Andalucía

Son ya siete las muertes por la picadura del mosquito del Nilo en Sevilla

La última víctima tenía patologías previas, pero el temor se expande a la par que los contagios saltan a otras provincias

Mosquito del Nilo en Sevilla
Mosquito del Nilo en Sevilla

Son ya 7 las víctimas mortales del virus de Nilo este verano. Todas estas muertes se produjeron en la provincia de Sevilla. El último fallecimiento tiene lugar en Mairena del Aljarafe en una persona que presentaba patologías previas. Según los estudios epidemiológicos, la Junta de Andalucía está constatando ahora los efectos de las exposiciones a la picadura del mosquito que se produjeron durante la primera quincena de agosto. 

Además de la nueva persona fallecida, en el recuento semanal de la Consejería de Salud notifica otros siete nuevos casos de virus del Nilo Occidental (VNO) también en Mairena del Aljarafe, Palomares del Río, Aznalcázar, Bollullos de la Mitación, Sevilla capital. Y, sorprendentemente, hay un positivo a cientos de kilómetros del núcleo de afección de Sevilla, en el municipio jienense de Linares. De todos estos casos, hay tres personas que ya se encuentran dadas de alta. 

La nueva tanda de afecciones y la séptima muerte coincide con el nuevo calendario de protestas de la Plataforma ciudadana contra el Mosquito del VNO. El próximo lunes han convocado una nueva manifestación en Dos Hermanas (Sevilla). Exigen más medidas a las administraciones y tener algo de información con la que lidiar con el miedo que provoca la picadura del mosquito. 

“Ninguna, nada, nos tratan como alarmistas, pero es que la gente está intranquila”, detallan desde la Plataforma a Vozpópuli. Las críticas ciudadanas van dirigidas, sobre todo, a la respuesta de la Junta de Andalucía. Moreno Bonilla anunció la semana pasada que pondrán toda la carne en el asador para la prevención, pero para la ciudadanía las soluciones “llegan tarde”.  

La Junta circunscribe  su reacción a la gestión sanitaria. La parte de prevención, fumigación y control de plagas corresponde a los ayuntamientos afectados y, en su caso, a la Diputación provincial. Los esfuerzos no son pocos, pero los datos confirman la necesidad de una campaña prolongada en el tiempo.  

Sin embargo, los ayuntamientos llevan meses declarándose incapaces de asumir el control de una plaga que mata, no solo en Sevilla y Andalucía, sino en toda Europa. Solo en 2023 en Europa hubo 77 muertes, destacando Grecia, donde hubo 162 casos con 23 fallecidos e Italia, con 29 víctimas dentro de un grupo de 336 infectados.  

Este no es el primer verano que la región del Bajo Guadalquivir, Huelva y Cádiz lidian con el pánico a zumbido de unas alas. Por contagios, 2024 sigue estando por detrás del año 2020, en el que el VNO se presentó oficialmente al gran público en Andalucía y España. El año pasado, con un dispositivo de respuesta listo, se capturaron en las trampas instaladas con la colaboración del CSIC de Doñana más de 50.000 mosquitos. Pero 2024 está sobrepasando todas las expectativas con contagios que comenzaron antes y que prevén batir récords. 

El presidente andaluz, Moreno Bonilla, define el VNO como su primera preocupación, aunque evita el alarmismo con un llamamiento a la calma. El 80% de las infecciones en humanos son asintomáticas. De hecho, la estadística confirma que menos del uno por ciento de los infectados enferman gravemente. 

El bajo Guadalquivir es un paraíso para el mosquito 

Los registros de sanidad tienen constancia de esta zoonosis desde hace años. Se trata de patógenos animales que, por picadura, se transmiten a los humanos. Existe constancia de este virus en aves, mosquitos o caballos desde 2003. La Junta monitorea los focos desde  2011. 2013 cuando se elevó la casuística entre caballos con 35 focos que se extendieron desde Cádiz a Huelva y Sevilla.  

Localidades como la Puebla del Río, a orillas del Guadalquivir, están rodeados de 36 mil hectáreas de arrozales que lindan con Doñana. Los arrozales son cultivos inundables en los que las larvas del mosquito se propagan con suma facilidad al abrigo de las altas temperaturas.  

Por suerte, esta semana el calor está aliviando el alarmismo que cunde a orillas del Guadalquivir. Bajan las temperaturas y se desfavorece la cría de las larvas del mosquito que propaga la fiebre del NIlo. Pero los casos de agosto siguen dando la cara y se prevé que lo sigan dando en próximas semanas. De hecho, la presencia de mosquitos en las trampas que hay en los 27 municipios sensibles a la presencia del mosquito en Andalucía, confirman el descenso de la densidad del mosquito en Sevilla.  

Mientras, a la espera de que amaine el temporal, la Consejería de Salud insiste en la necesidad de que la población mantenga la prevención, sobre todo en las horas de mayor actividad: al amanecer y al atardecer). Los ciudadanos continúan obligados a convivir con repelentes, mosquiteras y menos exposición al aire libre, sobre todo en lo que afecta a la población vulnerable con inmunidad comprometida.  Otro truco, evitar las acumulaciones de agua en el ámbito doméstico como charcos en jardines, agua acumulada en el poso de macetas... lugares aptos para la cría de larvas. 

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