La indignación con el regreso de Ángel Carromero al Ayuntamiento de Madrid tras penar medio año en cárceles cubanas ha llegado a sus compañeros de trabajo. Al parecer, numerosos trabajadores de la Junta de Distrito municipal de Moratalaz, el lugar donde ha sido reubicado el miembro de Nuevas Generaciones como asesor político, van a remitir un escrito a la alcaldesa Ana Botella para pedir que Carromero, un dirigente de 27 años que no tiene terminada la carrera de Derecho y que percibirá 50.000 euros anuales, no vuelva a trabajar en la Junta.
El escrito, difundido por la web local Madridiario, critica que “la rápida concesión del tercer grado penitenciario a Carromero y su inminente vuelta a su puesto de trabajo no es una buena idea, dada la situación actual de los trabajadores municipales, que están sufriendo todos los recortes y la pérdida de puestos de trabajo”. Este medio no ha podido confirmar cuántos de los aproximadamente 350 trabajadores de la Junta (entre personal funcionario, personal laboral y personal a tiempo parcial) han firmado el escrito, pero sí que al menos ha sido refrendado por, como mínimo, más de un tercio de la plantilla.
Carromero se incorporó el martes a la Junta de Distrito tras serle concedido el régimen de semilibertad en la cárcel de Segovia, adonde fue trasladado desde su repatriación de Cuba el 29 de diciembre y adonde sigue acudiendo todas las noches hasta que se le obsequie con la libertad condicional. El cachorro popular estuvo encarcelado en la isla desde el 22 de julio del año pasado hasta su vuelta a España por el accidente de tráfico que costó la vida a los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Condenado a cuatro años en Cuba
El texto, que también será entregado a la concejala del PP a la que rinde cuentas Carromero, Begoña Larraínzar, denuncia la existencia de una “discriminación clara entre Carromero y la plantilla municipal, así como con otros presos españoles en el extranjero". Y tiene palabras muy duras contra el asesor de NNGG: "La ausencia de Carromero como consejero técnico no ha supuesto ningún problema para el funcionamiento de la Junta, mientras se crean conflictos por la falta de trabajadores en la mayoría de los centros municipales del distrito”.
La indignación de los trabajadores del distrito radica en el desigual trato de favor que se otorga a Carromero. El joven político fue juzgado el pasado 5 de octubre en Cuba, en una vista en la que la Fiscalía pidió para él siete años de cárcel y en la que Carromero, al que se le había retirado el carné de conducir en España poco antes al perder todos los puntos, justificó el accidente en una pérdida de control del automóvil por el mal estado de la carretera. Finalmente fue condenado a cuatro años. Unos meses después, sigue en la cárcel, pero disfruta de unas condiciones y de un salario que ya quisieran otros reclusos.