Andalucía

El sector pesquero se revuelve ante las nuevas limitaciones de Bruselas: "Tenemos los días contados"

La Comisión pretende limitar la actividad de la pesca de arrastre a 27 días al año lo que agrava la situación del sector en Andalucía

Este martes Bruselas acoge la segunda y última jornada de negociaciones del Consejo de Agricultura y Pesca. La cita estará acompañada por las protestas del sector pesquero. La pesca de arrastre está a punto de desaparecer. La Comisión actualmente permite que la flota faene unos 130 días al año para respetar la biodiversidad de los caladeros.  

La nueva propuesta de regulación europea va más allá. Para los próximos años, Bruselas propone ahora reducir este cupo de días a 27 días por año. Con la normativa existente, la flota de arrastre ya había reducido un 40% su actividad. Aún así, la nueva normativa quitaría de golpe cien días, lo que implica obligar a los pescadores a dejar la actividad o migrar

"¿Qué empresa puede permitirse trabajar sólo 27 días al año?”, cuestiona uno de los pescadores indignados a las puertas del Ministerio este lunes en Madrid. Es habitual que Bruselas proponga una regulación exigente que en la negociación sucesiva se suaviza, son las dinámicas internas de la Comisión. Pero nadie, en los puertos de España, Francia e Italia –los países que llevan la voz cantante contra esta propuesta- esperaba una reducción a 27 días que implica la desaparición de este sector.   

Desde Bruselas, Luis Planas ya ha adelantado que los términos en los que el Comisario de Pesca saliente, el lituano Virginijus Sinkevicius plantea el nuevo marco regulatorio para el arrastre son “inaceptables”. El ministro español de Agricultura y Pesca recuerda que la flota ya había reducido “hasta un 40 %” el número de días en los que la flota sale a faenar, y agregó que el “necesario equilibrio entre la rentabilidad y la sostenibilidad está claramente en peligro con la propuesta de la Comisión”.  

Planas recalca que “España no va a aceptar ningún resultado” en los actuales términos que califica de disparate económico que “también lo es desde el punto de vista biológico, porque no podemos pretender que el único problema que tiene el Mediterráneo es la pesca y que vamos a solucionar todos los problemas de sostenibilidad en un solo año”, ha señalado. 

Andalucía, una de las regiones más afectadas 

Con la reducción de la actividad pesquera que propone Bruselas de un 79% de días llueve sobre mojado.  La unión y sintonía entre Moncloa y la Junta de Andalucía es sólida y eso se agradece en una región que sale muy malparada de la regulación pesquera.  

En España, según las cofradías de pesca, se ven afectados por el tope al arrastre unos 556 buques y 17.000 familias. Casi un tercio, 5.000 de ellas, están en Andalucía, con 96 embarcaciones amarradas en el litoral sur. A ellos hay que añadir todo el entorno de lonjas, transportes, pescaderías, rederos o restauración. 

“No cabe ningún tipo de negociación" ha anunciado la Junta de Andalucía sobre los 27 días que propone Bruselas que faltan, “al sentido común y están fuera de la realidad” afirma el director general de Pesca, Acuicultura y Economía Azul, José Manuel Martínez. 

Tanto la Junta de Andalucía como el ministerio de Pesca piden una moratoria para 2025 a los 130 días que se aplican actualmente. Fernández Pacheco, el consejero andaluz ya había alertado la semana pasada de que "27 días de pesca al año es un hobby, pero nunca un medio de vida ... hemos de lograr que la Comisión Europea compruebe cómo las medidas que ya está aplicando el sector van dando frutos". 

Caladeros en buen estado de salud 

Desde el sector recalcan que las medidas ya vigentes están dando resultados óptimos. No entienden cómo Bruselas propone regular de acuerdo a mediciones biológicas ya anticuadas, de hace dos años. Tanto Moncloa como la Junta de Andalucía respaldan este hecho. El cupo de pesca a la gamba es el detonante a limitar en más de 100 días la actividad de arrastre, pero es que estas embarcaciones proveen otros pescados como  cigalas, jibias, calamares, pulpo, rape o lenguado, que precisamente en estas fechas y con esta noticia, podrían aumentar más su precio. 

Planas ha recordado que la Comisión Europea publicó este año un informe que “revela que hemos hecho un gran progreso desde el punto de vista de la sostenibilidad de los ‘stocks'”, también Fernández Pacheco reivindica los avances en sostenibilidad pesquera, “hemos de lograr que la Comisión Europea compruebe cómo las medidas que ya está aplicando el sector van dando frutos". 

Andalucía es el campo de batalla para el arrastre y el puerto de Almería, donde los 34 barcos de arrastre llevan dos días amarrados, es el mejor ejemplo. En Málaga también hay numerosas embarcaciones afectadas que tienen en vilo a 200 familias, sobre todo en la  Caleta de Vélez.  

Si el arrastre en el Mediterráneo está en la puntilla, en el litoral Atlántico tampoco salen las cuentas, sobre todo en Cádiz. “Si las cosas no cambian, en general, el sector pesquero tiene los días contados”, nos dice José Carlos Escalera, de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz. Aunque en estos momentos Cádiz y Huelva no están en el epicentro del debate del arrastre, la pesca de cerco ya ha visto cómo se cerraba el cupo para este año y las artes menores también se ven desbordadas por malas noticias por las especies invasoras. 

Bruselas ya anunció hace semanas la intención de limitar en un 54% las cuotas para boquerón en el Golfo de Cádiz. En definitiva, las nuevas regulaciones europeas provocarían la desaparición de un modo de vida, la Comisión “se llena la boca al hablar de libre comercio y generar flujos de intercambio con terceros países, pero cierran la puerta al producto nacional que sí cumple con patrones de calidad y sostenibidad”, denuncia Escalera. 

Las decenas de embarcaciones de arrastre corren el riesgo de convertirse en piezas de museo. Los mecanismos de esta pesca que usa palas de, más o menos, aran el fondo marino capturando piezas de gran valor no pueden ser adaptadas a otros tipos de pesca. Suelen ser barcos de 12 metros de eslora que necesitan de una gran inversión para adaptar sus artes y  maquinaria a otros tipos de pesca. Pero, además, en caso de que esa transformación se llevara a cabo, trasladaría más presión a otros caladeros, rompiendo el pretendido equilibrio, “nadie, en todo el sector, entiende lo que está haciendo Bruselas”, concluye Escalera desde la Lonja de La Atunara.  

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