La Fiscalía Anticorrupción ha interpuesto una querella contra los empresarios Luis Medina Abascal y Alberto Javier Luceño por el presunto cobro de comisiones millonarias con los contratos de suministro de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia. El Ministerio Público solicita que se abra una investigación judicial contra ambos por los delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales en el marco de su intermediación en estos contratos.
La querella, que se ha presentado en los juzgados de instrucción de Madrid es resultado de unas diligencias que se han seguido desde noviembre de 2020 en este órgano que dirige Alejandro Luzón. En las mismas se habría acreditado indiciariamente la implicación de ambos intermediarios en estas operaciones que costaron al Ayuntamiento de Madrid un total de 11,9 millones de dólares (10,9 millones de euros). Sostienen que el reparto de comisiones entre ambos ascendería a 6 millones de dólares. Cinco de ellos los cobró Luceño y uno Abascal.
La querella expone que los ahora querellados, "con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico" ofrecieron en plena pandemia al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China. La persona que contactó con el consistorio fue Luis Medina "aprovechando su condición de personaje conocido en la vida pública y su amistad con un familiar del alcalde de Madrid", José Luis Martínez-Almeida.
Material defectuoso de ínfima calidad
Sin embargo, fue Alberto Luceño el que asumió la interlocución con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid e hizo las veces de mediador con la compañía malaya encargada de facilitar el material. Como resultado se firmaron tres contratos para suministrar mascarillas, guantes y test rápidos de Covid. Luceño, "amparándose en su falsa posición de fabricante" fijó un precio total de 11,9 millones de dólares, que el Ayuntamiento pagó. Al hacerlo -reza la querella- ocultó un "porcentaje elevado" en comisiones que iban a percibir los dos empresarios.
El consistorio efectuó nueve pagos entre el 24 de marzo y el 6 de abril de 2020 para adquirir el material. El monto abonado coincide con el precio pactado pero, de los cerca de 6,7 millones de dólares pagados solo por mascarillas, 3 millones fueron transferidos a una cuenta de Luceño y otro millón más para Medina. "De esto se infiere que el precio real de venta de las mascarillas era de 2,7 millones de dólares y que los querellados lo inflaron artificialmente para llevarse como beneficio neto de la operación 4 millones de dólares es decir, el 148 % del precio real del producto", reza la querella de Anticorrupción.
Misma dinámica se siguió con el suministro de los guantes o con los test. En el primer caso, el precio real de cada unidad era de 0,38 dólares pero ellos lo vendieron a dos dólares por par. El resto hasta llegar a esa cifra estaba inflado y correspondía a las comisiones pactadas. Las quejas de la funcionaria sobre la "ínfima calidad" de los guantes provocó que los empresarios devolvieran al Ayuntamiento un total de 4 millones de dólares. Esta era la cifra que ellos tenían previsto cobrar en mordidas.
Coches, relojes y un yate
En relación a los test covid se pactó una comisión idéntica entre el hijo de Nati Abascal y Luceño de 915.000 dólares. No obstante, este último acordó un cobro extra de 1,9 millones de dólares que el primero desconocía. Así pues, en total se embolsó 3 millones de dólares con la venta de los test rápidos de Covid. En total, las comisiones ascendieron a 6 millones de dólares, cinco de las cuáles fueron a parar a Luceño. Anticorrupción destaca al respecto que estas partidas que recibió el consistorio madrileño eran defectuosas y así lo trasladó el Ayuntamiento.
El Ministerio Público incluye el delito de blanqueo de capitales en relación a la inversión posterior de estas mordidas. Según precisa, Luceño se costeó seis días en un hotel de Marbella en agosto de 2020 por 60.000 euros; tres relojes Rolex por 42.500 euros y 12 vehículos de lujo por un millón de euros. Entre los coches de alta gama destacan dos Aston Martin DB11, un Ferrari, dos Mercedes, un Ranger Rover, un Lamborghini y un Porsche. A ello se añade la compra de una vivienda de 1,1 millones de euros en Pozuelo de Alarcón.
El presunto engaño de Lucena a Medina fue doble ya que no solo percibió más comisión de la pactada con él sino que cuando Medina fue requerido por su banco de Madrid para que justificase la transferencia de un millón de euros procedente de Malasia, contactó con su exsocio el cual le dio información falsa. Según dice Luceño, ninguno de los dos documentos eran auténticos sino que los elaboró él y a ellos añadió la firma que Medina le envió en su correo.
La Fiscalía sostiene que, con el monto transferido se compró un Yate registrado en Gibraltar a nombre de una sociedad de la que son socios y titulares reales tanto él como Luis Ramón Medina Abascal, actual duque de Feria. También invirtió pate del dinero en bonos.
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