en manos de un chapucero, como hemos visto que ha sido el señor Hervías, pueden pasar todas estas cosas". De ahí que Marín considere que "Teodoro García Egea debería pedirle explicaciones al señor Hervías sobre todo aquello que le prometió y nada está cumpliendo, porque está haciendo una voladura de muchos ayuntamientos que hoy podrían estar en manos del Partido Popular y Ciudadanos".
Al ser preguntado sobre si se sentía decepcionado por cómo ha gestionado el PP la crisis municipal de Granada, Marín cree que "ha perdido una gran oportunidad de poder mantener una alcaldía con Ciudadanos, a partir de ahí tendrán que explicar por qué se marcharon del equipo de gobierno", ha concluido.
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