La joven Ángela Bachiller se convierte hoy lunes en la primera persona con síndrome de Down que es concejal en un ayuntamiento español, en este caso el de su ciudad, Valladolid, que vivirá por este motivo una jornada histórica en materia de igualdad de oportunidades.
Estudió Formación Profesional y ahora, cuando ronda la treintena de años, cumple con eficacia sus cometidos de auxiliar administrativo en el Área de Servicios Sociales del propio Ayuntamiento de Valladolid, tal y como han reiterado quienes más la conocen, tanto sus jefes directos como sus compañeros de asociación, en la que participa activamente.
El nombre de Ángela Bachiller resuena entre sus vecinos desde que el PP presentó las listas electorales para los comicios de 2011 y la señaló como la demostración de que este partido apuesta por la integración e igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad, al ocupar el número 18 de la candidatura.
No era previsible que Bachiller fuera a convertirse en concejal, por el número de votos necesario, pero una mejora en los resultados electorales del PP la dejó a las puertas del Ayuntamiento y la colocó en el primer puesto, en caso de que corriera el turno por alguna circunstancia. Pero el destino, y el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, han querido que finalmente Bachiller vaya a ocupar el puesto que acaba de abandonar un concejal con problemas con la Justicia.
Se trata de Jesús García Galván, que dimitió antes de comparecer ante la Justicia como imputado en la causa denominada Caso Arroyo, que investiga presuntos delitos urbanísticos y que quedó visto para sentencia el pasado 18 de julio.
A raíz del anuncio que realizó el alcalde en la entrega de los Premios Reina Sofía de Accesibilidad Universal de Municipios, donde confirmó que Bachiller se convertiría en la primera persona con síndrome de Down en ser concejal, el nombre de esta joven ha cobrado otra dimensión.
Esa relevancia la han valorado especialmente las asociaciones de personas con discapacidad, que ven en Bachiller el ejemplo de normalidad que debe darse a la incorporación laboral de este grupo de personas.
Por expreso deseo de su familia, la joven se ha mantenido durante estos meses alejada de los medios de comunicación, a la espera de que se oficialice su nombramiento, que por otra parte en principio no acarreará la asunción de un área de gestión porque sustituirá a un concejal que carecía de esta responsabilidad.
Esta reserva hacia los medios contrasta con el carácter abierto y la actividad constante que, según sus allegados, despliega Ángela Bachiller. A ella no solo le basta con su trabajo porque ocupa su tiempo libre en actividades tales como el aprendizaje del inglés y sus estudios musicales de piano, preferentemente.
"No hay que preocuparse, sino ocuparse", declaró después de las elecciones municipales en una entrevista publicada en la web de la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS).
Su primera actividad nada más tomar posesión como concejal consistirá en su participación en un pleno municipal en el que se tratarán temas tan variados como la adhesión de Valladolid a la Red de Ciudades para la Accesibilidad, el plan de pago a proveedores y la promoción del vehículo eléctrico.
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