Andalucía

Radio Mulher: la revolución feminista de Guinea Bissau que se expande gracias a pilas y transistores

Las protagonistas de la emisora comunitaria hecha por y para mujeres se forman en Sevilla

Lolita Aminata Candé y Vardineia Semedo son dos periodistas de Guinea Bissau que pueden pasear por las calles de Bafatá, la segunda ciudad de su país, sin ningún inconveniente. Pero en cuanto hablan no, porque en cuanto son escuchadas se convierten en celebrities. Son las voces de Radio Mulher, un revolucionario proyecto que pone a voces femeninas al frente de una emisora que es ya la más escuchada en su región

Desde hace un mes están en Sevilla. En los pasillos de la Facultad de Comunicación van y vienen como cualquier alumna. Aquí nadie las conocía. Llama la atención sus vestimentas coloridas, el estiloso pañuelo de Lolita o las cuidadas trenzas de Vardineia. A ellas les llama la atención todo, desde las "infraestructuras viarias, de salud o para la educación" que encuentran a la universidad, o el hecho de que en los pueblos pequeños puedan "tener las mismas cosas que tienen en la ciudad". 

Lolita Aminata Candé y Vardineia Semedo nunca habían estado en España. La ONG Periodistas Solidarios, parte de la Asociación de la Prensa de Sevilla, es promotora de un proyecto que está cambiando el sonido de Guinea Bissau. "Sí hay más igualdad ahora, todo cambia poco a poco", nos dice Vardineia (24 años). 

Radio Mulher es pionera en poner a mujeres al frente de una radio que sí tiene hombres, pero no como locutores o tomando decisiones. Esto, en un "país machista como el mío, es muy raro", dice Lolita (36 años) que ejerce de directoras de redes y locutora desde hace 6 años. "Lo que la gente escucha es a una mujer hablando sobre temas y problemas que tiene otra mujer, al final, por empatía, eso facilita la escucha porque infundimos coraje y aportamos soluciones" explica orgullosa. 

Vardineia Semedo y Lolita Aminata en la radio

En Radio Mulher se abordan temas complejos con suma naturalidad. En un país donde el resto de medio de comunicación están mayoritariamente hechos por hombres y donde el control gubernamental o religioso todo lo contamina, es revolucionario que se hable de problemas que afectan a las mujeres como la violencia machista, los matrimonios forzados o precoz y la mutilación genital femenina. En Guinea, el 70% de las mujeres han sido mutiladas.  

"Las chicas no tenemos decisión. La mujer no decide si va a la escuela o con quien se casa. Todo depende del padre, aunque estamos mejorando rápido, la tasa de alfabetización en las mujeres se está equiparando a la de los hombres", explica Vardineia. En sus programas hablan de salud, educación -Radio Mulher funciona también como escuela de periodismo- o derechos humanos. Incluso, hablan abiertamente de la emancipación de niñas y mujeres en un país en el que más de la mitad de la población vive bajo el umbral de pobreza según el Banco Mundial. 

Ambas hablan con un tono suave y reposado, con español salpicado de expresiones portuguesas. Cuando hablan entre ellas usan el criollo y sus voces adquieren otro ritmo y vigor, "si queremos que nos escuchen, tenemos que ser las mujeres las que hablan, somos las conocedoras de los problemas, así que somos las que debemos dar soluciones".

Sus historias son una raya en el mar. Ambas contaron con un raro beneplácito familiar que les permitió empezar a formarse en Radio Mulher sin tener que ponerse directamente a trabajar. En ambos casos, la decisión vino apoyada por sus madres y por la ONG, que apostó por ellas. 

Pilas como esporas de cambio 

La frase de que la revolución igualitaria se expande por pilas alcalinas no es una metáfora. Guinea es un país dónde hay smartphones, wifi o internet, pero no es barato ni accesible a toda la población ni territorio. Por eso, las pilas que hacen funcionar los transistores son lo que está permitiendo que el mensaje de Radio Mulher llegue a todos los rincones de Bafatá, "pilas, esa es la base de nuestro éxito", bromea Vardineia. 

En Bafatá, más de diez mujeres de entre 18 y 35 años hacen posible este milagro de radio comunitaria que, desde 2018, ofrece un mensaje que no existía en un país con poco más de 2 millones de habitantes y en el que, aunque la población crece, el porcentaje de mujeres viene disminuyendo según el Banco Mundial. 

Guinea Bissau es extremadamente dependiente de la agricultura, con el anacardo o la madera como principales productos de exportación. Lolita y Vardineia quieren cambios y creen que el periodismo es una oportunidad. Les planteamos que, en occidente, el periodismo vive una crisis de credibilidad, "es que internet es un problema que lo envuelve todo", interrumpe de inmediato Vardineia.

Vardineia Semedo y Lolita Aminata en la radio

Ambas ofrecen un diagnóstico claro: redes sociales y blogueros ofrecen "discursos de cualquiera como si fuera prensa, pero no todos son periodistas. Eso lo notamos aquí -en su estancia en Sevilla, señalan alrededor- por suerte, en Guinea ese mundo de blogueros que hablan de todo no penetra tanto, pero existe, y nosotras concienciamos de ello", explica Lolita. 

Están pasando su estancia en la Universidad de Sevilla, que colabora desde hace un lustro con Radio Mulher, rodeadas de futuros periodistas. Les preguntamos qué les parecen los estudiantes europeos, se sonríen, tímidamente hacen el gesto de teclear en la pantalla, lo que traducimos como que los futuros periodistas están pegados al móvil, "¿quién va a querer volver a escuchar un radio con pilas?", arquea la ceja Vardineia. 

Empiezan sus clases, van al estudio de Radius, la emisora universitaria. El docente les propone una prueba de improvisación ante micrófono para un programa musical. Para el ejercicio les sorprende con una playlist de artistas de Guinea Bissau que tendrán que ir presentando. Por primera vez en la mañana, ellas ríen abiertamente cuando empiezan a sonar los primeros acordes de Super Mama Djombo, una banda de éxito en Guinea. Están en un estudio y con su música. Se ponen a hablar sin miedo, fluyen y cuando dan paso a la canción no cierran el micro, ellas cantan a la vez, como tarareando por encima de la canción, "siempre lo hacemos así", dicen, "a la gente le gusta porque es como si estuviéramos juntos".  

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