La coexistencia hoy día en el seno de Podemos de dos formas de concebir el partido camina hacia un choque de trenes. A un distanciamiento irresoluble entre los leales a Pablo Iglesias y los anticapitalistas, por un lado, y los afines al secretario Político, Íñigo Errejón, por otro, defensores estos últimos de un proyecto más moderado y abierto. Tal división estratégica, lejos de diluirse, no hace sino cobrar mayores dimensiones a medida que la formación morada y sus confluencias suman un nuevo revés en las urnas. Esta lucha soterrada sobre el rumbo que debe tomar Podemos ha llevado a algunas analistas a contemplar incluso la posibilidad de que estas diferencias insalvables se salden por la vía de la escisión, como ocurrió en Grecia con Syriza y Unidad Popular. Un libro que acaban de publicar los dirigentes de Anticapitalistas, donde no omiten el debate interno y ofrecen su perspectiva de futuro, alimenta esta tesis.
Aunque esta corriente trotskista (antigua Izquierda Anticapitalista) siempre ha mantenido una posición más o menos alejada de las riñas entre pablistas y errejonistas, su hoja de ruta hacia un Podemos renovado tiene más coincidencias con los primeros. Parte de una concepción radical de la lucha popular para cambiar el sistema, alejada de doctrinas y métodos de la socialdemocracia. Así lo confiesa en su propio ensayo Anticapitalistas en Podemos. Construyendo poder popular (editorial Sylone), donde este sector no dudan en desmontar y cuestionar entre líneas la alternativa que plantean los colaboradores de Errejón.
En este sentido, reconocen que el hecho de que "el bloque del cambio se articule en torno a ciertos elementos básicos (democracia, crítica de la austeridad, diferentes niveles de oposición al neoliberalismo) no significa que el bloque del cambio sea homogéneo". Y enfatizan: "No es lo mismo apostar por una ruptura que no hacerlo. No es lo mismo creer que esa ruptura sólo puede llegar de la capacidad de las clases populares para auto-organizarse y generar su propia institucionalidad que pensar que el Estado es un organismo neutral capaz de ser sujeto, motor y objeto de las transformaciones (...) No es lo mismo pensar desde la clase trabajadora y la explotación que pensar sólo desde la clase media y sus frustraciones existenciales. No es lo mismo aspirar a imaginar un mundo nuevo, poscapitalista, radicalmente democrático y socialista que pensar que todo se puede cambiar salvo el capitalismo".
"No es lo mismo pensar desde la clase trabajadora y la explotación que pensar sólo desde la clase media y sus frustraciones existenciales", subrayan los autores
Entre los "problemas reales" con que los anticapitalistas dicen haber topado dentro de Podemos, señalan que "nos encontramos con una pulsión -a veces apenas perceptible- que trata de conducir a los sectores más radicales a la auto-moderación, a una adaptación a las fuerzas y sectores hegemónicos del proyecto, y en consecuencia, a una disolución parcial de los postulados y formas más rupturistas". Todo un 'dardo' a los ejerronistas, cuyo discurso se ha considerado, dentro y fuera del partido, más comedido y prudente.
Pero no queda aquí la crítica; los anticapitalistas de Teresa Rodríguez, José María González Kichi o Miguel Urban califican de "elemento devastador" la extensión de una política de "notables" y de "camarillas" en el interior de Podemos. También lamentan "haber asistido a una cultura militante ególatra, figurante, con ideas de usar y tirar o, más bien, de quita y pon, timorata y adaptativa". Cabe recordar aquí que fue el profesor y cofundador del partido morado Juan Carlos Monedero de los primeros en alzar la voz para "desarmar" a los "generales mediocres" que, a su juicio, hay en Podemos. En cuanto al reproche de "ideas de usar y tirar" tampoco puede obviarse que la secretaría Política que dirige Errejón es la encargada de confeccionar y articular los mensajes que emite el partido. En concreto, a través de su responsable de discurso y argumentario, Jorge Moruno, mano derecha de Errejón.
Una maniobra para "cerrar el debate"
La pugna entre pablistas y anticapitalistas, de un lado, y errejonistas, de otro, se va a librar con especial trascendencia en las primarias de noviembre convocadas en Podemos Comunidad de Madrid. El resultado de las mismas marcará la próxima Asamblea Ciudadana estatal, la segunda tras la fundacional de Vistalegre en octubre de 2014. Además de la dirección regional madrileña, también se reelegirán la de Andalucía, donde los anticapitalistas de la secretaria general, Teresa Rodríguez, son minoría (los errejonistas tienen la mayoría), y la de Extremadura. En Aragón, la delegación de Podemos renovará su documento político, y en La Rioja su Comisión de Garantías Democráticas. A los Consejos de Euskadi y Galicia se les ha dado de plazo hasta finales de mes para pronunciarse, debido a que se hallan inmersos en los comicios autonómicos del 25-S. También se renovarán los Consejos Municipales de Málaga, Palma, Santander, León, Burgos, Salamanca, Alicante, Pamplona, Tarragona, Sabadell, Hospitalet de Llobregat y Lleida.
La cúpula morada, con el líder, Pablo Iglesias, el secretario de Organización, Pablo Echenique, al frente, emplazó la pasada semana a las direcciones regionales a Podemos a que iniciaran sus procesos de renovación, si así lo "creían conveniente", coincidiendo con el que ha arrancado en la Comunidad de Madrid. Hay delegaciones, como las citadas de Andalucía y Extremadura, que han dado el paso, y otras que no, que permanecerán igual hasta la eventual Asamblea estatal, como Aragón (sólo ha accedido a revisar su documento político) o Castilla-La Mancha. Este movimiento del equipo de Iglesias ha sido interpretado por los críticos, tal y como publicó Vozpópuli, como una maniobra para "cerrar el debate" de construir un partido más abierto y transversal. Sobre todo en las comunidades gobernadas por el PSOE, donde podría haber un mayor entendimiento con los socialistas y entrar en sus Ejecutivos. De este modo, los críticos sostienen que bien por acción en unos territorios (con primarias "dirigidas") o por omisión en otros (sin nuevas primarias) Iglesias quiere así asegurarse el control del partido.
Portavocía coral y Renta básica EN MADRID
Los anticapitalistas también han tomado iniciativa, al margen de 'pablistas' y 'errejonistas', en el proceso de renovación de Podemos Comunidad de Madrid. Aunque dicen no ser todavía una candidatura (porque podrían concurrir después con afines a Iglesias), sí que han abierto ya un espacio de recogida de ideas. Este domingo celebraron su primera reunión en la Casa del Reloj de Matadero Madrid con presencia del eurodiputado Miguel Urban. A la cita asistieron alrededor de 300 simpatizantes y se formularon propuestas como crear una portavocía coral, esto es, paritaria junto a la figura del secretario general autonómico, la creación de una Renta Básica o aplicar una auditoría ciudadana de la Deuda, incluyendo aquí la desobediencia al pago de la misma si se considera injusta.
Entre otras medidas, los anticapitalistas abogaron por que una misma persona no cuente con un cargo institucional y también otro político, por la creación de un Consejo Territorial de Podemos y Consejos Comarcales organizados con mayor autonomía, por acabar con las listas planchas a la hora de votar en las primarias o por configurar una Coordinadora de Círculos con mayor comunicación con los consejos ciudadanos y mejor financiación, informó Ep.
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