Andalucía

Sevilla quiere que sus estadios sean “Bernabéus” para conciertos pero los vecinos se plantan

El Ayuntamiento impulsa una modificación del PGOU que permitirá todo nuevos usos en el actual suelo deportivo

El Ayuntamiento de Sevilla planea modificar el PGOU. El consejo de la Gerencia de Urbanismo ya ha iniciado el proceso que permitirá nuevos usos en las instalaciones deportivas singulares. La medida afecta a los tres estadios de Sevilla, el del Real Betis, Sevilla FC y el de la Cartuja, uno de los estadios insignia de la Selección Española de fútbol que acogerá encuentros del Mundial 2030.

La reforma aún tiene que validarse en el Pleno municipal, donde se votará si Sevilla replica el modelo de estadio multi-modal y mega-rentable. Así, la capital de Andalucía contaría con "tres nuevos Bernabéus". Sin embargo, como sucede en el madrileño paseo de las Castellana, la ampliación de usos no cuenta con el visto bueno de los barrios colindantes

El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en el barrio de Nervión está en una céntrica zona de Sevilla, rodeado ya de avenidas y centros comerciales. El Benito Villamarín del Real Betis Balompié colinda con una avenida de alta densidad, habitualmente colapsada por el tráfico los días de partido, por amplia zona residencial, universitaria y la mayor densidad de complejos hospitalarios de la ciudad.  

Los tres estadios cuentan con proyectos de reforma. La modificación del PGOU está dirigida al tipo de uso, como adelanta Diario de Sevilla que ha tenido acceso a la documentación, así que los propietarios del estadio podrán desarrollar cualquier uso, a excepción de manufactura, vivienda o estaciones de servicio.  

Por otro lado, también se está planteando una reforma de las normativas medioambientales, denuncian desde varias entidades vecinales. Cambios legislativos que permitirán la celebración de eventos cuyos decibelios actualmente no están permitidos. “Estamos asistiendo a una mercantilización del espacio público que empieza por relajar los niveles de contaminación acústica o lumínica, la convivencia es imposible”, denuncia a Vozpópuli Antonio Fajardo, de la Asociación Parque Vivo del Guadaira, una de las entidades vecinales que conviven con el Benito Villamarín. 

Iván Molina, de la asociación Sevilla Se Muere lleva años haciendo activismo contra el mal uso del espacio público denuncia también que “este tipo de proyectos aterrizan en la ciudad como si el barrio no existiera antes. Además, se está cediendo suelo público a un precio que no es real, la ciudad pierde más que gana", poniendo en duda la legalidad de esta iniciativa. 

Las modificaciones del uso y de la edificabilidad permitirán al Sevilla FC ampliar su apretado estadio con más de 10 mil metros. El Sevilla se compromete a permutar el espacio que gana con parte de su parcela en la ciudad deportiva. Pero ésta se ubica fuera del casco urbano de Sevilla. Igual sucede en Heliópolis, el barrio del Betis. El club verdiblanco asume la creación de una plaza de 2.500 m2 y equipamiento público por 3.000m2, pero sin especificar mucho más. Para los vecinos consultados, estas condiciones son prebendas para negocios privados con suelo público. 

Tres "Bernabéus" en Sevilla 

De hecho, en el distrito del Real Betis Balompié, la práctica totalidad de las asociaciones vecinales han presentado una moción para pedir al alcalde que paralice el proyecto que permitiría al club construir junto a su estadio más de 30.000 metros de usos terciarios.  

La modificación afecta a la única explanada libre que, ya en 2003 devino en zona de uso deportivo privado, dejando de ser zona verde.  A nivel político, la modificación del PGOU aún está en fase inicial. Debe completarse la parte de consulta pública, alegaciones y finalmente pasar por el Pleno. 

Desde la oposición, el PSOE se muestra cauto a la espera de los trámites en Urbanismo respecto a las modificaciones de ambos estadios integrados en la ciudad. No se opondrán al desarrollo de los proyectos, pero estos deben tener en cuenta los vecinos, detallan. Más explícitos se muestran en IU-Podemos, que instan al alcalde, el popular José Luis Sanz, a que “reconsidere la operación” para preservar el “interés general”. 

No será una gestión fácil. Muchos vecinos conviviendo. Muchos intereses económicos. Y muchas pasiones enfrentadas en una ciudad como Sevilla, con dos históricos que tradicionalmente congregan a más de 90.000 abonados cada temporada y que es considerada una de las urbes más futboleras del mundo

La globalización del fútbol como negocio exige reformar la arquitectura de los clubes. El fútbol es ya más industria que espectáculo. La Liga afirma que su marca factura cerca de 20 mil millones de euros cada año. Sevilla, ciudad anfitriona de grandes eventos deportivos conoce bien las bonanzas del negocio. Pero esta carrera hacia maximizar beneficios podría descarriar con los vecinos acudiendo a la justicia y paralizando los proyectos. 

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