El turismo no sólo trae cosas buenas como el aumento de los ingresos, también trae la fuga de vecinos de barrios llenos de viviendas turísticas, la masificación de calles y plazas, suciedad, ruidos... y un largo etcétera. José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, tenía entre sus promesas electorales regular esos pisos turísticos y por supuesto no expedir nuevas licencias en barrios saturados como el centro de la capital andaluza o el Barrio de Triana.
Tras el Decreto de la Junta de Andalucía, del pasado 5 de marzo, ya se permite a los ayuntamientos andaluces limitar y prohibir los pisos turísticos, y exigir que deban cumplir unos requisitos mínimos de confort. Por ello, el Ayuntamiento de Sevilla será el primero en limitar este tipo de alojamientos, llevando la propuesta a pleno el próximo 21 de marzo y calcula que para finales del mes de abril pueden ser oficiales las medidas a tomar.
El Decreto autonómico, aprobado el pasado 29 de enero otorga competencias a los Ayuntamientos para limitar o prohibir dichos alojamientos turísticos y establece una serie de requisitos que tendrán que cumplir, como los relacionados con la climatización, el número de baños y ventanas, el número de personas por metro cuadrado o el ajuar domésticos, entre otros aspectos. Si bien, la norma autonómica no tiene carácter retroactivo, por lo que aquellos que ya tengan licencia podrán seguir ejerciendo su actividad siempre y cuando cumplan y se adapten a los criterios exigidos.
José Luis Sanz, detalló que las medidas que tomaría el Ayuntamiento sería en modo de ordenanza, lo que establece es el límite de viviendas turísticas permitidas en relación a las de uso residencial en cada zona de Sevilla. Se abrirán expedientes disciplinarios a aquellas viviendas de fines turísticos cuyo registro sea cancelado por la Junta y se pedirá al colegio de administradores de fincas que faciliten al Ayuntamiento las denuncias más recurrentes de las que tengan conocimiento por parte de las comunidades de propietarios, por molestias en las viviendas de fines turísticos. Del mismo modo, desde del gobierno municipal se pedirá al Servicio de Protección Ambiental que intensifiquen las inspecciones por ruidos y se abran expedientes de disciplina ambiental. Además se cruzarán las denuncias con la Delegación Territorial de Turismo de todas las viviendas ilegales de las que se tenga conocimiento a efectos de su control por ambas Administraciones.
Tres zonas determinadas de actuación
La primera, 'decreciente', en la que la tasa de alojamientos turísticos es superior al 10% del total de viviendas familiares, en la que no se concederán más licencias hasta que no decaiga dicho porcentaje y se rebaje la presión turística residencial. Entre estas zonas se encuentra el Centro y el Barrio de Triana.
La segunda, de 'crecimiento acotado', dicha presión es superior al 5% sin llegar al 10%, por lo que se seguirán permitiendo este tipo de inmuebles hasta alcanzar este último porcentaje.
Y la tercera zona de 'crecimiento', en la que la tasa de apartamentos turísticos es inferior o igual al 5%, siendo la más óptima para su implantación. En esta se concentran los 94 barrios restantes de la ciudad pertenecientes al resto de distritos municipales con menor presencia turística.
Esto quiere decir que sólo en aquellos barrios donde no se haya agotado el número máximo de viviendas de uso turístico establecidas de acuerdo a este parámetro, podrán otorgarse nuevas autorizaciones de Viviendas de Uso Turístico hasta alcanzar el máximo de VUT previsto. En aquellos barrios donde se haya llegado al límite de VUT máximo considerado, o éste haya sido sobrepasado, no se otorgará ninguna autorización nueva para esta modalidad de alojamiento turístico.
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