España

Carromero se 'desnuda' en televisión y se queja amargamente de la pulsera telemática que lleva

El secretario general de Nuevas Generaciones de Madrid presenta su libro "Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso de Ángel Carromero", de la editorial Anaya, donde cuenta su versión sobre la muerte del opositor cubano Oswaldo Payá. "Me tenían una inquina especial porque era político", ha sentenciado.

El número dos de Nuevas Generaciones de Madrid, Ángel Carromero, ha aparecido este miércoles en televisión por primera vez desde el accidente en que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero. El gesto ha llegado con motivo de la presentación de su libro Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso de Ángel Carromero, de la editorial Anaya, que llegará a las librerías en los próximos días. Carromero ha señalado que lo ha escrito "para hacer justicia con lo que realmente pasó y rendir homenaje al mayor líder de la disidencia cubana", en alusión a Payá.

Durante la entrevista con Espejo Público de Antena 3 (la cadena de Planeta pertenece al mismo grupo que la editorial Anaya), ha mostrado a la cámara la tobillera telemática que todavía lleva en cumplimiento del tercer grado penitenciario. Carromero ha incidido en el peso que supone portar este dispositivo por la "privación de libertad" que acarrea. Un llamamiento en toda regla al Gobierno de Mariano Rajoy y al Ministerio de Justicia para que atiendan su petición de indulto. 

Asimismo, ha arremetido contra la actitud de su copiloto, Aron Modig, el otro testigo del accidente de Bayamo. El asesor popular en el Ayuntamiento de la capital ha afirmado "respetar" la postura del exlíder de las juventudes del Partido Cristiano-Demócrata Sueco, que "consiguió salir de Cuba una semana después del accidente", pero acto seguido ha entrado de lleno a reprocharle su silencio. "Aron se escuda en que iba dormido. Lo fácil en estos casos es decir que no te acuerdas de nada", ha subrayado.

En el libro, también cuenta detalles del "secuestro vivido, más que un encierro, y del juicio-farsa" que le condenó en Cuba. Vozpópuli se ha puesto en contacto con Carromero para saber si los beneficios que obtenga por esta publicación los piensa compartir con la familia Payá y la disidencia cubana, pero ha declinado a dar respuesta.

Sobre su estacia en la prisión de Bayamo, ha desvelado algunos detalles. "Me metieron en un calabozo que no tenía ni las más mínimas condiciones higiénicas, había bichos e incluso me alertaron de que había una epidemia de dengue", ha recordado. Respecto a su paso posterior por la cárcel de La Habana, ha denunciado que sólo le sacaban de la celda "una vez cada dos o tres semanas". "Me tenían una inquina especial porque era político", ha sentenciado.

En cuanto al apoyo recibido del PP, Carromero ha dicho "estar contento" con cómo le ha" arropado" el partido, y en especial, la presidenta de los populares madrileños, Esperanza Aguirre, que "se ha portado muy bien conmigo", ha remarcado. Preguntado sobre si piensa lo mismo del Ejecutivo, que todavía no le ha concedido el indulto pese a reclamarlo la familia Payá, Carromero se ha limitado a señalar: "Entiendo que la posición del Gobierno es complicada".

La Audiencia Nacional tumbó el pasado septiembre la teoría según la cual las muertes de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero en julio de 2012 fueron parte de un "asesinato de estado" perpetrado por el Gobierno de Raúl Castro. El juez Eloy Velasco inadmitió la querella presentada por la familia de Payá por "falta de competencia".

El magistrado entiende que "el relato de la querella contradice la versión de los hechos declarados probados en la sentencia que condenó a Carromero en Cuba; sentencia que el propio Carromero aceptó, al igual que el Gobierno español". Tras el accidente, el asesor en el Ayuntamiento de Madrid fue condenado a cuatro años de cárcel por "homicidio imprudente", pero en enero de 2013 fue extraditado a España gracias a la labor diplomática del Ministerio de Exteriores.

En España, Carromero consiguió en tiempo récord el tercer grado penitenciario que le permitió abandonar en apenas unos días la cárcel; de ahí pasó a obtener la libertad condicional y a llevar la tobillera telemática, así como a recuperar su puesto en el Consistorio madrileño. El pasado 4 de septiembre, la Audiencia le negó formalmente el indulto alegando que Carromero "hace una vida normal" con su actual estatus. 

"Enemigo" del régimen castrista

Carromero empezó a airear su teoría de la conspiración hace un año en medios internacionales como The Washington Post. En una primera entrevista en este diario, el dirigente de Nuevas Generaciones aseguró que desde el régimen castrista le advirtieron de que era su "enemigo" y que "era muy joven para perder la vida". "Uno de ellos me dijo que lo que había contado no había ocurrido y que debía tener cuidado pues, dependiendo de lo que declarara, las cosas podrían ir muy bien o muy mal para mí", relató.

Su argumentario ha albergado lagunas desde entonces: en una ocasión aseguró que les perseguía un coche rojo, y en otra que el auto era azul; también afirmó que Payá llegó vivo al hospital cubano y que vio cómo le inyectaban algo a través de una jeringuilla. 

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