Matalascañas es uno de los principales destinos turísticos del municipio de Almonte. Sin embargo, a escasos días de que comience la temporada turística (salvo que el mal tiempo lo impida), la famosa playa de la localidad se encuentra en una situación que, según apuntan desde el consistorio, es “lamentable”.
Los últimos temporales han azotado con fuerza a la playa, que ya presentaba un grave déficit de arena. El fuerte oleaje en la zona se ha cebado con las infraestructuras del paseo marítimo, especialmente en Caño Guerrero, donde apenas se sostienen. El alcalde, Francisco Bella, lleva alertando sobre la grave situación desde hace años. No obstante, la amenaza es ahora aún mayor debido a la proximidad de la inminente temporada vacacional y la falta de obras.
La oferta de sol y playa, más la proximidad de Almonte con Doñana, hace de este lugar un destino atractivo, que también genera empleo gracias al sector servicios. Por eso mismo, el deterioro de la playa de Matalascañas podría afectar seriamente la actividad turística, amenazando con interrumpir una tendencia positiva.
Aunque en el verano de 2024 se registró casi el 100% de ocupación, la Semana Santa es un indicador clave para el sector, ya que puede hacer que quienes visiten ahora, vuelvan en verano. La falta de arena y los accesos deteriorados podrían alejar a estos visitantes, lo que generaría una mala imagen difícil de revertir.
Para revertir esta problemática, el pasado 28 de enero el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sacó a licitación las obras para el proyecto de regeneración de la playa de Matalascañas. Esta iniciativa consistía en la remodelación de nueve espigones y el aporte de 700.000 metros cúbicos de arena. Sin embargo, hasta el día de hoy no se sabe cuándo va a comenzar.
La intervención del Gobierno y la Junta de Andalucía
La subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, ha respondido a las críticas del alcalde señalando que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha licitado las obras para estabilizar la playa de Matalascañas con un presupuesto de seis millones de euros. Sin embargo, ha señalado que la titularidad del paseo marítimo es municipal, por lo que corresponde al Ayuntamiento de Almonte su mantenimiento.
Rico ha afirmado que el Gobierno de España sigue cumpliendo sus objetivos y que las obras de estabilización de la playa protegerán indirectamente el paseo marítimo. No obstante, ha insistido en que el Ayuntamiento de Almonte es el que debe asumir la responsabilidad de mantener y conservar las infraestructuras en la localidad.
Nada que ver con la posición del alcalde, que denuncia que llevan siete años esperando la regeneración de la playa y que justo en el momento en el que más necesitan las mejoras, estas no están hechas, por lo que se rinde ante la situación de que no estarán listas para Semana Santa.
La gestión del agua
El alcalde también ha vinculado esta crisis con otro problema estructural: la gestión del agua en la comarca de Doñana. Las lluvias recientes han puesto de manifiesto la falta de infraestructuras adecuadas para aprovechar el agua, lo que ha agravado aún más la situación en la zona. Bella ha criticado el “abandono de los cauces públicos” que alimentan el Parque Nacional de Doñana, insistiendo en que la conservación de este valioso ecosistema depende de decisiones prácticas, no solo de debates políticos.
En este sentido, los expertos advierten que la erosión requiere una solución especial para frenar el continuo retroceso del litoral. La dinámica costera está condicionada por el impacto del Dique Juan Carlos I, cuya construcción hace más de 50 años ha acelerado el proceso de erosión en las dunas que separan Matalascañas del Parque Nacional, lo que podría acelerar la salinización de los acuíferos que abastecen a este espacio protegido.