La Fiscalía Anticorrupción interrogó de manera insistente al exjefe de la Policía Eugenio Pino sobre cuál era el conocimiento que tenía su abogado Baltasar Garzón acerca del caso Kitchen cuando todavía estaba bajo secreto de sumario en la Audiencia Nacional. Los investigadores basan sus dudas en torno a los mensajes que el mando policial se cruzaba con el exsecretario de Estado de Seguridad, también investigado. Pino negó que hablase de este asunto con el ex juez, pero no supo explicar uno de sus comentarios que decía “Garzón habemus” a modo de escudo protector.
Eugenio Pino era el responsable de los antidisturbios en la era Aznar y el PP le encomendó la dirección de la Policía tras la victoria electoral de Mariano Rajoy a finales de 2011. Dirigió el Cuerpo con puño de hierro hasta su jubilación en verano de 2016. Bajo sus pies anidó la camarilla policial integrada por el comisario Villarejo y otros altos mandos que ahora protagonizan escándalos en los tribunales. A Pino le representa el despacho de abogados que fundó el exjuez tras ser expulsado de la carrera judicial.
El bufete de Garzón ejerce también la defensa de otros imputados como el comisario Enrique García Castaño, alias el Gordo, o el también comisario Carlos Salamanca. El exjuez es amigo declarado de Villarejo y pareja sentimental de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. La relación entre ambos generó este jueves las críticas de Podemos, socio del PSOE en el Gobierno de coalición. Tanto el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, como su portavoz en la formación morada han denunciado que la exministra de Justicia mantenga reuniones con periodistas en un piso de Garzón. Vozpópuli se ha puesto en contacto con Delgado para recabar su versión a este respecto, pero no ha recibido respuesta.
Este periódico ha tenido acceso a la declaración que prestó Pino en la Audiencia Nacional el pasado mes de diciembre como investigado por las vigilancias al extesorero del PP, Luis Bárcenas. Fue una comparecencia larga que duró casi dos horas y en las que el imputado, el juez y la Fiscalía se enzarzaron en varias ocasiones. El representante del ministerio público leyó varias de las conversaciones que obran en la causa entre él y el exnúmero dos de Interior.
“En un WhatsApp del 16 de diciembre de 2018 -leyó el fiscal- usted dice: ‘El juez antes de irse abrirá procedimiento a la UAI (Unidad de Asuntos Internos) por presionar al chófer’”. El juez al que se refería Pino en el mensaje es Diego de Egea, el anterior encargado del caso Villarejo que cuatro días antes había anunciado la decisión de abandonar el Juzgado al finalizar el año. Por el chófer se refiere a Sergio Ríos Esgueva, escolta de la familia Bárcenas que fue captado por la cúpula de la Policía como confidente a cambio de fondos reservados en su plan para arrebatar al extesorero la información confidencial que pudiera tener del PP.
El exsecretario de Estado se interesó por la presunta apertura de ese expediente a Asuntos Internos. “¿De verdad? ¿Eso has oído?”, le contestó. Ante eso, Pino le aclaró que lo sabía por su letrado: “Mi abogado es g, sí”. Cuando le preguntaron por ello, el comisario negó los hechos y dijo que se había enterado por una noticia de prensa. Se da la circunstancia de que en diciembre de 2018 la investigación del caso Kitchen estaba bajo secreto de sumario, solo accesible a la Fiscalía. No se levantó hasta septiembre de 2020.
Esa pieza separada se había constituido unas semanas antes, el 7 de noviembre de 2018. Pino había sido imputado el 22 de noviembre junto a otros mandos policiales tras un informe policial basado en la documentación incautada a Villarejo. En la terna de investigados también estaba el chófer, si bien Garzón no era su abogado ni tenía por qué saber una información que no afectaba a ninguno de representados a los que todavía no se había tomado declaración. Pino y García Castaño no fueron citados hasta enero de 2019.
¿Es ‘G’ su abogado?, ¿’G’ qué es?, ¿es Garzón su abogado? ¿’G’, su abogado, es Garzón, es el que le da esta información?
Pino se quejó ante el juez por que el fiscal le estuviese interrogando por una conversación privada. “No creo que sea ni motivo de pregunta”, protestó. “Las preguntas las decido yo”, replicó el investigador quien le apuntó que en la conversación no se refería a noticias de prensa, sino que decía saberlo por su abogado a quien identificaba en los mensajes con la letra “G”. “¿Es ‘G’ su abogado?, Por cierto, ¿’G’ qué es?, ¿es Garzón su abogado? ¿’G’, su abogado, es Garzón, es el que le da esta información?”, insistió.
Pino respondió que tan solo era un “rumor” y quiso matizar que él no hablaba con Garzón ya que no es su abogado directo. El letrado que le asistía en la causa era un miembro del despacho de abogados que fundó Baltasar Garzón tras ser expulsado de la carrera judicial. Las fuentes de la causa consultadas por este periódico indican que por el momento no se ha hecho ninguna indagación adicional para esclarecer si el exmagistrado le facilitó esos datos.
Los mensajes por los que se interesó la Fiscalía están contenidos en un extenso informe de 262 folios elaborado en abril del año pasado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional a partir del análisis del teléfono móvil del exsecretario de Estado al que ha tenido acceso Vozpópuli. Los investigadores consideraron relevante incluir los WhtasApp en los que hablan de Baltasar Garzón.
El fiscal preguntó por una alusión, en este caso directa, al exjuez de la Audiencia Nacional. Concretamente en una conversación que Pino y Martínez mantuvieron el 6 de junio de 2019. Había comparecido como investigado en la causa el comisario Enrique García Castaño y Pino quiso tranquilizar al exsecretario de Estado, que le preguntó por el contenido de la declaración: “Él dice que el volcado fue legal porque los teléfonos se los dio el chófer, ¿no?”. Se refería al volcado de varios dispositivos electrónicos presuntamente arrebatados a Bárcenas y cuyo contenido fue clonado en un VIPS, según han reconocido recientemente los policías a los que El Gordo les encomendó el trabajo.
Pino: "Garzón fue la clave"
Pino le contestó que García Castaño le había dicho que no tenía nada en contra de él: “Me ha llamado y me ha dicho que no va contra ti y que no ve problema. Garzón habemus (Tenemos Garzón)”. Esa expresión, en latín, es la que se emplea habitualmente para celebrar el nombramiento de un nuevo papa. “Cuando usted continúa la conversación con Garzón Habemus, ¿qué quiere decir?”, le preguntó de nuevo el ministerio público en presencia del juez Manuel García Castellón. Pino contestó dubitativo entre balbuceos.
Primero dijo que no lo sabía y luego afirmó que es una expresión que él usa mucho.
El nombre de Garzón aparece en otros pasajes del informe policial como cuando Pino y Martínez hablan también de la entrevista que concedió Villarejo en La Sexta meses antes de ser detenido en 2017. El exsecretario de Estado comenta aliviado que “no fue tan fiero el león como lo pintan” a lo que Pino coincide y apunta: “Garzón fue la clave”. El exjuez participó en esa entrevista, la primera en la que Villarejo daba la cara en televisión después de muchos años. “Ha sido un buen policía. No creo que el malo sea Villarejo”, dijo Garzón.
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